El bueno de Naranjo me advirtió el lunes por la mañana: "pásate esta tarde por el Círculo de Bellas Artes a la presentación de un libro de José María Izquierdo, que te gustará". Me pasé, la sala estaba tan abarrotada que muchas personas se quedaron en la calle. El libro es Los cornetas del Apocalipsis y me quedé sin él porque se agotaron los ejemplares. El acto lo condujo Iñaki Gabilondo y nunca estar una hora de pie resultó tan ameno.
Gabilondo comparaba a José María Izquierdo con ese que fue nuestro ídolo televisivo: Lou Grant, aquel jefe de periodistas que tan bien conformaba equipos. Decía Gabilondo que nadie ha leído tanto como Izquierdo, que es un auténtico especialista.
Su libro, que evidentemente no he leído fue calificado por Iñaki como "una galería de arquetipos de la España cañí, aunque seguramente ellos no se hayan dado mucha cuenta". Una decena de personajes que "están verdaderamente desenfrenados" y que representan la "derecha más radical". Toda la presentación estuvo repleta de ironía y fino humor a pesar de, como aseguraba Gabilondo, "el asunto tiene mucha seriedad".
En el diálogo que ambos periodistas mantuvieron a modo de presentación, Izquierdo mostró su perplejidad porque las plumas que protagonizan su libro serían más dignos de "hojas volanderas" que de medios de comunicación y por la "impunidad" en la que trabajan. Esta impunidad resulta preocupante tanto por su efecto emulador (en los periodistas jóvenes y en la sociedad), como por su efecto perversidad, al modo del televisivo y grosero Gran Hermano.
Los cornetas del Apocalipsis suponen, a juicio de Iñaki Gabilondo, 130 páginas de material explosivo, pero un material explosivo de tres tipos: pirotécnico, de pura deflagración y de demolición. Este último es el más peligroso, que sus componentes intentan cambiar la historia de España, intentar escribir otra historia de España.
Ese intento incluiría, por ejemplo, repetir falsedades como que "el 18 de julio fue un acto que rectificaba el golpe de 1934"; o que "España se rompe" y es intención del Gobierno; o que "todo lo que ocurre es obra de la masonería"; o las teorías conspirativas del 11-M, en la que estarían implicados la policía, el Gobierno… En fin, la retahíla que ya nos conocemos.
El autor del libro considera que algunos de sus diez cornetas están especializados en temas sociales; políticos; el 11-M; Pío Moa y la historia, ahora reescribiendo la transición; Antonio Burgos, las señoras y los homosexuales; o Carlos Dávila dirigiendo La Gaceta y cu colectivo El centinela, remedo del franquista El Alcazar con el colectivo Almendros…, unos personajes que generan odio, que coinciden en que la realidad y los datos comprobables les da igual y que, según Gabilondo también coinciden en su dios político: Esperanza Aguirre.
Y, bueno, también diseccionaron otras coincidencias: Convierten "una" idea de España en "la" idea de España; tienen una gran superioridad intelectual y un gran desdén; están embriagados por el éxito; y siete y ocho de ellos provienen de la extrema izquierda, es decir, van del "absoluto al absoluto sin ninguna duda".
Los cornetas son:
Alfonso Ussía, César Vidal, Carlos Dávila, Pío Moa, Federico Jiménez Losantos, Hermann Tertsch, Juan Manuel de Prada, Fernando Sánchez Dragó, Antonio Burgos e Isabel San Sebastián.
Y aquí os dejo un mix apocalíptico:
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