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miércoles, 12 de mayo de 2010

Zapatero se pasa de frenada y Toxo se enfada


Entre anoche y esta mañana todo pinta que Zapatero se ha pasado de frenada. Por primera vez en la historia de la democracia se propone rebajar salarios a los trabajadores y trabajadoras del sector público, que no a los funcionarios. Esto va a implicar que el sector privado se va a contagiar a la hora de reducir salarios. O sea, que al final, la crisis la pagamos los de siempre. No la van a pagar ni los bancos, ni los poderosos que nos han metido en este embrollo.

Con estas me he ido a escuchar lo que decía Toxo, el secretario general de CCOO en una multitudinaria rueda de prensa de urgencia. Yo le he visto duro aunque en gallego. Y haciendo alarde de galleguismo ha asegurado que el plan del Gobierno "requiere la máxima sanción social".

El secretario general de CCOO ha mostrado su "rechazo más absoluto" al plan de ajuste del Gobierno y ha asegurado que el comportamiento de los sindicatos está siendo impecable durante toda la crisis económica, aunque no siempre hayan sido bien entendidos, pero con el plan presentado hoy "se produce un punto de inflexión".

Toxo ha sido muy crítico con el Gobierno de España y de Europa, que, asegura, "están plegados a las exigencias de los sectores que están en el origen de la crisis y quieren imponer una salida a la misma". En este sentido, tras proclamar que no ha funcionado el G-20, ha asegurado que los mercados han estado campando a sus anchas, siendo el caso de Grecia el ejemplo más evidente.

Con el plan presentado y que está a la espera de ser aprobado el próximo viernes, "el Gobierno pretende incumplir los acuerdos del sector público" ha explicado el líder confederal de CCOO, y, ha concluido que "hoy se pretende imponer nuevos sacrificios a la sociedad española", con un plan cuyos efectos "pueden ser demoledores" sobre la economía y afectar al gasto social.

Toxo ha criticado que la iniciativa del Gobierno actúe sólo sobre el gasto y que la reducción de los 15.000 millones de euros descanse exclusivamente sobre los salarios públicos, un sector repleto de contratos temporales que en muchas ocasiones no alcanzan los mil euros. El Gobierno "está pidiendo un esfuerzo que no se puede pedir a esta parte de la población".

Por ello, el secretario general de CCOO ha explicado que se pide un reparto del esfuerzo "muy desequilibrado" que se olvida de los más poderosos y que, por ejemplo, no persigue el fraude fiscal. A su juicio, el plan también es "injusto y antieconómico" que reduce pensiones y elimina la retroactividad en las solicitudes para dependencia.

Para el responsable de CCOO, con este plan, "lo que se dice que se quiere corregir, se va a acentuar" y genera el lógico peligro de "contaminar el ambiente", cuando los acuerdos con el sector privado están en el aire. Es decir, que las medidas "llegan en el peor momento, cuando estaban a punto de lograrse acuerdos", por lo que "el Gobierno ha de aclarar el escenario en que quiere que se den los acuerdos".

Ignacio Fernández Toxo considera que existen vías alternativas como la redefinición de la política fiscal, cuya base se ha estrechado. "Es el momento de un gran acuerdo político y social que se centre en la fiscalidad y el sistema financiero, si no, este ajuste será el inicio de otros que llegarán antes de fin de año", ha asegurado.

Con todo, y pendiente de debates orgánicos y con UGT, Toxo considera que es necesaria "una contestación masiva de la ciudadanía".

¿La liamos?

Si quieres escucharlo, puedes hacerlo aquí y aquí.

1 comentario:

  1. Vale que España no es Grecia, pero allí se lió porque a los funcionarios también les ajustaron sus salarios. Lo que no sé es si la sociedad española está tan quemada como la Griega. Pero lo que sí que sé y coincido con Toxo es en quien va a terminar pagando la crisis, los que por cierto, ya la han empezado a pagar hace tiempo. ¿Dónde está la refundación de los sistemas económicos internacionales? ¿Ya nos hemos olvidado de ellos ahora que hemos vuelto a "la normalidad"? Ahora que tampoco veo a la sociedad española, ni a mí tampoco, en la calle con los cócteles molotov

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