El problema que tuve con Un cuento chino, es que vi el tráiler. Y el tráiler, como últimamente ocurre con tantos, me generó unas expectativas tremendas. Es cierto que Ricardo Darín hace un trabajo excelente, conmovedor, pero la historia podía haber dado algo más de sí.
En Un cuento chino, el viaje hacia la amistad entre dos personajes incomunicados es la esencia. Roberto (Darín) es un ferretero de Buenos Aires amargado por su pasado, que vive encerrado en sí mismo casi como un ermitaño con sus manías obsesivas y su soledad buscada. De una forma aparentemente surrealista surge en su vida un chino que no habla nada más que chino. Roberto, de mala gana, pero lleno de bondad y sentido de la justicia le acoge. El chino desquiciará la vida del ferretero.
En nuestras vidas, a veces surgen personas que nos sirven de despertador. Son despertares que, como en la película, producen situaciones tragicómicas. Lo que nunca sabremos es si las cosas ocurren porque sí o si todo, hasta las casualidades más absurdas, ocurren por algo…
Eso sí, si ya has visto Midnight en Paris, vete a ver a Darín en una peli para lucimiento de artista. Y como os podéis imaginar, debéis ver el trailer, que os pongo aquí, y debajo de la ficha técnica.
Dirección: Sebastián Borensztein.
Guión: Sebastián Borensztein.
Reparto: Ricardo Darín, Huang Sheng Huang, Muriel Santa Ana, Enric Rodríguez, Ivan Romanelli.
Nacionalidad: España-Argentina.
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