La Fundación Abogados de Atocha ha editado un CD que, con un potente buscador, recoge todas las sentencias dictadas por el Tribunal de Orden Público (TOP). La presentación, el día 18, de este laborioso trabajo de investigación sirvió también para rendir homenaje a todas aquellas personas que padecieron la persecución franquista. Homenaje que se hizo extensivo a sus defensores, abogados y abogadas mayoritariamente laboralistas. En el acto de presentación del CD realizado en la sede de CCOO de Madrid participó el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba; así como Javier López, secretario general de CCOO de Madrid; Raúl Cordero, director de la Fundación Abogados de Atocha; Alejandro Ruiz-Huerta, presidente de la misma; José Gómez Alén, coautor del trabajo de recopilación y Cristina Almeida, abogada laboralista.
En diciembre de 1963 se creaba el Tribunal de Orden Público con el objetivo de asumir las funciones del Tribunal Especial de Represión de la Masonería y el Comunismo. Meses después, Timoteo Buendía inauguraba la siniestra institución. Buendía fue condenado a diez años de cárcel. En realidad, como recordó Alfredo Pérez Rublacaba, el delito de aquel hombre no ponía en peligro los cimientos del Estado, ni siquiera era parte de la conspiración judeo masónica.
Timoteo Buendía, la causa número uno del TOP, había bebido un poco más de la cuenta en un bar, allá por el camino Viejo de Leganés, con tan mala fortuna que en la televisión del local se transmitía alguna de las peroratas de Franco. Ya es mala suerte que en 1964 un bar tuviera televisión. El hecho es que al aparecer el general golpista hablando, Timoteo empezó a gritar "¡Me cago en Franco!" Y parece que insistió con la escatológica afirmación.
A esta causa le siguieron otras 3.797, incluida la 1.001, que en 1972 condenó a la dirección en pleno de CCOO. De estos casos, el 74 por ciento acabó en condena según el recuento realizado por Juan José del Águila, doctor en Derecho, magistrado y coordinador del trabajo presentado.
El catedrático de Historia José Gómez Alén explicó en la presentación que el proyecto surgió al tomar conciencia del vacío historiográfico y social de dos colectivos fundamentales en la Transición: trabajadores y luchadores antifranquistas y los abogados laboralistas.
El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba destacó que era "un acto de justicia" no olvidar que lo más importante y la mayor responsabilidad durante la Transición recayó en una enorme cantidad de gentes: estudiantes, trabajadores, profesores, artistas, a los que calificó de "héroes"… Y se refirió al trabajo de investigación editado por la Fundación Abogados de Atocha como un "imprescindible ejercicio de investigación". Rubalcaba evocó la memoria de Francisco Tomás y Valiente con una frase de éste: "Hemos hecho la transición a la democracia sobre la bisagra de una reforma finiquitada en el silencio y la ruptura de la espiral de la venganza. Pero del silencio al olvido y a la ignorancia sólo hay dos pasos".
Fue la Ley 52/2007, en sus artículos 2 y 3 la que declara que el Tribunal era ilegítimo y sus sentencias injustas. Era un Tribunal que convertía los derechos fundamentales de la ciudadanía en delitos, y en esa línea, el secretario general de CCOO de Madrid, Javier López, proclamó en la presentación del CD que "donde hay Derecho y derechos hay patria. En un lugar don es derecho es vulnerado, podemos sentirnos extranjeros".
Antes del acto comenté a un chaval joven que iba a acudir a la presentación de un CD sobre el TOP. Sorprendido me preguntó que si era algo relacionado con el top manta le extrañaba que fuera Rubalcaba, "que no, que no es ese top", le intentaba explicar, y me interrumpía "¿tops para el verano?, ¿top less?..."
Evidentemente, en este país es necesario explicar muchas, muchas cosas de nuestra más reciente historia a la juventud. Incluso por qué, a pesar de que el franquismo sigue pariendo exiliados como Garzón, hoy puedo titular esta entrada "me cago en Franco" sin que me caigan diez años. Espero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario