Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

domingo, 14 de enero de 2018

Tres anuncios en las afueras (de Ebbing, Missouri)

Hay que ver la que lían tres vallas publicitarias de las de toda la vida, en plena efervescencia de internet y redes sociales, situadas en una carretera por la que no pasa nadie desde que se construyera una autovía. Las vallas se encuentran a las afueras de un pueblo llamado Ebbing (Missouri) y Mildred (Frances McDormand) decide alquilarlas después de que nadie lo hiciera desde los años ochenta.

¿Para qué las alquila Mildred? Pues para colocar tres polémicos anuncios publicitarios dirigidos al jefe de la policía del pueblo, Bill Willoughby (Woody Harrelson, sí, el de Cheers) porque varios meses después de que la hija de Mildred fuera brutalmente violada y asesinada las investigaciones no han avanzado nada. No existe ni una sola pista y…, hasta ahí puedo comentar sobre la trama de Tres anuncios en las afueras, la galardonada película de los Globos de Oro, y que no defrauda en absoluto.

Y no defrauda porque retrata esa sociedad votante de Donald Trump en los EEUU profundos. Esos Estados Unidos rurales, violentos en los que a nivel fílmico, la actriz Frances McDormand es el nexo con Fargo, más de veinte años después . Su personaje, Mildred, es una madre coraje que, como si se tratara de Sola ante el peligro, se enfrenta a prácticamente toda la comunidad de Ebbing, empezando por el cura, al que hace un magistral repaso; y terminando con el segundo de la policía, un enmadrado poli, famoso por su violencia racista. 

Pero en la peli también se critica la violencia machista (“aquel día conduje borracha por la paliza que me había dado vuestro padre”). Y es que la violencia, la ira y la venganza están presentes en en la peli igual que en los tuits de Donald Trump.

La sordidez del ambiente y la dureza de los asuntos quedan equilibrados con un permanente e ingenioso humor, muchas veces bastante negro, más propio de un gran guión que de unos paletos yanquis. Pero al fin y al cabo es una peli, también con olor a cine independiente. Y esa ira que engendra ira, pues… No sé si hay esperanza. 

Como podéis comprobar por lo dicho, se puede parecer al mediático caso real español que hoy protagoniza El Chicle. Incluso por los giros inesperados que van sucediéndose.

Si hoy es domingo, el miércoles puede ser un plan, que es día del espectador (y la espectadora) en muchas salas. Y si no, te puedes buscar descuentos que los hay por todas partes. Y si no, pues son casi dos horas bien invertidas.

País: EEUU, Reino Unido.
Director: Martin McDonagh.
Guión: Martin McDonagh.

Reparto: Frances McDormand, Woody Harrelson, Sam Rockwell, Lucas Hedges, Peter Dinklage, John Hawkes, Abbie Cornish, Caleb Landry Jones, Brendan Sexton III, Samara Weaving, Kerry Condon, Nick Searcy, Michael Aaron Milligan, Lawrence Turner, Amanda Warren, William J. Harrison, Sandy Martin, Christopher Berry, Zeljko Ivanek.

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