Andamos en jornadas históricas y el viernes también lo fue para mí. Qué gran regalo de cumpleaños: Serrat en concierto con su Hijo de la luz y de la sombra. Celebrando el centenario de Miguel Hernández.
La cosa de ir acumulando años, es decir, juventud, me llevaba a recordar aquellos conciertos pachangueros y soleados, al aire libre, de Serrat. Cierto que, como él aseguraba al principio, es éste un concierto “cerrado”, que está muy trabajado y preparado, incluso con el acompañamiento audiovisual realizado por grandes cineastas.
Pero se me hacía raro tener sentados en frente a la ministra de Cultura, a la ministra de Defensa y su chico el exsecretario de Comunicación, a la exministra Narbona, al ex ministro Borrell… Dios los cría y ellos se juntan. Y me parecía un grupo divertido.
La cosa de ir acumulando años, es decir, juventud, me llevaba a recordar aquellos conciertos pachangueros y soleados, al aire libre, de Serrat. Cierto que, como él aseguraba al principio, es éste un concierto “cerrado”, que está muy trabajado y preparado, incluso con el acompañamiento audiovisual realizado por grandes cineastas.
Pero se me hacía raro tener sentados en frente a la ministra de Cultura, a la ministra de Defensa y su chico el exsecretario de Comunicación, a la exministra Narbona, al ex ministro Borrell… Dios los cría y ellos se juntan. Y me parecía un grupo divertido.
Borrell y Narbona, que fueron pareja. Borrel que llegó a ganar unas primarias y fue defenestrado por su propio partido gracias a filtraciones estúpidas que hablaban de su “sospechosa” sexualidad y corruptelas. Se tiró todo el concierto de pie, que no veía bien el hombre en la segunda fila del palco.
Narbona, gran ministra de Medio Ambiente, defenestrada en esta segunda y suicida legislatura de Zapatero. Narbona, presidenta de la gestora del PSM, de donde salió Tomás Gómez como secretario general y que ahora tiene que disputar en primarias su liderazgo frente a Trinidad Jiménez y el aparato del PSOE (qué cosa más parecida a la de Borrell). Eso sí, en el palco se colocó de lujo.
Carme Chacón, gran collar, ministra de Defensa, otrora amiga de Rubalcaba, para algunos el perfecto candidato a sustituir al suicida de Zapatero. También para algunos, Carme es una buena candidata a sustituir al suicida Zapatero. Como Patxi López, que no estaba en el palco del teatro de la Zarzuela, seguramente sufriendo las ocurrencias del suicida Zapatero y su repentino buen rollo con el pene uve. También estaba el chico de Carme, otrora amigo de Rubalcaba, Miguel Barroso, mago de la comunicación interna y externa: de Maravall a la FNAC, de ahí a la Moncloa, de la Moncloa a la Casa de América y todo el lío este de Roures, de la sexta y tal. Gran comunicador.
Y al lado pero en otro palco, Sinde, la ministra Sinde. Simplemente Sinde.
No, que nadie vaya a creer que no seguí el concierto, pero me resultaba demasiado emperejilado para Serrat y Miguel Hernández. ¿Pasaría algo por la cabeza de la Chacón cuando Serrat recitó los versos, tristes guerras si no es amor la empresa? ¿Siente algo una ministra de Defensa cuando Serrat explica las diferencias entre un asesinato y una guerra? El primero es matar a una persona, la segunda es matar a muchas y lo hacen los patriotas.
En definitiva, Serrat, magnífico. Desde la tercera planta, eso sí, me recordaba en su perfil a Clint Eastwood, no sé si por su nariz o poque mis gafas no estaban convenientemente limpias.
Geniales los nuevos poemas musicados e insuperable su Para la Libertad. Aquí mucho más joven, con Miguel Ríos, que ayer anduvo líado apoyando la huelga general del 29S:
Vaya! lo primero felicitarte aunque sea con retraso. Que cumplas muchos más y yo que lo lea, ja, ja... y de tu ¿regalo de cumpleaños? una gozada ver a Serrat, pero si encima va con tanto aderezo... ya veo que lo has disfrutado a lo lindo. Me alegro, nadie como tu para sacarle tanto jugo a ese espectáculo. Un besote
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