Vale. Ya sé que puede resultar poco atractivo dedicar el sábado por la noche para ver Documentos TV, pero lo hice. Un magnífico documental francés me dejaba perplejo con el primer dato que aportaba: la ONU necesitaría 40.000 millones de euros durante cinco años para erradicar la pobreza en el mundo, pero no tiene forma de encontrarlos. Sin embargo, esta cifra sólo supone el 0,5 por ciento del dinero privado que hay depositado en los paraísos fiscales.
Se calcula que hay más de 8 billones de euros ocultos en estos paraísos fiscales sin que sus propietarios paguen ni un céntimo a través de los impuestos, a sus respectivos países. En España, por bajar el salario en el área pública y congelar pensiones, se califica de valiente al presidente del Gobierno. Personalmente, diga lo que diga el argumentario del PSOE, dejaría de intentar identificar a Zapatero con el príncipe valiente, que la cosa puede funcionar como un boomerang.
Yo no sé cómo se le habría calificado si, en vez de arremeter contra los más desfavorecidos, la hubiera emprendido con los poderosos que han degenerado hasta el capitalismo, que nos han llevado a esta estremecedora crisis, que cada día son inmoralmente más ricos gracias al fraude, a la estafa, a los paraísos fiscales.
El sistema capitalista se ha pasado de rosca. La ausencia de reglas arrodilla a los gobiernos ante los mercados mientras billones de euros dejan de estar en la circulación. Cada céntimo que un supermillonario defrauda a las haciendas públicas es un céntimo que tenemos que poner el resto de los mortales.
Si incluimos a Ghana, primer país africano que se suma a estas prácticas inmorales, existen 73 paraísos fiscales, auténticas bestias negras del sistema económico. (Aquí os pongo un mapa).
"O se trata del mayor edificio del mundo o del mayor chanchullo fiscal", comentaba el presidente estadounidense Barack Obama cuando se enteró de que 18.000 sociedades tienen la misma dirección postal en las islas Caimán. El verdadero enemigo del sistema es el neosistema. Ya no hay que temer al comunismo de la Unión Soviética, casi no se habla de Bin Laden (qué sería de este hombre); el enemigo es el propio sistema. Yo creo que la solución pasa por coger a los ejércitos, ahora que aún no se han privatizado, y que invadan los paraísos fiscales. Y se desmantelen. Eso sí sería una medida valiente.
Los paraísos fiscales son una auténtica amenaza contra la democracia. Ya lo estamos sufriendo. Cuando alguien esconde sus dineros está reduciendo los ingresos fiscales de los estados (así nos va) y el progreso de esos estados: ni prestaciones sociales, ni educación, ni sanidad, ni infraestructuras. El Estado desaparece, con él, la democracia, y la desigualdad aumenta día a día. Los ricos, más ricos y los pobres más pobres.
Los paraísos fiscales surgieron en los años 40. Eran lugar de encuentro, como los viejos piratas, de las ganancias logradas por la prostitución, por el robo, por el tráfico de armas, de drogas… El sistema capitalista ha ido permitiendo que se desarrollen y ahora también se dan cita grandes empresarios y golfos de la política como el PP del caso Gürtel, que el dimitido Bárcenas, el hombre de los dineros del PP de toda la vida, parece que se conocía bastante bien la ingeniería para moverse por esas cloacas aúreas.
El G-20 decía que iba a meter mano a los paraísos fiscales. Pero no ha hecho nada. Es una medida demasiado valiente. Y aprovecho para poneros este video sobre cómo se crea a un príncipe valiente, nada que ver con tomarla con empleadas y empleados públicos, con pensionistas, con familias pendientes de la ley de dependencia…
los paraisos fiscales son otra peli: "los intocables de Elliot Ness", no hay quien les meta mano...
ResponderEliminarWhere the money is..¿ Cuántos principes valientes se necesitarian ?...:-)
ResponderEliminarPor cierto me ha gustado mucho el video:-)
ResponderEliminarUn beso.
Pues tienes razón querida Bego, por eso nos hace falta un principe valiente. Pero ni Obama...
ResponderEliminarPensaba yo Abril que quizá te inspire algo el prínicipe valiente. Otro beso.