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jueves, 28 de enero de 2010

Pascual García Arano y el gris marengo

No siempre tenemos la fortuna de hablar con los autores, o las autoras, de las novelas que nos atrapan. De aquellos personajes que hacemos propios. Pero he tenido la fortuna de tener un encuentro con el autor de Doble Cero. Pascual García Arano lleva 20 años ejerciendo el periodismo, en los últimos tiempos periodismo económico. En 2006 publicó en InÉditor su primera novela, Carta de Ajuste, y ahora, con la misma editorial, nos sorprende con una incursión en el género negro ("gris marengo" asegura él) con Doble Cero. El arranque de la novela le surgió tras escuchar una entrevista del periodista Juan Cruz a Héctor Tizón, juez, periodista, diplomático, escritor argentino autor de La casa y el viento, exiliado en España durante la dictadura militar. Ese arranque es una breve, aunque profunda reflexión sobre la generosidad. La novela, repleta de elocuencia, es realmente un diario. Ahora, nuestro autor, con un nuevo proyecto en la cabeza, acaba de iniciar la publicación de un blog en la red. Esperemos que el final de este blog no sea como el del diario de Doble Cero.

Lo bueno que tiene llamarse García es que García Márquez tiene el honor de estar junto a mis novelas en los etantes, cuenta socarrón Pascual, "eso sí, si mi libro no se encuentra en los estantes se puede pedir, que lo traen" apostilla.

Pascual nació en Pamplona "y me hice algo más forofo el año en que estuve trabajando en un periódico en Tenerife y –asegura- mi único contacto con Pamplona era Estudio Estadio. El Osasuna es el único equipo con el que podemos decir que somos "rojillos" y cuyo nombre es en euskera, que Osasuna"significa Salud. Eso sí, cuando el Partido Popular gana las elecciones, bajamos a segunda división. Matemático.

Este madrileño de Pamplona lleva 22 años viviendo en Madrid. Asegura que "Madrid es un lugar inhóspito, muy salvaje, pero no creo que haya sitios tan abiertos. Es un lugar donde uno se estresa mucho y vive muy deprisa pero, al tiempo es un sitio en el que nadie se siente extraño. A no ser, eso sí, que te vayas al Bernabeu con una bufanda del Osasuna…

Doble Cero es la segunda novela de Pascual, y ambas tienen elementos en común, aunque en Doble Cero se haga una incursión en el género negro. El autor rectifica irónico, sobre la segunda, "más que una novela negra es gris marengo. Pero sí me gusta la novela negra, sin confundirla con la policíaca o de intriga. Me gusta esa atmósfera de gente que fuma, de gente canalla. En Doble Cero los protagonistas son tres pringaos sensibles y cariñosos pero con una relación canalla, a lo Humphrey Bogart. Eso sí, el título no lo toma ni por la cerveza sin alcohol, ni por la tarjeta del El Corte Inglés. Doble cero es la marca de los agentes con licencia para matar, como 007; y también es hachís de gran calidad".

En mi opinión la novela contiene un humor que, a veces, me recuerda a Eduardo Mendoza, pero el protagonismo lo tienen unos tipos raros, unos frustrados frente a unos poderosos. El creador de estos personajes, sin entrar a juzgarles, los considera unos perdedores, un tanto frikies. Y confiesa que el personaje al que más cariño tiene es al periodista, "un tío de los que ya no hay, un periodista a la antigua usanza".

Sobre los poderosos, me dice el periodista escritor que, en la vida real, nos creemos que son más listos de lo que son y se les permite que campen a sus anchas. Y se pregunta, "¿Dónde está el dinero de la venta de drogas o de la venta de armas?" Y se responde, "en paraísos fiscales. En el mismo banco tienen sus cuentas Bin Laden y Dick Chaney y no pasa nada. Todo es una acumulación de mezquindades".

Es una novela muy de periodistas, en la que los periodistas y los periódicos tienen relevancia. Realmente hay dos periodistas, uno que no aparece, amigo del detective que colabora cobrando "en negro" para Hacienda y Serafín Satué, este tipo entrañable que se mete en las historias hasta el fondo, y cuyo personaje está basado en un amigo mío que no voy a decir quién es. La curiosidad es una característica del periodismo. En la novela alguien dice; o mejor, alguien dice que alguien dice, que la curiosidad es la sal de la vida. Cuando se pierde la curiosidad, el sexo se muere y la vida cambia. Incluso hay espacio para esa curiosidad un tanto insana del voyeur…

La muerte es otro leit motiv de la novela, pero Pascual asegura que no le obsesiona, aunque es algo muy importante: "la muerte antes era algo natural, se convivía con ella de alguna manera desde la infancia. Los niños ahora ven la muerte como algo de las películas o los videojuegos. Pienso que es bueno reflexionar sobre la muerte, no digo ya planificarla, y como se dice en la novela, cuando identifico a una persona buena, humilde y generosa con alguien que afronte la muerte con tranquilidad".

Aunque también hay espacio para alguna escena subida de tono… "Doble Cero es un homenaje a las novelas de serie B, y también al erotismo, o mejor al porno de cuando éramos jóvenes. Esto que puede sonar a machista, no es otra cosa que característica de la tradicional novela negra".

Lo de tradicional suena a retintín antisueco, "no me gustan los best-seller, ni la novela histórica. Soy más de libros de otoño-invierno que de verano y crema bronceadora. Realmente creo que no he leído un best-seller en mi vida, si no incluimos en esa lista, El nombre de la rosa, de Eco. Ahora se escribe fundamentalmente novela policíaca o de intriga, que es la moda sueca. También debo reconocer que si hubiera conocido a Stieg Larsson (autor de la trilogía Millenium), creo que me habría caído bien por lo que he leído acerca de él".

Pues ya llevas dos en línea. Un libro más y la trilogía… "Finalmente no va a haber trilogía. Tengo en mente una novela de futurismo que bien se puede desarrollar en 2050, en un mundo dividido en ciudades y a su vez en distritos. Creo que la historia se desarrollará en el distrito 5 y, aunque esté en proceso, creo que va a ser algo disparatada y muy relacionada con el comic".

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