Debo reconocer que, a pesar de todo, la peli no me dejó el corazón helado. Me llegó mucho más la sensibilidad artística que destila la escena en la que Victoria, interpretada por la joven bailarina Miranda Bodenhöfer, baila en el solitario escenario de la escuela municipal de danza de Santiago de Chile. Me llegó más esa escena que la resolución final, a pesar de que el drama se transforma en tragedia.
Y digo drama porque el humor también tiene su parte en esta historia que se desarrolla con la llegada de la democracia a Chile y la amnistia que decreta el presidente del país para los presos que no tienen delitos de sangre. Esta amnistía pone en la calle al joven Ángel Santiago (Abel Ayala) y al maduro Vergara Grey (Ricardo Darín), un famoso ladrón de cajas fuertes. Y en la calle el jóven busca al veterano y se les cruza, en medio de sus dos planes de futuro opuestos, una bailarina callejera, Victoria, eje fundamental de la película.
La cinta dirigida por Fernando Trueba está basada en una novela de Antonio Skármeta (escritor chileno que obtuvo el Premio Planeta en 2003 por esta obra). Una novela que no he leído por lo que desconozco cómo transmite cada personaje en negro sobre blanco. Los personajes de Vergara Grey y Victoria son muy claros. El primero, con una gran interpretación de Darín; el segundo basado fundamentalmente en la danza.
Otra historia es el personaje del aprendiz de ladrón: pícaro, con un punto cercano a Charlot, pero que a veces se desvía a Cantinflas, por lo que a mi me desconcierta.
La peli tiene un poco de todo: venganza, amistad, amor, alegría, penas, suspense…, pero a mí me faltó un poquito más de alma. Tampoco encontré a nadie que me acompañara, lo cual quizá me influyera: unos que si sale un caballo y "no soy yo de pelis en las que salen caballos"; otras que si tenía pinta de ser triste y "no estoy yo para tristezas". No sé, pongo el trailer que, a mí me mola pero es evidente que sobre gustos no hay nada escrito.
Recordar que la peli es la que finalmente fue elegida por la Academia de Cine de España para competir por el Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Compitió con Gordos, que a mí no me dijo nada, y El mapa de los sonidos de Tokio, que me dijo bastante más. Si buscáis en las etiquetas recordaréis lo que en su día me sugirieron.
Ahí va el trailer, con caballos, danza, un tono oscuro, música…
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Me encantó la peli, Darín ( siempre ) y los jovenes con su especial relación. El alma ya la pones tú. Yo tampoco he leido la novela y me apetece ahora hacerlo a ver que tal.
ResponderEliminar¡ Ah y a mi lo del caballo mire Vd. me parece un
detalle simpatico, como que a ellos dos les pega
ir juntos a caballo !:-)
Un abrazo cinéfilo