En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965.
En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...)
Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor.
Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión.
Alfonso Mauricio Roldán Panadero
Eso sí, en mi caso, el equinoccio de otoño es equparable al solsticio de verano. A pesar de la resaca, fuimos bajando la cuesta, que arriba en mi calle se acabó la fiesta.
Pues a mí las bicis no me caen ni bien ni mal, eso si... detesto a la mayoría de los ciclistas, al menos, los que transitan por la ciudad de Barcelona y que son un peligro para los padres, madres, abuelos, o abuelas acompañados por niños y/o niñas.
Dos atropellos he sufrido yo en un relativamente corto espacio de tiempo. Dos atropellos saliendo de mi trabajo en una calle (que en breve la verás ;-)y en la que hay un carril bici que va desde la montaña hasta el mar atravesando así toda la ciudad. Pues eso... a pesar del jodido carril bici he sufrido esos atropellos en la acera.
Joer con los ciclistas, muy ecologistas ellos, pero las personas (que también somos animales) les importamos una mierda!
Besitos para todos y para los ciclistas también, aunque un día de estos le rompa las dos piernas a alguno ;-)
Pues a mí las bicis no me caen ni bien ni mal, eso si... detesto a la mayoría de los ciclistas, al menos, los que transitan por la ciudad de Barcelona y que son un peligro para los padres, madres, abuelos, o abuelas acompañados por niños y/o niñas.
ResponderEliminarDos atropellos he sufrido yo en un relativamente corto espacio de tiempo. Dos atropellos saliendo de mi trabajo en una calle (que en breve la verás ;-)y en la que hay un carril bici que va desde la montaña hasta el mar atravesando así toda la ciudad. Pues eso... a pesar del jodido carril bici he sufrido esos atropellos en la acera.
Joer con los ciclistas, muy ecologistas ellos, pero las personas (que también somos animales) les importamos una mierda!
Besitos para todos y para los ciclistas también, aunque un día de estos le rompa las dos piernas a alguno ;-)