Ser la parte Este de la Puerta del Sol puede resultar una reiteración. Y ahí, en la reiteración, se encuentra un símbolo que ya es de Madrid: el neón del Tío Pepe.
El slogan es taza y media de la mencionada reiteración: "Sol de Andalucia embotellado".
La gigantesca botella de neón lleva con nosotros desde 1935 y, tras sobrevivir a los bombardeos franquistas tras el golpe de Estado del 36, también ha sobrevivido a la legislación que acaba con los anuncios de neón.
Ahora, el edificio sobre el que se sustenta está, como no puede ser de otra forma en nuestra ciudad, abandonado y en obras. Parece ser que puede albergar una super tienda de Apple, que reviviría la zona oriental de la Puerta del Sol.
Las luces del anuncio por la noche son media vida para la plaza. Ese botellón se va despidiendo, lentamente, del Sol cada día. Ese Sol que en verano cae brutal sobre el kilómetro 0 y que el oso de nuestro escudo no padece gracias a la sombra del madroño.
Ámbos símbolos, por las noches tienen mucho que contarse sobre la vida, que la Puerta del Sol es el corazón de Madrid.
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