Ya
en este mes de septiembre vi en el plasma Madame
Marguerite, una película francesa estrenada en abril de este año y
ambientada en el París de los años 20. Una de estas cintas que se hace
complicado ver en las salas porque se exhiben poco o no se exhiben. En Madame Marguerite se hace una adaptación
muy libre de la historia de Florence Foster Jenkins (1868- 1944), una mujer
real, excéntrica millonaria, “soprano”, que amaba profundamente la música pero que
se salía del pentagrama por toda la rosa de los vientos. Pocos meses después,
se ha estrenado la película británica protagonizada por Meryl Streep y Hugh
Grant. Su título: Florence Foster Jenkins.
Meryl Streep es una
Florence que me recuerda a aquella cocinera, Julia Child, que tantas visitas haregalado a este blog desde el año 2009. Es Florence una mujer que alcanza su
sueño de cantar incluso en el prestigioso local neoyorkino Carnegie Hall. La cuestión es que lucha por su sueño, vale, pero lo
alcanza gracias al dinero y a una gran mentira que lo envuelve todo.
Detrás de la gestión de
esa gran mentira está su marido, Clair Bayfield (Hugh Grant), un hombre que adora a su esposa y hace todo lo posible
y lo imposible para que sea feliz con la música e interpretando arias. La
quiere, sí, aunque vive con otra mujer en lo que viene a ser un trío, cuanto
menos, curioso. La magnífica pareja tiene otra pata. Se trata del pianista que
acompaña a Florence en sus incursiones musicales, Cosme McMoon, interpretado
por Simon Herlberg (sí, el astronauta
de la serie Big Bang).
Lo que está claro que
no tiene Florence es talento para la música. No me queda claro si es lo
suficientemente trabajadora y disciplinada, pero sí queda claro que alcanza la
fama por su ausencia de talento, directamente proporcional al tamaño de sus
cuentas. A simple vista es entrañable por su mecenazgo a favor de la música en
la ciudad de Nueva York (crea el Club Verdi); por otra parte es egocéntrica y
vanidosa. Quizá despierte nuestra sensibilidad el saberla enferma. Quizá el ver
que no tiene amigos, sino gentes, hasta el propio Toscanini, que la sablean para poder sacar adelante proyectos.
Es una película con un pastiche
de sentimientos: amor, cariño, sueños, humor, tristeza, sinceridad... Es un
bioopic que no está claro si cede a la comedia o al drama con una pregunta que
no hago más que darle vueltas: ¿Era consciente de cómo cantaba?
(P.S. Recomendable verla en versión original).
País:
Reino Unido Reino Unido.
Dirección: Stephen Frears.
Guión: Nicholas Martin.
Reparto: Meryl Streep, Hugh Grant, Simon Helberg, Nina Arianda, Rebecca
Ferguson, Neve Gachev, Dilyana Bouklieva, John Kavanagh, Jorge Leon Martinez,
Danny Mahoney, Paola Dionisotti, David Menkin, Tony Paul West, Philip Rosch,
Sid Phoenix.
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