Respirar, lo que se dice respirar, ya respiraba yo cuando los Rolling y su Satisfaction eran una cosa modosa como ves AQUÍ. Luego, todos evolucionamos como ves AQUÍ.
Y claro, aunque suene contundente, hace cuarenta años ya sabía yo leer. Recuerdo que La piragua (la de la foto) fue mi primer libro. Un día estaba en casa lo cogí y lo leí. No es que fuera El Ulises de Joyce, pero hasta lo entendí. Jamás olvidaré esa sensación, que es igual a la que tengo cuando termino una novela que me ha llegado.
Eran esos días en que España se escribía con varias eñes, como siguen queriendo viejas glorias renacidas al fascismo, y que siguen en el poder. Esas glorias que hablan de Españññññññña. Eran esos días en que las calles eran en blanco chica de la cruz roja y negro sotana, aunque los sueños eran arco iris. Eran esos días en que Españñññña no hacía el ridículo en Eurovisión, ¡hombre pordios! Siempre en puestos de medalla. Ya tenía yo conciencia con ÉSTE segundo puesto.
Y hace treinta años, casi me quita el incipiente acné a hostias este tipo de bigote. Menos mal que el tsunami de la libertad permitió que…, ya hace 25 años, empezáramos a hacer las cosas muy bien… Sí hombre pincha AQUÍ, que te acordarás.
Luego…, hace veinte años, tener 26 años no era como ahora, que eras una persona mayor. Vamos yo ya cotizaba…Y muchas cosas se acababan. Queen lanzó su último disco con los integrantes originales de la banda. Parece que fue ayer ¿eh? Puedes verlo aquí, pero no, no fue ayer, fue hace veinte años.
Pero es que…, hace ya dos lustros que en la zona sienes empezaron a asomar tonos plateados, que van tomando posiciones de manera imparable. Y aquel día en que todo empezó a cambiar sin prisa pero sin pausa, tomé vía a los cuarenta. La segunda etapa de los treinta me dejó pasmado ante la televisión alternando a Ana Blanco en TVE 1 y Angels Barceló en Tele 5, creo que aquellos momentos caóticos, compartidos con la Barceló hicieron que me enamorara de ella un poco. Pero no sirvió de nada, sólo los príncipes se llevan a las chicas que presentan las noticias…
Ahora, cuando en lo que dura una legislatura me veré en los cincuenta, sigo al maestro Sabina:
“…
por decir lo que pienso sin pensar lo que digo
más de un beso me dieron (y más de un bofetón).
Lo que sé del olvido lo aprendí de la luna,
lo que sé del pecado lo tuve que buscar
como un ladrón debajo de la falda de alguna
de cuyo nombre ahora no me quiero acordar.
Así que, de momento, nada de adiós muchachos,
me duermo en los entierros de mi generación;
cada noche me invento, todavía me emborracho;
tan joven y tan viejo, like a Rolling Stone”.
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