Desde primera hora del día que acaba han estado las radios recordando que eran el Día Internacional del Agua, una conmemoración que en nuestra región ha pasado desapercibida, fundamentalmente, porque este año no toca sequía. Que aquí sólo nos acordamos de Santa Barbara cuando truena.
Con todo, Esperanza Aguirre, provocadora como es, el día previo decidió inaugurar un campo de golf denunciado por ilegal por Ecologistas en Acción. Y hoy mismo plantaba el último árbol del Bosquesur. Su capacidad inauguradora es increíble, pero de proyectos, nada de nada.
Quizá, coincidiendo con el día, podía haber aprovechado para clarificar si su afán privatizador va a llegar al Canal de Isabel II, en plan la gran película de Iziar Bollaín, También la lluvia, que ya hable de ella AQUÍ. Las circunstancias evidentemente son diferentes, que nuestra sociedad del primer mundo está completamente paralizada, dormida, conforme, que no somos conscientes de las cosas importantes, como el agua, que es la vida.
Llegarán tiempos de sequía y volveremos a restricciones y a lamentarnos y a buscar alternativas dispares como la de Esperanza Aguirre de hace unos años consistente en bombardear las nubes, según el método israelí…
Y mientras Aguirre anda con su swing de arriba abajo buscando que la votemos por cómo juega al golf, su amiga la exprimera dama, en plan Hilary de los Legionarios de Cristo, babeando por ser alcaldesa de la capital cuando se quite de en medio a Gallardón, babeando éste por ser presidente del Gobierno cuando se quite de en medio a Rajoy, vigilado por Aguirre que babea por ser presidenta del Gobierno cuando se quite de en medio a Gallardón…, se me ha ido el hilo. ¡Ah, sí!, Ana Botella, de Aznar como dicen ellos, concejala de Medio Ambiente, en medio de una memorable intervención ha recordado que el origen de todo es el agua.
Por favor, no os podéis perder este video:
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