Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

domingo, 2 de mayo de 2010

Piaf / Edith Piaf / Elena Roger / No lamento nada


Siempre he sido muy de Edith Piaf, así que metimos en el presupuesto de la reforma necesaria un par de entradas (el quivalente a unos cuantos metros de suelo lijado y encerado) y nos fuimos al Alcalá, bueno, al Nuevo Teatro Alcalá a ver el musical basado en la vida del pequeño gorrión, de Edith Piaf.

Una breve pero elocuente entrevista en el último On Madrid con la protagonista, Elena Roger, califica la interpretación de ésta como “brillante”, un adjetivo repleto de matices. Y, efectivamente, la Roger está sobresaliente, admirable.

Va a hacer tres años que vi en el cine La vie en rose (en el desaparecido Canciller, hablando de cierre de salas). En la película también era impactante la interpretación de la oscarizada Marion Cotillard, y es que la fuerza de Edith Piaf es todo un lujo para una actriz.

Cierto que en dos horas es complicado resumir una vida, especialmente tan trágica como la de la Piaf, pero eché en falta unos minutos iniciales dedicados a la infancia de la cantante, algo que sí vimos en el filme. La infancia de Piaf fue fundamental para marcar su vida: hija de padres alcohólicos, cuidada por una abuela que la crió con vino en vez de agua, vivió en el prostíbulo regentado por su tía; quedó ciega por una meningitis aunque recobró la vista milagrosamente… Siendo muy joven tiene un bebé que morirá también de meningitis en medio de la miseria de las calles de París.

El musical hace más hincapié en la Piaf madura y su atracción por los hombres, bueno, y mujeres como su amiga Marlene Dietrich (en la foto). Es una Piaf que busca en el sexo consolar su miedo, su pánico a esa soledad que la persiguió desde que nació. Una Piaf que vive la vida como una tragicomedia, con un momento especialmente doloroso: la muerte de su amante en accidente de avión después de que retrasara su marcha por las súplicas de ella. Si el alcohol la mantenía en vida, la morfina se apoderará plenamente de su alma. El deterioro físico de la Piaf es espléndidamente trasladado en la escena.

Pero ese deterioro físico y esa vida de dolor y tragedia son seguramente elementos necesarios para que Edith Piaf llegará al corazón cuando cantaba. Como se rememora en el musical, un crítico del New York Times aseguraba, durante la gira estadounidense de la Piaf, que parecía imposible que cantando en otro idioma se pudiera llegar al corazón de los espectadores. Tan de acuerdo estoy que me sobran los dos temas versionados en español (como hacen con este de aquí).

Y como también trasladan en la escena, cada vez que actuaba se desfondaba, lo daba todo, buscaba un orgasmo, era como otra adicción, otra forma más de huir de sus horrores. Era el placer de cantar y conectar con el público a través de las emociones, aún obviando la técnica. Algo que no le ocurre a Elena Roger, que en su voz y su interpretación sí hay técnica. Hay un imposible chorro de voz que brota de un cuerpecillo. Hay emoción e incluso una modulada vis cómica.

La Piaf, el pequeño gorrión, tenía necesidad de cantar para vivir, y además no quería olvidar de dónde había salido, por eso ya en la cima de la fama, muchas veces cantaba por las calles, y se reía del género humano cuando alguien comentaba, “canta como Edith Piaf”, y alguien respondía, “sí hombre, donde va a parar”. Y es que la firma hace mucho.

Aquí os pongo un video de la Piaf original, con otro de los temas que tengo en el listado para cuando palme (ya sabéis, junto con My way, Chopin y tal…) . Aunque también sirve para cambios radicales en la vida. Quizá sirva para inaugurar casa tras la reforma necesaria.

Es una actuación en directo un año antes de su muerte, en 1962, ya muy, pero muy deteriorada. Debajo la traducción:



No, no lamento nada

No! nada de nada,
No! no lamento nada
Ni el bien que me han hecho,
Ni el mal,
Todo eso me da igual!

No! nada de nada,
No! no lamento nada.
Está pagado, barrido, olvidado...
Me importa un bledo el pasado!

Con mis recuerdos
He encendido el fuego,
Mis penas, mis placeres…
Ya no los necesito!

Barridos los amores
Y todos sus temblores,
Barridos para siempre,
Vuelvo a empezar de cero.

No! nada de nada,
No! no lamento nada.
Ni el bien que me han hecho,
Ni el mal,
Todo eso me da igual!

No! nada de nada,
No! no lamento nada.
Porque mi vida,
Porque mis alegrías,
Hoy comienzan contigo... !

5 comentarios :

  1. Me gustó tu entrada de hoy. Para mi gusto, la técnica tanto vocal como física de la actriz hace que pierda emoción su interpretación. Y si algo que me falla es la historia que también se queda algo coja, maravillosa la escenografía y la iluminación.

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  2. ¡ Me encanta la Piaf y éste tema concretamente me pone los pelos como escarpias tiene una fuerza tremenda y es verdaderamente una declaración de principios como el My Way de Sinatra. La vie en rose suena en mi apartamento continuamente aunque la vida del 'pequeño' Ruiseñor no fuera para nada de ese color.
    Me gustó la peli de Marion Cotillard, estuvo magnifica. El musical que comentas no he tenido el gusto.
    Un abrazo ;-)

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  3. Estupenda la Piaf, como siempre lo fue. Estuvo todo el tiempo en vanguardia. Imposible olvidarla, sobre todo, en aquella época. Gracias Alfonso por recordárnosla.
    Romuald

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  4. Que interesante esta entrada, Alfonso, me encanta aprender las cosas que nos cuentan. Ahora mismo me apunto esta película para verla, la verdad es que la tenía pendiente y se me había olvidado. Me alegro que fuerais al musical, hay que dejarse dinero en el teatro, :-)

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  5. Virginia. Pues eso que en la historia algo se queda cojo más allá de la Piaf. Querida Abril, debe ser magnífico su apartamento con La vie en rose como fondo de esos magníficos dibujos. Y sí Romualdo, la Piaf, pienso yo que actúa un poco como el Pepito Grillo de nuestra conciencia, y por eso también nos emociona. Bego, si ves la peli en casa, mejor por la noche y con luz tenue. Mejor deja la plancha y disfruta de los temas musicales.

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