Somos Coca Cola en
lucha
es algo más que el relato verídico de la lucha mantenida por los trescientos
espartanos y espartanas de la fábrica que el refresco posee en Fuenlabrada.
Pero es algo más, es la evidencia de que la lucha de clases existe y de que es
imprescindible la organización sindical por la base para hacer frente a los
poderes. El último capítulo de esta historia aún está por escribir, pero como
asegura Juan Carlos Asenjo, líder y portavoz del comité de empresa, “esta lucha
ya la hemos ganado moralmente”.
La escasa labor de
edición de los textos convierte al libro en un relato oral en negro sobre
blanco. Es una aventura real de lucha, extremadamente elocuente, en la que
vivimos una auténtica montaña rusa de emociones. Las emociones y sentimientos
vividos por un grupo de personas normales que de la noche a la mañana ven cómo
sus proyectos de vida se derrumban por un ERE que es ilegal. Enfrente está la
todopoderosa marca Coca-Cola. Esa marca, maestra en emotivos spots publicitarios que manda sobre
gobiernos y hace lobby con los más
poderosos bufetes de abogados.
Nunca Coca Cola pensó
que unas pocas personas, organizados en las Comisiones Obreras, iban a causarle
tantos problemas. Pulido, Teresa, Mercedes, Raúl, Daniel, Juan Carlos, Carmen,
Josefa, Aurora, Idoia, Gema…, una larga lista de trabajadores, trabajadoras,
sus esposas, sus novios, sus familiares, narran desgarradoramente los dos años
de lucha emprendidos desde que el 22 de enero la empresa anunciara un ERE
impensable para casi todos. Esa misma mañana se había firmado el convenio
colectivo. La empresa acababa de invertir un dineral en modernizar una planta
que era “la perla” como la calificaba su exdirectivo, Marcos de Quinto.
Miedos, traiciones,
incomprensiones, victorias e insistencia recorren cada página del libro. Son
historias y tragedias personales, presiones psicológicas sufridas por unas
gentes que, golpe a golpe, se han convertido en una gran familia. Es la
historia de un campamento que surgió espontáneamente, frente a la fábrica, con un
bidón y unos cartones. Un campamento con la función de “informar” directamente
a la plantilla, pero también con el objetivo de hacer “unión, colaboración, de
conocer a las parejas, de atención a los medios, visitas, arranque, logística…”
Con Juan Carlos Asenjo y el libro, un sábado de manifa en Sol. |
A pesar de las
tragedias, Somos Coca Cola en lucha
es fundamentalmente un drama, con momentos de exaltación, como cuando el
Tribunal Supremo confirma que el ERE es nulo; y momentos duros, como el día de
las cargas policiales, con un Ministerio del Interior haciendo el trabajo sucio
a una empresa que incumple reiteradamente sentencia tras sentencia.
Pero además, a través
de las páginas del libro entendemos entresijos y el tufillo mafioso que rodea a
la marca. Si esta historia es la victoria de David sobre Goliat, lo es también
gracias a los servicios jurídicos de CCOO, con Enrique Lillo a la cabeza, quien
sin pelos en la lengua arremete contra los medios de comunicación comprados a
golpe de talonario; contra los despachos de abogados de élite; contra los
desorbitados sueldos de directivos “enchufados”; contra juristas que se han pasado “al lado oscuro”; contra el
“Ministerio de Empleo del PP que está al servicio de las multinacionales…, pero
al servicio directo”.
Todo ello, sin que
Lillo olvide una dosis de autocrítica y crítica a los “movimientos
espontáneos”, resaltando que es mentira que “los sindicatos están domesticados”
y que lo que “hace falta es una organización sindical y una unidad de los
trabajadores, no una ideología barata”.
El libro se puede adquirir, por ejemplo, en CCOO de Madrid. Calle Lope de Vega, 38. planta 5.
PARA SABER MÁS:
La historia de CocaCola deja en pañales las tramas de Corleone...
ResponderEliminarJueves, Políticos, Gobiernos, Cuerpos de Seguridad, Medios de Comunicación,... en general los poderes fácticos al servicio del poderoso que, curiosamente, ve tambalear su imperio por la unánime decisión de un puñado de ciudadanos, cuya dignidad está por encima del miedo.
Brindo por ellos y por el ejemplo sublime de "los espartanos de cocacolaenlucha"
Ojalá prenda su llama y espíritu en esta maltratada sociedad.
Siempre ARRIBA, Siempre ADELANTE!!!