¡Ay madre! 29 años hace del tejerazo. Y a mí que me parece que fue ayer. Cuando yo era pequeño, desde muy pequeño, mis padres, fundamentalmente mi madre, me contaba las penurias de la guerra civil en Madrid. A mí me parecía que de aquello hacía mucho, muchísimo. Pues ahora, prácticamente, hablamos de los mismos tiempos.
A mí el tejerazo me pilló en Sierra Nevada, que en casa ya se creían que estallaba la guerra y a cada uno nos tocaba en un bando diferente de una, otra vez, España dividida. Pero no salió. El pueblo español, que no sólo cuatro protagonistas, ganaron la batalla de la concordia. Aunque nuestros políticos sean, a día de hoy, de un nivel bajísimo y aunque no hayan aprendido a ser adversarios en vez de enemigos. Pero si entre compañeros de los mismos partidos se asestan puñaladas espeluznantes, ¿qué no serán capaces de hacer con los del partido de enfrente?
Y en medio, a veces pasota, a veces tensionada, casi siempre cabreada, la ciudadanía. Perpleja al ver cómo se puede juzgar a Garzón en vez a Franco o como, de repente, quieren que nos jubilemos a los 67 años.
En el PP y en algunos sectores de más allá de la izquierda están como locos por que aquí haya una huelga general. En mi opinión, lo digo como lo siento, entendería antes una revuelta popular espontanea arrasando sucursales bancarias que una huelga general. Si hace un par de años Wall Street no se llenó de barricadas de indignados y estafados ciudadanos, creo que esa revuelta no se va a dar.
La huelga general es una herramienta de precisión que nunca se puede descartar, pero hay que utilizarla con destreza, como si fuera un bisturí, que se puede volver contra los trabajadores. En el PP estarían como locos que esto ocurriera, matarían dos pajaros de un tiro: al Gobierno del PSOE y a los incomodos sindicatos. Unos sindicatos que a día de hoy son lo más responsable del panorama económico y social. Unos sindicatos que han hecho huelgas, victoriosas huelgas generales, a gobiernos del PSOE y del PP.
Veo torpe al Gobierno con el asunto de las pensiones. Un tema que, como todos, se puede debatir pero con el que han entrado a saco. Han convertido una idea factible de debate en el desembarco de Normandía. Nuestro país tiene grandes expertos en Seguridad Social más allá de ideologías partidistas. La Seguridad Social es nuestra. La pagamos nosotros. Nosotros somos los más interesados en que funcione. Me decía un amigo que no ha lugar que el Gobierno reparta dinero a mansalva entre bancos inmorales y no haga lo mismo con la Seguridad Social, con las pensiones. No es cierto que aumentar la jubilación en dos años nos vaya a sacar de la crisis, porque los presuntos resultados de esta medida se tardarían años en ver.
Toda la vida llevan asustándonos, unos y otros, con que no habrá dinero para las pensiones, pero parece que el sistema tiene mejor salud de lo que nos anuncian. Y si el sistema enferma, aquí estamos todos para poner remedio.
Comenzaba esta entrada hablando del tejerazo. Tras el intento de golpe de Estado, el pueblo español fue un bloque compacto que salió a las calles para defender la Constitución, esa ley de leyes que en su artículo 50 establece que “los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad. Asimismo y con independencia de las obligaciones familiares, promoverán su bienestar mediante un sistema de servicios sociales que atenderán sus problemas específicos de salud, vivienda, cultura y ocio”.
Por eso, esta tarde del 23-F iré, en Madrid, de Cibeles a Sol. Para avisar al Gobierno de que así no se hacen las cosas.
Y os pongo este video para que nunca olvidemos que unos descerebrados quisieron robarnos ese derecho a manifestarnos libremente:
A mí el tejerazo me pilló en Sierra Nevada, que en casa ya se creían que estallaba la guerra y a cada uno nos tocaba en un bando diferente de una, otra vez, España dividida. Pero no salió. El pueblo español, que no sólo cuatro protagonistas, ganaron la batalla de la concordia. Aunque nuestros políticos sean, a día de hoy, de un nivel bajísimo y aunque no hayan aprendido a ser adversarios en vez de enemigos. Pero si entre compañeros de los mismos partidos se asestan puñaladas espeluznantes, ¿qué no serán capaces de hacer con los del partido de enfrente?
Y en medio, a veces pasota, a veces tensionada, casi siempre cabreada, la ciudadanía. Perpleja al ver cómo se puede juzgar a Garzón en vez a Franco o como, de repente, quieren que nos jubilemos a los 67 años.
En el PP y en algunos sectores de más allá de la izquierda están como locos por que aquí haya una huelga general. En mi opinión, lo digo como lo siento, entendería antes una revuelta popular espontanea arrasando sucursales bancarias que una huelga general. Si hace un par de años Wall Street no se llenó de barricadas de indignados y estafados ciudadanos, creo que esa revuelta no se va a dar.
La huelga general es una herramienta de precisión que nunca se puede descartar, pero hay que utilizarla con destreza, como si fuera un bisturí, que se puede volver contra los trabajadores. En el PP estarían como locos que esto ocurriera, matarían dos pajaros de un tiro: al Gobierno del PSOE y a los incomodos sindicatos. Unos sindicatos que a día de hoy son lo más responsable del panorama económico y social. Unos sindicatos que han hecho huelgas, victoriosas huelgas generales, a gobiernos del PSOE y del PP.
Veo torpe al Gobierno con el asunto de las pensiones. Un tema que, como todos, se puede debatir pero con el que han entrado a saco. Han convertido una idea factible de debate en el desembarco de Normandía. Nuestro país tiene grandes expertos en Seguridad Social más allá de ideologías partidistas. La Seguridad Social es nuestra. La pagamos nosotros. Nosotros somos los más interesados en que funcione. Me decía un amigo que no ha lugar que el Gobierno reparta dinero a mansalva entre bancos inmorales y no haga lo mismo con la Seguridad Social, con las pensiones. No es cierto que aumentar la jubilación en dos años nos vaya a sacar de la crisis, porque los presuntos resultados de esta medida se tardarían años en ver.
Toda la vida llevan asustándonos, unos y otros, con que no habrá dinero para las pensiones, pero parece que el sistema tiene mejor salud de lo que nos anuncian. Y si el sistema enferma, aquí estamos todos para poner remedio.
Comenzaba esta entrada hablando del tejerazo. Tras el intento de golpe de Estado, el pueblo español fue un bloque compacto que salió a las calles para defender la Constitución, esa ley de leyes que en su artículo 50 establece que “los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad. Asimismo y con independencia de las obligaciones familiares, promoverán su bienestar mediante un sistema de servicios sociales que atenderán sus problemas específicos de salud, vivienda, cultura y ocio”.
Por eso, esta tarde del 23-F iré, en Madrid, de Cibeles a Sol. Para avisar al Gobierno de que así no se hacen las cosas.
Y os pongo este video para que nunca olvidemos que unos descerebrados quisieron robarnos ese derecho a manifestarnos libremente:
Amigo Alfon,
ResponderEliminarSolamente recordar (añadir algunos datos) que la deuda pública del conjunto de los 27 países miembros de la UE, era en 2008 del 61,5% del PIB y se espera, según la OCDE y Eurostat, que se eleve a 83,8% en 2011 y en la "Zona Euro" de los 12 que llegue al 88,2%. El límite del Pacto de Estabilidad europeo se elevó al 60% del PIB, pero su media actual es del 78,7% en el conjunto de la UE (previsto en el 2009). Ocho de los doce países de la "Zona Euro" están ya endeudados por encima del 60% de sus PIB. Sólo Finlandia, Luxemburgo, Países Bajos y... ESPAÑA, se salvan de las exigencias del Pacto de Estabilidad. Entonces, ¿por qué subir la edad de la jubilación en nuestro país?
Aprovecho la ocasión para felicitarte por tus artículos/comentarios.
Romualdo