Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

domingo, 8 de diciembre de 2019

De Cicerón a FESCIMED

“La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio”… El destino, o quizá la casualidad, que todo depende de la perspectiva, ha querido que la tercera jornada de FESCIMED coincidiera con la conmemoración del asesinato de Cicerón. Sí, Marco Tulio Cicerón (Tullius Cicero para los ortodoxos latinos), autor de la máxima que encabeza estas líneas y del tratado Sobre la amistad (De amicitia), auténtico quebradero de cabeza para quienes estudiamos latín en ese tiempo que se estudiaba latín. ¡Santo cielo, sita Esperanza!, es que desde la primera línea: “”Quinto Mucius augur multa narrare…” ¿por qué no puso una coma antes de augur si es un vocativo? Con todo, no celebramos el asesinato de Cicerón el 7 de diciembre de 43 a.C., lo conmemoramos.

Esta entradilla sería una buena metáfora para debatir si es más importante el contenido (la verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio) o la forma y a partir de ahí, irnos por los cerros de Úbeda. Con todo, la frase de Cicerón bien podría ser el lema de FESCIMED, porque cortometraje a cortometraje, documental a documental o largometraje a largometraje, la esencia última es pelear por la verdad a través de esa herramienta que es la sala oscura.

Olalla, en el centro, con Itoitz Guerrero y Laura Uría.
Ese volvió a ser el eje en la proyección de los cortos del 7 de diciembre. En lo que viene a denominarse “Sección otras miradas” viajamos de los sucesos de Vitoria de 1976 a la Chernobyl soviética diez años después; del acoso a las mujeres (Lo que contamos), a la violenta represión policial (La doctrina de las pelotas asesinas) para desembocar en la dura realidad de los campamentos saharauis, más llevadera gracias al arte (Bubisher: Arte y Lucha).

Laura Uría Arranz, que además de librera es la autora de Lo que contamos, allí estuvo para denunciar, también de palabra, “el acoso normalizado hacia las mujeres”, una circunstancia que padecen…, todas las mujeres. También Itoiz Guerrero Barbarin, director de Bubisher: Arte y Lucha, vino a Madrid desde Donosti para explicarnos que “el arte es un símbolo de lucha” que empuja para lograr “una identidad en los campamentos saharauis”. Itoiz es un bibliotecario activo y activista que arenga en cualquier situación para promocionar el voluntariado allí donde es necesario, por ejemplo entre los saharauis.

Pero también hubo una remesa de cortos en la sección oficial, para no perder la costumbre de votar (rima en asonante). Revivimos el miedo, el dolor, las pesadillas de tantos niños y niñas bajo las bombas, el horror de adolescentes testigos de asesinatos, de hombres torturados, de mujeres violadas…

Con el micro Rafael Rojas, con Luís Cintora. Olalla en el centro.
Aprendimos barbaridades del mundo y ejercitamos la memoria de España hasta agotarnos un poquito el alma. Carlos Olalla, director de FESCIMED, nos presentó Alacant, ciutat en guerra 1936-1939, de Sergi Pitarch como un documental de memoria, pedagogía y educación.  En él descubrimos a ese Alicante objetivo del fascismo español e italiano, permanentemente bombardeado aunque con especial saña el 25 de mayo de 1938, cuando selectivamente las bombas se lanzaron sobre el Mercado Central.

Pero también vivimos la huida de las gentes de la República esperando embarcar en naves que no llegaban. Sólo el Stanbrook con la humanidad del capitán Dickson, arriesgando su vida pudo ayudar a unos pocos. Estampas que nos recuerdan al actual Open Arms o tantos barcos, que saltándose leyes que se saltan las leyes del mar salvan personas de bombas, hambre y represión.

Tras la angustia de Melifluos, de V. Viletta, nos trasladamos a Perú con Totos, memoria de un pueblo olvidado de Luis Cintora, que en la presentación de su documental nos abrió los ojos a una realidad desconocida en Perú. La brutalidad y la represión policial y del ejercito y las dificultades para repararlas. Carlos Olalla, en este contexto se refirió a la necesidad de un “relato” para superar situaciones tan duras y como el teatro y el cine pueden sensibilizar a la población.

Rafael Rojas es un actor que en el cortometraje Malpartida, de Luis Reneo, da vida a un legionario bastante desagradable. Fue el encargado de presentar la obra en la que participa y que no está exenta de humor. Un corto muy redondo que nos traslada a dos guerras, a distintos personajes y épocas en la Sierra madrileña… al sinsentido de las armas.

Reillo con Amparo Climent.
Y sí, no voy a mentir, no asistí al estreno de Los versos del olvido porque tenía ya un poco cansada el alma, pero allí dejé al secretario general de UGT de Madrid, Luis Miguel López Reillo (que mañana tiene acto en el Cementerio Civil para homenajear al Abuelo, Pablo Iglesias) para que hoy me cuente qué le pareció.
Porque hoy, un día y 2.065 años después del asesinato de Cicerón se clausura está III edición (pareado) de FESTIMED, un éxito de público (con derecho a voto). Un éxito de obras. Una iniciativa a consolidar y expandir porque el cine consigue lo que no está escrito.




















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