Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

lunes, 22 de junio de 2015

Nuestro último verano en Escocia: brillante humor negro

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Hemos pasado unas jornadas con epicentro en Madrid en las que el humor negro ha sido el centro del debate. Yo, que soy nieto de marmolista por parte materna, siempre he tenido muy claro qué es el humor negro. Sin ánimo de filosofar ni polemizar, el humor negro, el que siempre ha estado presente en mi familia, nunca ha sido ofensivo. Una vez dicho esto me he encontrado con una película en la que el humor negro es tratado de una forma brillante, elegante, emotiva: Nuestro último verano en Escocia (What We did in Our Holiday) Sonreir a costa de la de la guadaña es un ejercicio importante y quizá más complicado de lo que pueda parecer.

Es una cinta que rebosa humor ácido e irreverente. Los temas que trata invitan a ello: la muerte, la hipocresía de los adultos, la separación, los problemas familiares actuales, incluso una pincelada de tensión nacionalista entre Escocia e Inglaterra. Claro, si a este gazpacho le añades la mirada sincera de la infancia el resultado es un tierno ¡zas! en toda la boca a los mayores. En definitiva, a quienes vemos la peli, que no podemos por menos, que esbozar una sonrisa.

La cuestión es que una familia cuyos padres están al borde de la ruptura matrimonial se dirigen a Escocia a pasar las vacaciones para celebrar el cumpleaños del abuelo paterno, un abuelo maravilloso que padece una enfermedad terminal. Las circunstancias se lían entre mentirijillas y mentiras. Situaciones típicas que se verán solventadas con una idea muy vikinga y marinera. Hasta ahí puedo escribir.

Director: Andy Hamilton, Guy Jenkin.
Guión: Andy Hamilton, Guy Jenkin.
Reparto: Rosamund Pike, David Tennant, Billy Connolly, Celia Imrie, Emilia Jones, Ben Miller, Amelia Bullmore, Bobby Smalldridge, Alexia Barlier, Imogen Toner, Kirstin Murray.
País: Gran Bretaña.


jueves, 11 de junio de 2015

Requisitos para ser una persona normal

Desde hace mucho tiempo me gusta provocar el debate sobre qué es una persona normal, qué es lo normal. Allá por 2011, con Rajoy como excusa, escribí  Rajoy, lo habitual, lo normal y las preguntas. En esta última campaña ha sido Pablo Iglesias, el secretario general de Podemos quien ha insistido en que los líderes de este partido son “gente normal”, que visten normal y tal. Claro, esa afirmación tiene truco propagandístico porque a la masa aborregada nos gusta ser “normales”. Dicho esto, en la primera escena de Requisitos para ser una persona normal, nos encontramos en una entrevista de trabajo a una treintañera muy preparada a la que preguntan: ¿eres una persona normal?

Claro. Ella responde que sí y enumera una lista de mentiras que implican ser feliz. Esto es, además de tener trabajo, tener casa, tener pareja, tener vida social, tener aficiones, tener vida familiar y, en definitiva, ser feliz.

Así que, aunque nuestra protagonista, María de las Montañas, no consigue el trabajo, se propone ir cumpliendo toda la lista apoyada por un nuevo amigo, Borja, un tipo particular que nos enseñará lo romántico que puede ser un “horno holandés”, algo que no aparece en la lista de María de las Montañas.

La peli es entrañable y nos dibuja una sonrisa. Su alma naif y algunos de los recursos a mí me evocan a Amelie. Si andas por los treinta años seguro que te llega cerca. Y si no tienes claro que es ser normal, pues también.

Dirección: Leticia Dolera.
Guión: Leticia Dolera.
Reparto: Leticia Dolera, Manuel Burque, Silvia Munt, Jordi Llodrà, Miki Esparbé, Alexandra Jiménez.
País: España.

lunes, 8 de junio de 2015

La profesora de historia o mejor "Les héritier"

No, no, no, no. No se trata de la típica película de profe en clase de alumnado rebelde o casi delincuente. Bueno, en parte sí, pero estamos hablando de una historia real en la Francia de la Libertad, la Fratenidad y la Igualdad. La historia, no es sólo la historia de una profesora de historia. Es algo más, por eso, el título original es "Les héritier" (Los herederos). 

El cine francés parece que anda más preocupado que el nuestro por esa agitación de las mareas. El otro día os hablaba de Hipócrates, que versaba sobre la sanidad. Es decir, sobre la Marea blanca. Esta Profesora de historia, encaja en la Marea verde, o sea, la de enseñanza. 

En ella está presente algo tan importante como es la vocación, algo tan importante como es la enseñanza pública como base fundamental para que un país funcione. Profesores, profesoras con vocación son capaces de seducir en ese momento tan inestable como es la adolescencia. Pueden influir en sembrar tolerancia y evitar los extremismos talibanes sean del signo que sean. En Francia, eso sí, cuentan con el sacrosanto laicismo.

Viendo la película me acordaba de los terribles acontecimientos vividos en Madrid recientemente, en el Instituto Jaen, en el que una joven alumna se suicidó el pasado mes de mayo, en el que al acoso, la violencia, están a la orden del día. No. No son guetos. Hay solución y esperanza mientras el propio sistema no quiera acabar con el sistema de educación pública.

Más allá de que en la peli se cita incluso a los republicanos españoles que murieron luchando contra el nazismo, creo que no es buena la traducción que se hace del título. Como explica la directora de la cinta, el título fue lo último, "me place que la película se asocie a la juventud actual, multicomunitaria, multiconfesional. No se suele aplicar ese término sobre esos rostros y sin embargo, me parece que la película se articula por la cuestión de la herencia. ¿Qué se hereda?, pero también. ¿qué se deja a nuestros herederos?, ¿qué se hace de su historia?, ¿es posible ignorarla, comprender la historia de los otros?, ¿qué se conserva?"

La cinta es también un canto a la esperanza y la autoestima de adolescentes sin futuro, "tengo más fe en vosotros que la que vosotros tenéis...", espeta la profesora a sus alumnos. Ello, a cuento del reto a que les somete. ¿Serán capaces de participar en el concurso nacional sobre qué significa ser adolescente en un campo de concentración nazi? 

Directora: Marie-Castille Mention-Schaar.
Guión: Marie-Castille Mention-Schaar.
Reparto: Ariane Ascaride, Ahmed Dramé, Geneviève Mnich, Xavier Maly, Martin Cannavo, Noémie Merlant, Stéphane Bak.
País: Francia.


lunes, 1 de junio de 2015

Agurtzane Estrada e Iñaki Urdangarin, huesos y sentimientos de cristal

Iñaki, Agurtzane y "Los sentimientos de cristal".
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Agurtzane Estrada e Iñaki Urdangarín (sí, has leído bien y anécdotas tiene para aburrir) han parido un librito mágico tal como os conté hace cosa de un mes: Sentimientos de cristal. Leí el libro y busqué a Agurtzane e Iñaki por el bilbaíno barrio de Santutxu. Allí se celebraba la I Feria del Libro del barrio y allí estaban ellos desprendiendo vitalidad y sonrisas, atendiendo a todo aquel que se quería acercar. Iñaki en su silla de ruedas y Agurtzane en pie sin perder ojo. Empezando por el final, os diré que Agurtzane ha puesto en positivo la crisis de los 50 y que Iñaki es un “soldado raso del amor” a quien, según cuenta con gracia, a eso de los 18 años, los militares fueron a buscar a su casa para hacer el servicio militar. Si en el amor es soldado raso, en las milicias, evidentemente no llegó ni a recluta. Pero es lo que tiene la “inteligencia militar”, que diría Groucho Marx.

“¡A tomar por saco! Es el momento del cambio”, se dijo Agurtzane, “voy a hacer lo que quiero”. Y lo que quería era escribir y publicar su sentimientos, Sentimientos de cristal. A Iñaki le conoció por facebook y fue quien la empujó “sin normas” a lanzarse a la aventura, una aventura mágica con sólidos pilares porque como dice Iñaki “todo el mundo tiene derechos y obligaciones con la sociedad”. Esa base es la que hace que parte de lo que se recauda por los Sentimientos de Cristal vayan a parar al niño Lucas Argoitia, embajador de la Osteogénesis Imperfecta (O.I.), o sea, los huesos de cristal, la misma enfermedad que padece Iñaki.

En Santutxu, repartiendo libros y sonrisas.
Agurtzane, con tanto brillo en los ojos como elocuencia va relatando su aventura. Cómo tuvieron que crear una asociación para poder donar una parte de la venta del libro; cómo esa asociación no tiene límites a la hora de aportar herramientas que ayuden física y emocionalmente a quien lo necesite; cómo de una forma casi mágica todo va surgiendo; cómo una cosa lleva a la otra…

Entre sorbo a un zurito y mordisco a un pintxo de tortilla con setas me cuenta Agurtzane que ella es de Barakaldo, ¡jolín! aunque recaló en Bilbao, en su Santutxu. Desde su infancia en Barakaldo, con cinco o seis años, escribía. Piensa que escribir “es una forma de ahorrar en psiquiatras”, y no falta razón. “Cuando estás cabreada, o tiras cosas al suelo,
o escribes, y creo que es mejor escribir”, explica con seguridad. Y claro, yo asiento.

Los sentimientos no son tonterías


Y ella misma se convierte en un libro abierto cuando me habla de sus Sentimientos de cristal, “muchas personas me dicen que se sienten muy identificadas con los textos porque todas las personas nos sentimos, de alguna manera, incomprendidas. Eso hace que nos sintamos solas. Son sentimientos que no manifestamos”. Asegura Agurtzane que con su hijo aprendió mucho. Aprendió por ejemplo que eso que decimos “vaya tontería”, no es ninguna tontería, porque los sentimientos no son tonterías. “Eso sí, a veces te das cuenta de que puedes estar mal por una tontería”.

Tiene claro la poetisa que no puedes cargar tu espalda con una mochila repleta de sentimientos que te hacen sufrir: el desamor, la muerte…, y dejar de sentir es imposible…

Claro, cuando es Iñaki desde su posición quien habla de “cosas que trastocan más que una silla de ruedas”, pues te planteas muchos asuntos. “Lo malo es el run-run de dentro que te amargando, la mierda que llevas dentro y no quieres ver. El verdadero run-run no es de ciegos o cojos, sino de enfermedades emocionales a las que hay que enfrentarse”, explica el soldado raso del amor. Un tipo que tiene un coche al que ha hecho tropecientos mil kilómetros. Una cuenta que es que a mí no me sale ni haciendo un Madrid-Bilbao-Madrid una vez al mes. Y es que claro, él es de Donosti y durante mucho tiempo ha estado yendo y viniendo sin parar a Cantabria…
Momento selfie. Se salva Agurtzne, evidentemente.

Agurtzane e Iñaki no paran. Sólo hay que ver sus perfiles en Facebook. La más inminente convocatoria es el próximo día 6, una cena solidaria. Y luego el certamen de octubre, y el festival multicultural…, un no parar que sólo pueden llevar a cabo con la energía que transmiten e intercambian, que sólo pueden, podemos llevar a cabo despojándonos de miedos o como dice el gran Iñaki , “tirando las muletas emocionales y echando a andar”.

Para saber más: