Beso robado hace tiempo en París. Es momento de abrazar y besar. |
Cuando entramos en shock por un atentado terrorista de grandes dimensiones que
cultural y geográficamente es cercano, cada cual tiene derecho a pasar ese
duelo como mejor pueda, en libertad, sin agredir a nadie, sin imponer nada a
nadie. Un poco de silencio, meditar, besar, abrazar… quizá sean acciones recomendables
Nadie
puede obligar a nadie a rezar, ni a tomar cañas, ni a colgar banderas, ni a
dejar flores o encender velas para superar un shock o pasar un duelo. Pero el silencio respetuoso nunca está de
más.
El
viernes en París ha ocurrido algo espantoso. Cuando algo tan espantoso ocurre, como
aquel 11 de marzo en Madrid, aquel 7 de julio en Londres, o aquel 11 de
septiembre en Nueva York…, quizá lo mejor, en principio, sea hablar lo justo, meditar,
besar y abrazar.
En
ese silencio es en el que nos podemos preguntar por qué no sufrimos ese mismo shock cuando vemos en un mínimo espacio
de las noticias, atentados casi a diario que se llevan por delante a decenas de
personas como nosotros en Beirut, en Bagdad, en Siria, en El Cairo… ¿Por qué
casi ni nos inmutamos ante bombardeos israelíes sobre Gaza o ante una puñalada
a israelíes en plena calle?
El
silencio también es música. El silencio no es un paso atrás, sino una forma de
tomar aire para seguir adelante. Es imposible avanzar cuando en pleno fragor de
los atentados se machaca con un insoportable bla, bla, bla; se oye a
tertulianos en la televisión pública escupir más odio a diestro y siniestro.
Mañana lunes, a las 12 de la mañana, hay que gritar con el silencio
Cuando
aún no están claras todas las causas de la Revolución Francesa, analistas de
todo tipo y condición nos quieren dar todas las claves del porqué de una
masacre ocurrida hace dos días. Para más ruido, algunos políticos con olor a
elecciones generales, tienen clarísimo qué hacer y qué no hacer con una miope
visión de estado.
En
medio del dolor, la estupefacción, el espanto, la incredulidad, el miedo…, un
poco de silencio no viene mal. Y quizá luego, dentro de poco habrá que
manifestarse en las calles de toda Europa para que se visualice el rechazo a la
barbarie. Y habrá que hablar. Será el momento de la política y habrá que
dialogar soluciones con unidad.
Tras
un breve silencio para tomar aire habría que hablar entre todos. Incluso habría
que ver si hay alguien con oídos al otro lado de un subfusil de asalto. Habría
que ver si hay alguien con oídos dentro de un cinturón repleto de explosivos
para que nos explique qué quiere, para que explique por qué mata, para qué.
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Mañana, lunes. CCOO, UGT y CEOE han convocado 5 minutos de silencio en los centrso de trabajo para rechazar la barbarie terrorista.
Para saber más. AQUÍ.
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