Después de dieciocho años ha vuelto a editar un disco repleto de vitalidad, Es vital. Economista, músico, interprete, este "cantautor de las narices" destila sentido del humor, optimismo, con unas gotas de inteligente pesimismo. Ha tenido muy claro que el 29 de Septiembre había que hacer la Huelga General “porque hay cosas que son irrenunciables” y piensa que el himno de la Comunidad de Madrid debería tener ritmo de seguidilla como la canción a las Comisiones Obreras cuyos derechos de reproducción va a ceder a este sindicato. Su disco lo presenta el miércoles, el 6 de octubre, en la Sociedad General de Autores a las 19:00 horas (en la madrileña calle Fernando VI). La entrada es libre. Si buscas en esta entrada encontrarás un par de adelantos...
En noviembre hará cincuenta y cinco años que nació en Madrid, en pleno barrio de Salamanca, donde estudió en el colegio del Pilar. El COU lo hace con los jesuitas, en Oviedo… Pero ¿eres un rojo…? “Sí. Hijo de militar, pero rojo. Lo de rojo me vino a raíz del golpe militar contra Salvador Allende. Era muy jovencito pero me identificaba con las ideas de un partido político de Chile que era el MAPU, el Movimiento de Acción Popular Unificado que tenía una ideología cristiana de izquierdas ligada a la Teoría de la Liberación. A partir de ahí entré en contacto con el PCE”.
A mí, con estas cosas y más, el bueno de Guillermo me parece algo contradictorio: por ejemplo, empieza a estudiar una ingeniería industrial, luego ciencias físicas, finalmente ciencias económicas y, todo esto, componiendo canciones.
Él dice que no, que contradictorio, no. Que ha sido fatal estudiante. Un desastre, “entré en la Universidad en 1972 y terminé, por fin, en 1987, pasando por tres licenciaturas de las que sólo acabé una, y con suerte”.
Sí se reconoce un hacedor de versos. Y reflexiona en alto: “la verdad es que no sé por qué me tiré por las ciencias. Nunca me lo había planteado…, ¿qué demonios hacía yo estudiando ingeniería industrial o ciencias físicas? Lo de la física es más filosófico y, lo de la economía, deshaciendo entuertos. Yo no voy por los índices macroeconómicos ni las agencias de calificación, que no sé qué sexo tienen…”
Desde Empezamos otra vez, su primer disco, han pasado dieciocho años. Podría dar la impresión de que las musas han pasado un poquito de nuestro cantautor, pero no. Él asegura que evidentemente he dejado de ser una joven promesa, pero más allá de la discografía he actuado en muchos lugares y en seis festivales internacionales: en la Unión Soviética, en Bulgaria, en Argelia, en Portugal. En Madrid tenía un lugar estable de actuación que finalmente cerró.
Con cara de dolor explica que el disco lo sacó después de sufrir una ulcera sangrante de la que por poco no sale: “Lo hice por aquello de que hay que plantar un árbol y tal y tal. Tras el cierre del local dejé un poco la canción y, ahora que he estado un poco flojo de salud me ha dado por sacar esta historia”.
Claro, parece que cada vez que enferma saca un disco. Cruza los dedos y niega: “Quizá el año que viene a estas alturas tenga otro disco en el mercado”.
Pongo a Guillermo en el brete de que se decante por "el cantautor de las narices" de Aute o por Rita la cantautora. Y no duda, se identifica con el cantautor de las narices, sí: “Hay que tomárselo con filosofía, por eso intento diversificar. Compongo poco, sólo música. Hasta ahora no he compuesto letras, pero diversifico mucho en los estilos. En el disco hay canción infantil, erótico festiva, declaraciones de principios,…” Y es que emulando a Paco Umbral saca su Es vital cada dos por tres. Se le ve orgulloso de la obra.
Guillermo se confiesa seguidor de Quintín Cabrera, de Raimon… Y no puedo evitar preguntarle: “¿Estuviste en el concierto de Raimon en la Complutense en el 68?”
- Por supuesto.
- ¿Quién no estuvo en ese concierto?
Consigo hacerle reir y dispara:
- Estábamos los que estábamos.
Luego nos cuenta sus influencias musicales. O sus gustos, vaya usted a saber: Pete Seeger; Peter Paul and Mary; Víctor Jara; Mercedes Sosa; Quilapayún; Inti-Illimani; Violeta Parra; José Afonso…
En algún lugar asegura Guillermo que se consideras un cantante de "¿causas perdidas?", entre interrogantes. A mí me parece que este interrogante requiere una explicación: “Como dijo aquel, la historia nos juzgará. Creo que las causas no están del todo perdidas, pero nos olvidamos de ellas de vez en cuando. No hay que olvidar las cosas, hay que disfrutar de la vida cantando lo que te pide el cuerpo. Pero hay cosas que no se pueden olvidar. Yo a veces me indigno muchísimo. La última vez que me indigné muchísimo, muchísimo fue con lo de Gaza con el asesinato de diecisiete personas por los israelíes después de abordar un barco con ayuda humanitaria. ¿Es una causa perdida? No lo sé, pero se están muriendo de hambre en Gaza. Son "perdidas" entre comillas”.
Para que no se enfade lo entro con su disco, Es vital, un albúm bastante heterodoxo, lo mismo nos encontramos con una versión de La Internacional, una jota o una canción infantil. Para Guillermo lo que era vital sacar el disco, cantar: “El subidón de adrenalina que da ver cómo la gente disfruta es algo que no tiene parangón. Hay gente que se tira por un puente, pero yo prefiero cantar. Y los temas que toco son vitales: el sexo es vital, el amor es vital, tener principios es vital, tener autoestima es vital, tener utopías es vital. Es vital ser rojo. Las canciones del disco hacen un presente continuo. En definitiva, para mí es vital pensar lo que digo, decir lo que se piensa, sentir lo que canto y contar lo que siento”.
Y luego se deshace en elogios hacia la banda, hacia los músicos que le han acompañado en la grabación: “Gracias a ellos el disco suena como suena, si no yo sonaría fatal, que la edad no perdona. Son gente muy especial, muy excepcional y difícil de reunir. A través de un amigo común me reencontré con Paco Benítez, que ha hecho de productor. Él consiguió reunir a otro amigo, Paco Lafartare, que es batería y profesor de percusión. Luego recuperé, después de quince años, al guitarrista, que ahora es capitán de barco, Jesús Marco; luego recuperé a mi amigo José Luis, "Zorro", García; éste nos presentó a un catedrático de Estructura Musical en el Conservatorio de Madrid, Domingo Sánchez, que es buenísimo. Ensayamos un día durante tres horas y en un fin de semana lo grabamos”.
En noviembre hará cincuenta y cinco años que nació en Madrid, en pleno barrio de Salamanca, donde estudió en el colegio del Pilar. El COU lo hace con los jesuitas, en Oviedo… Pero ¿eres un rojo…? “Sí. Hijo de militar, pero rojo. Lo de rojo me vino a raíz del golpe militar contra Salvador Allende. Era muy jovencito pero me identificaba con las ideas de un partido político de Chile que era el MAPU, el Movimiento de Acción Popular Unificado que tenía una ideología cristiana de izquierdas ligada a la Teoría de la Liberación. A partir de ahí entré en contacto con el PCE”.
A mí, con estas cosas y más, el bueno de Guillermo me parece algo contradictorio: por ejemplo, empieza a estudiar una ingeniería industrial, luego ciencias físicas, finalmente ciencias económicas y, todo esto, componiendo canciones.
Él dice que no, que contradictorio, no. Que ha sido fatal estudiante. Un desastre, “entré en la Universidad en 1972 y terminé, por fin, en 1987, pasando por tres licenciaturas de las que sólo acabé una, y con suerte”.
Sí se reconoce un hacedor de versos. Y reflexiona en alto: “la verdad es que no sé por qué me tiré por las ciencias. Nunca me lo había planteado…, ¿qué demonios hacía yo estudiando ingeniería industrial o ciencias físicas? Lo de la física es más filosófico y, lo de la economía, deshaciendo entuertos. Yo no voy por los índices macroeconómicos ni las agencias de calificación, que no sé qué sexo tienen…”
Desde Empezamos otra vez, su primer disco, han pasado dieciocho años. Podría dar la impresión de que las musas han pasado un poquito de nuestro cantautor, pero no. Él asegura que evidentemente he dejado de ser una joven promesa, pero más allá de la discografía he actuado en muchos lugares y en seis festivales internacionales: en la Unión Soviética, en Bulgaria, en Argelia, en Portugal. En Madrid tenía un lugar estable de actuación que finalmente cerró.
Con cara de dolor explica que el disco lo sacó después de sufrir una ulcera sangrante de la que por poco no sale: “Lo hice por aquello de que hay que plantar un árbol y tal y tal. Tras el cierre del local dejé un poco la canción y, ahora que he estado un poco flojo de salud me ha dado por sacar esta historia”.
Claro, parece que cada vez que enferma saca un disco. Cruza los dedos y niega: “Quizá el año que viene a estas alturas tenga otro disco en el mercado”.
Pongo a Guillermo en el brete de que se decante por "el cantautor de las narices" de Aute o por Rita la cantautora. Y no duda, se identifica con el cantautor de las narices, sí: “Hay que tomárselo con filosofía, por eso intento diversificar. Compongo poco, sólo música. Hasta ahora no he compuesto letras, pero diversifico mucho en los estilos. En el disco hay canción infantil, erótico festiva, declaraciones de principios,…” Y es que emulando a Paco Umbral saca su Es vital cada dos por tres. Se le ve orgulloso de la obra.
Guillermo se confiesa seguidor de Quintín Cabrera, de Raimon… Y no puedo evitar preguntarle: “¿Estuviste en el concierto de Raimon en la Complutense en el 68?”
- Por supuesto.
- ¿Quién no estuvo en ese concierto?
Consigo hacerle reir y dispara:
- Estábamos los que estábamos.
Luego nos cuenta sus influencias musicales. O sus gustos, vaya usted a saber: Pete Seeger; Peter Paul and Mary; Víctor Jara; Mercedes Sosa; Quilapayún; Inti-Illimani; Violeta Parra; José Afonso…
En algún lugar asegura Guillermo que se consideras un cantante de "¿causas perdidas?", entre interrogantes. A mí me parece que este interrogante requiere una explicación: “Como dijo aquel, la historia nos juzgará. Creo que las causas no están del todo perdidas, pero nos olvidamos de ellas de vez en cuando. No hay que olvidar las cosas, hay que disfrutar de la vida cantando lo que te pide el cuerpo. Pero hay cosas que no se pueden olvidar. Yo a veces me indigno muchísimo. La última vez que me indigné muchísimo, muchísimo fue con lo de Gaza con el asesinato de diecisiete personas por los israelíes después de abordar un barco con ayuda humanitaria. ¿Es una causa perdida? No lo sé, pero se están muriendo de hambre en Gaza. Son "perdidas" entre comillas”.
Para que no se enfade lo entro con su disco, Es vital, un albúm bastante heterodoxo, lo mismo nos encontramos con una versión de La Internacional, una jota o una canción infantil. Para Guillermo lo que era vital sacar el disco, cantar: “El subidón de adrenalina que da ver cómo la gente disfruta es algo que no tiene parangón. Hay gente que se tira por un puente, pero yo prefiero cantar. Y los temas que toco son vitales: el sexo es vital, el amor es vital, tener principios es vital, tener autoestima es vital, tener utopías es vital. Es vital ser rojo. Las canciones del disco hacen un presente continuo. En definitiva, para mí es vital pensar lo que digo, decir lo que se piensa, sentir lo que canto y contar lo que siento”.
Y luego se deshace en elogios hacia la banda, hacia los músicos que le han acompañado en la grabación: “Gracias a ellos el disco suena como suena, si no yo sonaría fatal, que la edad no perdona. Son gente muy especial, muy excepcional y difícil de reunir. A través de un amigo común me reencontré con Paco Benítez, que ha hecho de productor. Él consiguió reunir a otro amigo, Paco Lafartare, que es batería y profesor de percusión. Luego recuperé, después de quince años, al guitarrista, que ahora es capitán de barco, Jesús Marco; luego recuperé a mi amigo José Luis, "Zorro", García; éste nos presentó a un catedrático de Estructura Musical en el Conservatorio de Madrid, Domingo Sánchez, que es buenísimo. Ensayamos un día durante tres horas y en un fin de semana lo grabamos”.
Claro, nos encontramos en todo el ajo de la huelga general, y él lo tiene muy claro: “Es que nos estamos olvidando de soplapuertas como los de Letonia que querían que trabajásemos 65 horas. Hay cosas que son irrenunciables, pero no sólo por nosotros. Es decir, no sólo defender tu salario o tu pensión. Si se aplican las reformas, los que trabajan en la economía sumergida serán más y cobrarán menos. Y volveremos al esclavismo. Yo, es que soy marxista y creo que no se puede renunciar a principios básicos. Todo el mundo reivindica a Keynes y yo reivindico a Marx”.
Y ante las cosas que se dicen que son anacrónicas, anticuadas y tal…, pues le provoco un poco: ¿No está trasnochado el marxismo entonces?, “Yo creo que no. ¿Está trasnochado el Cristianismo o el Islam?, ¿está trasnochado el capitalismo? Parece que lo que tiene que estar trasnochado es lo que huele a izquierdas. ¿El budismo está trasnochado? ¿Por qué va a estar trasnochado el marxismo? Seguro que ha sido una agencia de calificación la que ha dicho que el marxismo está trasnochado. ¿El Vaticano está trasnochado?”
Me cuenta sobre la marchosa Internacional que podéis oir pinchando aquí. Pero, sobre himnos, asegura que el su preferido es Asturias patria querida…, “es inmejorable. Todo el mundo que se divierte canta este himno y se emociona. Es el mejor himno de todos”.
- ¿Y el peor?
- El de Madrid, que es de dos grandes autores pero es imposible cantar. Con el himno de Madrid se te ponen los pelos como escarpias, pero no de emoción, sino de decepción. Yo creo que el himno de Madrid debería ser de seguidilla.
Canción a Comisiones Obreras y para Comisiones Obreras
En Es vital hay una canción, la central del disco, sobre unos versos de Carlos Álvarez que Guillermo de la Torre compuso el Primero de Mayo de 1977, "cuando legalizaron las Comisiones Obreras, pero no la manifestación". Y explica que "salvando las diferencias, está inspirada en el primer movimiento del Concierto de Aranjuez. Es, por tanto, una seguidilla. Son las Comisiones Obreras a ritmo seguidilla. No es un himno, es una canción festiva, porque lo fundamental es disfrutar de la vida, que es muy corta".
Y Guillermo nos sorprende con esta canción y esta afirmación, "…de hecho, voy a ceder los derechos de reproducción de la canción a Comisiones Obreras de por vida, por un importe simbólico de 6 euros, o sea mil pelillas…"
Ahí os lo pongo. Eso sí, si estás en face book tendrás que ir a la publicación original:
Y ante las cosas que se dicen que son anacrónicas, anticuadas y tal…, pues le provoco un poco: ¿No está trasnochado el marxismo entonces?, “Yo creo que no. ¿Está trasnochado el Cristianismo o el Islam?, ¿está trasnochado el capitalismo? Parece que lo que tiene que estar trasnochado es lo que huele a izquierdas. ¿El budismo está trasnochado? ¿Por qué va a estar trasnochado el marxismo? Seguro que ha sido una agencia de calificación la que ha dicho que el marxismo está trasnochado. ¿El Vaticano está trasnochado?”
Me cuenta sobre la marchosa Internacional que podéis oir pinchando aquí. Pero, sobre himnos, asegura que el su preferido es Asturias patria querida…, “es inmejorable. Todo el mundo que se divierte canta este himno y se emociona. Es el mejor himno de todos”.
- ¿Y el peor?
- El de Madrid, que es de dos grandes autores pero es imposible cantar. Con el himno de Madrid se te ponen los pelos como escarpias, pero no de emoción, sino de decepción. Yo creo que el himno de Madrid debería ser de seguidilla.
Canción a Comisiones Obreras y para Comisiones Obreras
En Es vital hay una canción, la central del disco, sobre unos versos de Carlos Álvarez que Guillermo de la Torre compuso el Primero de Mayo de 1977, "cuando legalizaron las Comisiones Obreras, pero no la manifestación". Y explica que "salvando las diferencias, está inspirada en el primer movimiento del Concierto de Aranjuez. Es, por tanto, una seguidilla. Son las Comisiones Obreras a ritmo seguidilla. No es un himno, es una canción festiva, porque lo fundamental es disfrutar de la vida, que es muy corta".
Y Guillermo nos sorprende con esta canción y esta afirmación, "…de hecho, voy a ceder los derechos de reproducción de la canción a Comisiones Obreras de por vida, por un importe simbólico de 6 euros, o sea mil pelillas…"
Ahí os lo pongo. Eso sí, si estás en face book tendrás que ir a la publicación original:
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