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domingo, 29 de mayo de 2011

Guillermo Rayo, cantante, actor, showman…, busca lo imposible: un manager

A pesar de que le someto a un tercer grado, no me confiesa su edad, aunque tiene aspecto de chaval con experiencia, vital y artística. Eso sí, es capaz de hablar media hora sobre sus experiencias con el dentista, que parece tener un master en higiene bucodental.

Es Guillermo un derroche de energía y vitalidad que desborda optimismo y arte, mucho arte. Hemos podido verle en varios programas en la tele: Caiga quien Caiga; No disparen al pianista o El bazar, de Canal Plus. Aunque polifacético, confiesa que sus dos pasiones son la música y el teatro. Acaba de presentar un último disco, en el que está basadas sus actuaciones: Adicciones. Es artista, se autoproduce y…, no se le caen los anillos, que siempre mira adelante. También toca en una banda tributo a los Rolling Stones. ¡Ah!, y tiene carnet de payaso, por lo que ha venido colaborando con Payasos sin Fronteras.

En su disco le acompañan caras muy conocidas: Paco León, Alex O’dogherty, Bebe, Miguel Ángel Silvestre, Eva Hache…, y con muchos de ellos estudió en el CAT (Centro Andaluz de Teatro) entre 1992 y 1996. Fue esto una iniciativa del Ministerio de Cultura en Sevilla, “pero los que allí estuvimos estudiando nos encontramos en una especie de limbo que ahora estamos reivindicando que se nos homologue el título de Arte Dramático ya que realizamos cuatro años de estudios con un programa muy similar”.

Guillermo acaba los estudios en 1996, y después, tras un breve periodo en Madrid se marcha a Londres.

-¿A actuar?, le pregunto.

- En parte. Allí fui repartidor de sushi en moto. El restaurante en el que trabajaba se llamaba mosi-mosi, que significa “dígame”, con lo cual, cuando se respondía al teléfono venía a decir: “digame-digame, ¿digame?” Allí estuve durante un año y pico. Llegué sin saber inglés, pero aprendí, aprendí. -Me cuenta entre risas-

- Y vuelta a España…

- En 2000 me vuelvo a instalar en Madrid, grabo una cinta con veinticinco canciones y empiezo a actuar en los locales de la capital, bueno, termino actuando en prácticamente todos los locales: Café del foro, Galileo, Clamores… También en este año formó grupo, Rayo y Los Trueno (aquí están); con otros dos actores andaluces, Belén López y Manolo Caro, proyecto que dura hasta 2006, aunque continúo con el mismo grupo. De esta iniciativa surgiría la obra teatral Spain is INdifferent que estreno con Manolo Caro en la sala Triángulo.

El trabajo en televisión también es de esta época. Pasa por CQC, (mira aquí y lo recuerdas); No disparen al pianista (aquí lo ves), el Bazar de el plus…, en este programa hace algo que le llena de orgullo y satisfacción, en plan Borbón, las cantantrevistas, que eran entrevistas cantadas, como ésta que ves si pinchas AQUí.

Y es que Guillermo ha hecho de todo. Es absolutamente polifacético…

-Mis dos pasiones verdaderas son la música y el teatro, aunque soy un showman. Lo que realmente hago es un espectáculo teatral, son micromonólogos con gran importancia de la percusión. Es algo muy circense. En Adicciones se comprueba que mis canciones son la suma de…, profundidad, chirigota y circo.

- Con un estilo algo inclasificable…

-Es que no tengo ni idea de la música que hago – caracajea-. Mezclo merengue, funk, corrido, vals…

Visto el trajín que se trae con la música, le entro con las letras. Y le pregunto que busca con ellas

-Realmente lo que busco es algo muy complicado: un manager. –dice entre risueño y solemne-. No, en serio, sólo escribo canciones cuando las cosas que quiero decir las tengo claras. Lo que no es fácil es encontrar el tema, pero cuando encuentras el tema, la canción sale sola. Cuando escribo Caminito Marraquesh es porque he visto pateras. Cuando canto “señora, su hijo se droga”, es verdad, se droga con el consumismo, con la publicidad, está alienado.

- Y letras siempre en español, que ahora parece que la moda es cantar en inglés. Y después de tu experiencia repartiendo sushi…

- Las canciones, cuando son en tu idioma, tienen que hacer reflexionar. Mira, a mí me gustan los Beatles, pero decir “she love you , yeh, yeh, yeh”, como que dice poco. Cuando escribo una canción, puede gustar o no gustar, pero dice algo.

Con el lío que nos hemos traído con la ley antitabaco, llama la atención el tema Cigarreando, que parece fundamentalmente una metáfora. (aquí puedes verla, bueno y oirla). Y me explica:

- Mi padre murió de cáncer de pulmón y está canción nació pensando en él. Vengo a contar que la vida la vamos a consumir y cada uno decido cómo. En mi opinión, la droga más fuerte, dura y asequible es el alcohol, pero todo mata: el alcohol, el amor, la velocidad. Y bueno, cigarrear también significa “no hacer nada”, como la cigarra.

-¿Está ya todo inventado?

- Pienso que hemos quemado las canciones de amor, le hemos quemado a él y a ella; hemos quemado la sensibilización social…, yo apuesto por la libertad social.

- Veo en la carpeta del CD, que por cierto tiene un diseño precioso, que se autoproduce.

-Tengo el control artístico de todo y además los derechos de producción de todo. Estamos ante la caída de un sistema en que los beneficios iban a la empresa. Se acabó el tiempo de cláusulas del tipo: “reservamos al artista el derecho moral de las obras”, lo cual implica el derecho a no ser humillado; se acabó el tiempo de maxiestrellas porque el mercado no va a permitir más maxiestrellas. Soy de los primeros artistas empresarios, por eso juego en mi vestuario con una corbatita estrecha en mi atuendo.

Por cierto, Puedes ver a Guillermo Rayo el Sábado 18 de junio en el Colectivo La Latina, Calle Lucientes, 7

Si pinchas AQUÍ vas a su página.

Aquí os pongo cómo fue la grabación de Adicciones:


1 comentario:

  1. Conozco a Guillermo y aparte de ser un gran amigo, es una gran persona. Sus canciones no tienen desperdicio, llenas de ritmo y sentido enganchan cuando las escuchas. Recomiendo escucharle en directo es una flipada.

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