Foto del momento. Las fotos buenas de @frlorente en el enlace de abajo. |
El
Auditorio Marcelino Camacho rebosaba esa energía de los grandes momentos, de
las grandes luchas. El Auditorio se quedó pequeño y hubo que habilitar otra
sala para seguir el acto a través de pantallas de televisión.
Además
de sindicalistas de todo el mundo, mostraron su apoyo a los encausados, con
sendos manifiestos, el mundo de la cultura (con la voz de Miguel Ríos) y los
profesionales del Derecho (con Antono Baylos y Yolanda Valdeolivas). Fue la
escritora Almudena Grandes quien condujo un acto cuyos verdaderos protagonistas
fueron los sindicalistas procesados y a punto de ser procesados, simbolizados
por los ocho de Airbus, para quien la
fiscalía pide un total de 66 años de cárcel. El juicio comienza el 9 de
febrero.
A
través de unos videos se visualizó la solidaridad del movimiento obrero
internacional. Jaime
Cedrún y Carmelo Ruiz, secretarios generales de CCOO y UGT de Madrid respectivamente,
recordaron luchas similares durante un pasado cercano: “el sacrificio de la
clase trabajadora durante la transición con huelgas, muertes y detenciones no
consiguieron que se dejase de luchar y por ello ahora tampoco lo van a lograr
porque no descansaremos hasta que devuelvan los derechos a los trabajadores”.
Procesos kafkianos
Pero
sin duda, las intervenciones que enmudecieron al auditorio fueron las de los
sindicalistas encausados, Ruben Ranz, miembro del equipo de trabajo de Comercio
de SMC–UGT y José Alcázar, representante de CCOO y portavoz de los ocho de
Airbus. Ambos relataron brevemente las kafkianas circunstancias que les han
llevado a los tribunales.
Alcázar
explicó que él y sus compañeros padecen esta situación “por pertenecer a una
empresa que ha sido un bastión en la lucha por la democracia protagonizando
numerosas huelgas generales sin ningún incidente. Siempre hemos sido un comité
de empresa ejemplar y nos sorprendió la provocación de la policía en la huelga
general de 2010 y los 7 disparos al aire que realizaron para dispersar la
concentración ante la puerta de Airbus”.
Lo
que también dejaron claro todos los encausados es su orgullo de sindicalistas,
así como ninguna muestra de arrepentimiento por algo de lo que no son
culpables. En este sentido, José Alcázar se dirigió a los partidos políticos
asegurando que si terminan en prisión, no quieren ningún indulto, sino amnistía
porque no han hecho nada.
Las
últimas intervenciones corrieron a cargo de los secretarios generales de UGT y
CCOO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo. Méndez denunció que las
acusaciones que se vierten sobre los encausados "no tienen ningún
fundamento" e hizo un llamamiento al Parlamento para que “con carácter de
urgencia se derogue el artículo 315.3 del Código Penal”.
Por
su parte, el secretario general de CCOO aseguró que “las luchas del movimiento
obrero han sido defensivas en estos siete años de crisis, con un paro de larga
duración que conduce a la gente a la pobreza y que ha llevado a nuestro país a
la desigualdad y a un retroceso en la calidad de vida”. Por ello, Toxo apostó
por la recuperación de la democracia y pidió a los partidos políticos que
gobiernen en esta legislatura –un gobierno de progreso al que están emplazadas
las fuerzas de la izquierda- la derogación de la Ley Mordaza y la reforma del
Código Penal así como el refuerzo de la Ley de Huelga.
Almudena Grandes
HUELGA NO ES DELITO.
PARECE MENTIRA QUE UNA AFIRMACIÓN TAN OBVIA, tan
indiscutible para cualquier ciudadano de un país democrático, sea el lema que nos
convoca aquí (...) Parece mentira, y sin embargo, no es extraño, porque las
cosas no pasan por casualidad.
La
extraordinaria presentación de la escritora Almudena Grandes arrancó criticando
que ha arraigado la idea de que “izquierda y derecha” son conceptos anacrónicos
para continuar la campaña de descrédito sufrida por el “movimiento sindical al
que se pretendió identificar con los fósiles de las eras pretéritas…”
Criticó
esa publicidad que ha conseguido “que nada esté tan pasado de moda como parecerse
a los demás, reconocerse en ellos, vincularse a los otros. Ningún verbo es hoy
menos glamuroso que compartir, nada nos resulta tan odioso como ponernos un
uniforme. Pero en el reino de las apariencias, nada es en realidad como parece”.
Grandes
insistió en esa campaña antisindical: “El descrédito del movimiento sindical
trajeron consigo la absoluta desorientación de la izquierda, que en algunos
países se ha diluido, en otros se ha suicidado, y en casi todos ha sido incapaz
de comprender los profundos cambios de la realidad que nos ha tocado vivir. La
consecuencia de todo esto ha sido la destrucción total y sistemática de las
trincheras donde nuestros antepasados podían parapetarse para resistir. Una vez
culminada, allanado el terreno como si le hubieran pasado un bulldozer por
encima, nos declararon la guerra y no encontramos la manera de organizarnos
para resistir”.
Intervención completa de Almudena Grandes, aquí.
La galería de fotos de Fran Lorente, aquí.
Manifiesto de la Cultura, leído por Miguel Ríos, aquí
Manifiesto de profesionales del Derecho, aquí.
Intervención completa de Almudena Grandes, aquí.
La galería de fotos de Fran Lorente, aquí.
Manifiesto de la Cultura, leído por Miguel Ríos, aquí
Manifiesto de profesionales del Derecho, aquí.
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