Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

martes, 18 de diciembre de 2012

El PP de Madrid entre Goebbels y el KGB


Hoy, como tantas veces, Fran Lorente se dirigía a unas ruedas de prensa para fotografiar y, ya de paso, twittear en lo posible. Las ruedas de prensa no eran en un lugar privado, sino en donde reside la soberanía del pueblo de Madrid. Eso tan anticuado que empezó a tomar forma tras la revolución francesa, allá por 1789, después de guillotinar a unos cuantos que pensaban que la ciudadanía no era ciudadanía, sino una masa de súbditos.
Javier Amigo, a la izquierda,  llamó "hijoputa" e intento expulsar a Fran Lorente. El PP traspasa todos los límites.

La Asamblea de Madrid, el parlamento madrileño, es donde reside la soberanía de los madrileños y las madrileñas y donde la mayoría absoluta del PP está a punto de poner la puntilla a la sanidad pública. Hoy se hablaba de ello en la Asamblea y allí se fue Fran en su bici.

Con toda normalidad, Fran se colgó su credencial de prensa, que la Asamblea es la casa de la ciudadanía pero no es tan sencillo el acceso de la ciudadanía.

Desfilaron los de IU, los del PSOE y, cuando estaban haciendo la rueda de prensa los del PP, irrumpieron trabajadores y trabajadoras de CCOO para denunciar gastos impensables del anterior consejero de Asuntos Sociales, como ves aquí. La irrupción fue para repartir entre los medios de comunicación un dossier sobre el mencionado Salvador Victoria.

Fran hacía su trabajo como todo el mundo, incluidos los trabajadores de Telemadrid con sus chalecos reivindicativos, pero hete aquí que al responsable de prensa del Grupo Popular, Javier Amigo, no le gustó la presencia de un fotógrafo de CCOO. En un alarde de profesionalidad, educación y defensa del derecho a la información le espetó a Fran que era un “hijoputa” y nervioso, muy nervioso porque ya han perdido los papeles, sobrepasó todos los límites reclamando a un miembro de seguridad que echara a Fran de allí mientras el propio responsable de prensa le quitaba el teléfono móvil de las manos.

O conmigo o contra mí es el único lenguaje que entiende el PP. O vocero, o al exilio. Fran no ha querido generar un problema institucional y se ha marchado. Javier Amigo, su actitud incalificable, a medio camino entre Goebbels y el KGB es la muestra de lo que está ocurriendo. Están nerviosos, quieren arrasar con todo, pero…, no lo van a lograr.

Ellos, con Ignacio González a la cabeza, tienen cuerpo de chistes, pero no tienen escrúpulos ni vergüenza ¿Es normal que un jefe de prensa llame hijodeputa a un fotógrafo que está trabajando? Piensan que, como en 1789 en Francia, somos súbditos. Les pone nerviosos que nos roben hasta por ir en ambulancia mientras ellos están comprando los garbanzos con nuestros impuestos. No somos súbditos, ni ellos reyes absolutistas por eso no habrá que lustrar las guillotinas. Supongo.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Reverte, tango, ajedrez, amor y sexo (El tango de la Guardia vieja)


Se me acabó el El tango de la Guardia Vieja. Como no podía ser de otra manera he disfrutado. Como no podía ser de otra manera, la historia, los personajes me atraparon; y, como no podía ser de otra manera, sentí llegar al punto y final. Está este Tango de la guardia vieja repleto de sensualidad, erotismo, de olores, fragancias, músicas, sentidos evocadores que a veces revientan en el sexo más salvaje. Está este tango que desborda amor. O quizá no tanto…

En plan friki fetichista buscando una firma del maestro y provocador.
Es Reverte, Arturo Pérez, que a veces erramos el Reverte, un auténtico genio de las palabras, de las historias. Es un dios creador de personajes que, como el maestro que es, para, templa y manda. Y ahí vamos los lectores por donde él quiere, sin darnos cuenta, que sus novelas son de meticulosa arquitectura con sólidos cimientos.

Obsesionado por la escritura, para respirar, entiendo, que tiene que sacar a pasear sus vísceras en twitter y en el permanente estado de provocación que, a veces muestra el más absoluto desconocimiento de la realidad. Quizá padece Reverte un hiperbólico sentido de la amistad; amistad fiel más que leal; amistad de “por ti hasta sin razón”, como alguno de sus personajes deja entrever; que es capaz de, por amistad, utilizar su púlpito para aporrear sindicalistas o quien haga falta porque un amigo suyo un día de huelga ha sufrido las iras en su local de no se sabe muy bien que piquete, u horda roja, o masónica, o sabe dios.

No deja de ser curioso cómo un maestro, un Cervantes de este siglo se transforma, a veces, en un simple Losantos, un cutre Herman Terchst, un vocero más de la caverna mediática, un lameculos de todo lo peor que nos trajo Esperanza Aguirre. Otrora, eso sí, compañera de viaje de mi loado novelista a cuento de los fastos despilfarradores de 1808 con dinero público. Aquí lo recordamos. Y aquí.

Le veo despellejar a políticos, a partidos, a sindicatos con la demagogia cutre salchichera de los extremistas de una y otra parte. Esa demagogia del todos son iguales que es difícil compartir.

Creo que Reverte es un currante, un obrero de las letras y, al tiempo, un marqués de las palabras. Escribir El tango de la Guardia Vieja, seguro que implica muchas horas de estructurar y documentarse, muchos desvelos y viajes; mucha disciplina. A Reverte le agradezco sus provocaciones insolentes y gratuitas a diestro y siniestro para evitar que le me mitifique. Gracias a sus insultos le veo como un español más: con sus odios, sus envidias, sus resentimientos, sus celos. Territorio comanche tiene mucho de ello. Muestra que no fue un periodista corporativista, pero desde luego, tampoco un gran compañero. Se quedó como dios al escribirla. Eso está claro. Un libro terapia donde los haya.

Con Reverte, a veces me ocurre como con Vargas Llosa, ¿cómo es posible que una persona que ha escrito La tía Julia y el escribidor tenga la sensibilidad social de un mejillón?

No tengo yo derecho a ser muy grosero con Pérez Reverte, que es la suya una galaxia diferente a la mía, pero…, bueno, al fin y al cabo tengo toda su obra comprada, leída e incluso regalada. Porque su obra, sus historias, sus personajes, cuando están entre mis manos son míos. Tienen las voces que yo quiero y, es más, puedo darles la bronca porque hacen cosas que no deberían hacer. O al revés.

Al fin y al cabo tengo toda su obra comprada y leída.
El tango de la Guardia Vieja tiene de todo ello. Es una novela en la que el glamour de esas viciosas clases más altas se enfrenta con lo más barriobajero, que aunque se vista de seda… Y los extremos se tocan.

Sin desvelar nada, este Tango puede ser la historia de un hombre, la historia de una mujer, la historia de un amor… Es, en mi opinión, todo ello. Es la historia de una relación. Una relación que pudiendo ser real, lo es de novela.

Y es una novela elocuente, al estilo Reverte, azoriniano; con sujeto, verbo y predicado. Muy de periodista. Esa cosa periodística también la veo en detalles del protagonista masculino, Max, un personaje que sabe quien controla la información: porteros, recepcionistas, secretarias; y sabe usar las propinas. Vamos, sabe buscar y cuidar las fuentes de información. Y periodístico resulta la contextualización histórica. Reverte nos sitúa históricamente con resúmenes de prensa de todo lo que acontecía, que la novela es un constante flashback, o analepsis que diría un castizo.

Sí es diferente este Tango de la guardia vieja al resto de la obra de Reverte, pero está presente el mar, la navegación y hasta un as de guía para…, el lector ya lo verá. Y está presente la amistad, la camaradería entre hombres. Esa camaradería que surge cuando se han convivido situaciones extremas. Camaradería militar que vivimos constantemente en Alatriste. Me gusta ese personaje que no aprece, pero está, el “conde Dolgorukis Bragation –cabo segundo legionario en la Primera Bandera del Tercio de Extranjeros”.

También está llena la novela de música al estilo Murakami (aquí lo ves)Música que nos transporta a Buenos Aires años veinte o a Sorrento años sesenta. Y un silbar. Tres veces un silbar: El hombre que desbanco a Montecarlo… Música que con olores y fragancias, a perfumes y a cuerpos, a manos, a espaldas desnudas, a nucas descubiertas…, a sexo nos transportan a la sensualidad…, o al lado más salvaje. Bueno, tampoco quiero generar falsas expectativas, que tampoco se trata de una novela erótica al estilo la sonrisa vertical.

Y España. También aparece España, “ese lugar triste, rencoroso y con olor a sacristía, gobernado por estraperlistas y gente mediocre…” (p. 289) .“El paraíso de la envidia, la barbarie y la vileza” (p.314).

La mujer, uno de los temas de debate reverteriano también está presente con alguna provocadora máxima: “Ninguna mujer, ni siquiera la mía, vale más de un billete de cien pesos o una noche en vela, a menos que uno esté enamorado de ella”. (p. 109) … “Después de todo, como el resto de las mujeres del mundo, ella no pedía otra cosa que ser convencida”. (p.453). Por no hablar de la ajedrecista… ¿Qué roles desempeñan las mujeres en la novela? Quizá eso dé para una tesis doctoral que soy incapaz de hacer.

De cualquier forma, buena parte del peso de la novela recae sobre una mujer, Mecha Inzunza (apellido vascongado, que me vuelve a recordar a Alatriste y sus vascongados), que merecería una entrada aparte y no voy a hacer por no destripar nada. Pero…, sí es una mujer enormemente atractiva con la que yo bailaría un tango y lo que hiciera falta. Una mujer que, ella sí, está enamorada.

También hay ajedrez. Fontanería de ajedrez. Y una partida aplazada… Al fin y al cabo, el tango y el ajedrez son metáforas de la vida misma.

¡Caray! En no sé en cuántos años sólo había publicado una entrada sobre una obra de Reverte, ésta, que me aguantó diez minutos en las manos. Supongo que me cuesta hablar del maestro sin poner a parir al provocador y evito hacerlo. En fin, cada cual tiene su Jekyll y su Mr. Hyde. De momento voy a ver de hacer otra entrada a cuento de El Tango de la guardia vieja.
  
¿Habéis leído la novela? ¿Os ha gustado?

martes, 11 de diciembre de 2012

75 años de Viento del pueblo: Poesía en la trinchera


En estos días estamos conmemorando el 75 aniversario de muchas tragedias. Pero dentro de la desgracia, como una reacción irrefrenable, también estamos en tiempo de rememorar reacciones al golpismo, a la intolerancia, con la palabra como única arma, con versos batalladores, enérgicos como sólo Miguel Hernández era capaz de crear. En estos días conmemoramos la aparición del libro de poemas Viento del pueblo. Un libro dedicado a Vicente Aleixandre, y cuya elegía primera es A Federico García Lorca.

Muchos poemas de este libro fueron años después tremendamente populares gracias a las versiones musicales, como Vientos del pueblo me llevan, El niño yuntero, Aceituneros

En esa dedicatoria, en la que venera a Aleixandre y a Neruda, deja claro Miguel que a ambos les hizo poetas “la vida junto a todos los hombres”. Es Miguel un poeta del pueblo con un destino claro: “Nuestro destino es parar en las manos del pueblo. Sólo esas honradas manos pueden contener lo que la sangre honrada del poeta derrama vibrante. Aquel se atreve a manchar esas manos, aquellos que se atreven a deshonrar esa sangre, son los traidores asesinos del pueblo y la poesía, y nadie los lavará: en su misma suciedad quedarán cegados”, escribirá en la dedicatoria.

Y en esa dedicatoria descubrimos el sentido del título del libro: “Los poetas somos viento del pueblo: nacemos para pasar soplando a través de sus poros y conducir sus ojos y sus sentimientos hacia las cumbres más hermosas… El pueblo espera a los poetas con la oreja y el alma tendidas al pie de cada siglo”.

Además de Lorca, por las páginas de Viento del pueblo pasan personajes como Rosario Dinamitera o Pasionaria; y canta Miguel con épica guerrera a Euzkadi, a Sevilla, a Madrid…, a esa patria de la que el fascismo se apoderó simbólica y literalmente. Son cantos de heroísmo, de arenga revolucionaria en los que la juventud cobra protagonismo con poemas como Nuestra juventud no muere o Llamo a la juventud: “La juventud siempre empuja, / la juventud siempre vence, / y la juventud de España / de su juventud depende”.

El poeta de Orihuela se sentía un hombre del pueblo, y ello marcará este Viento del pueblo. Para él, la poesía es esencia misma del pueblo y tiene su raíz en la tierra; el poeta es el intérprete de sentimientos colectivos cuya misión es conducir a las personas hacia las realidades poéticas, reflejo de las realidades vivas. Por ello, el destino de la poesía es el pueblo mismo.

Miguel Hernández en dibujo de Buero Vallejo
Poesía de batalla

Los poemas de Pueblo del Viento se fueron escribiendo desde el verano de 1936 hasta verano de 1937. Aparecieron en diversas publicaciones periódicas como las revistas El mono azul, Mediodía, Nueva Cultura y Hora de España, numerosos diarios de distintas ciudades, y otras hojas impresas de unidades militares y periódicos de los frentes. Muchos de ellos los recitaba su autor en las trincheras, en los campamentos. A principios del verano de 1937, fueron recogidos en el volumen que publicó la sección de ediciones del Socorro Rojo, imprimiéndose en Valencia.

Sin duda, el mayor patetismo se halla en los poemas de tema social como el desgarrador Niño yuntero, musicado por Serrat. Pero todos los poemas sociales muestran el dolor compartido y la denuncia expresa contra la injusticia capitalista y en defensa de las clases oprimidas. Lo vemos en El sudor, Las manos, Aceituneros, Jornaleros

Con Canción del esposo soldado, lo social y lo amoroso confluyen: “Espejo de mi carne, sustento de mis alas, / te doy vida en la muerte que me dan y no tomo. / Mujer, mujer, te quiero cercado por las balas, ansiado por el plomo”.

Son palabras de un hombre sincero, tan sincero que asegura: “Yo empuño el alma cuando canto”.

Hay espacio también en este libro para la increpación al fascismo italiano con Ceniciento Mussolini: “Dictador de patíbulos, morirás bajo el diente / de tu pueblo y de miles. / Ya tus mismos cañones van contra tus soldados, / y alargan hacia ti su hierro los fusiles / que contra España tienes vomitados”.

Desde el poema que se mire, Viento del pueblo es un visceral amor a la tierra y a ese pueblo al que se propone defender con la palabra, con el verso.


lunes, 10 de diciembre de 2012

Mariano Crespo y Bailando con Charlie Parker


Mariano con su libro fotografiado por Fran Lorente

Ya pasó la cincuentena Mariano Crespo, trabajador de las palabras escritas y habladas desde sus inicios en Radio Juventud, en 1974. Mariano, además, es compañero, que fue redactor jefe de Tribuna de la Administración Pública, de la FSC de CCOO. En los últimos tiempos, participó en Madrid Sindical y ha dirigido y presentado los programas La cuadratura del círculo y Proyecto ADN, en Radio Círculo de Bellas Artes de Madrid. Ahora nos sorprende con un poemario, Bailando con Charlie Parker y otros secretos voluntarios.


Claro, entrevistar a Crespo, sabiendo que tiene un poema que versa sobre lo que es una entrevista, es duro. El poema, breve, dice así: “Defínase políticamente. / Es difícil. / ¿Pero usted votará a alguien? / Sistemáticamente a los que pierden. / ¿No quiere ganar? / Esa es una pregunta indecente para un niño frágil / de un barrio pobre donde todo conflicto se arreglaab / con los puños. / ¿Tiene algo que añadir? / No creo en las entrevistas / ¿Por qué? / Me he ganado la vida haciéndolas.

A pesar de ello, vamos a ello. Él, con su pausado hablar, buscando la palabra idónea con la melodía del fino sentido del humor. Insiste Mariano en la humildad de su libro al tiempo que recuerda los ERE que están padeciendo en Telemadrid, en RTVE…, y que están convirtiendo la profesión de periodista en “un infierno”.

- ¿Por qué este libro?
- Quería haber escrito hace bastante tiempo una novela porque siempre me dio miedo la poesía. No me creía con capacidad. Creo que la poesía es el escalón superior de la literatura, pero me he lanzado después de varias crisis sufridas en los últimos años, crisis que se han unido a la crisis que padecemos todos, claro. Curiosamente, todas las palabras empezaron a surgir en forma de poemas

- Un surgir que fue veloz…
- El libró se gestó muy rápido. Casi de repente me encontré con doscientos poemas y comencé a depurar intentando llegar a la esencia.

- Fuiste muy valiente.
Inquieto por las palabras, con sentido del humor...
- Tuve muchas dudas. Mis amigos decían que les gustaba. Claro, eran buenos amigos, mejores amigos que críticos y…, no me fiaba. Así, pedí opinión a personas como Marta Sanz, que también me dio una opinión favorable. Pero yo seguía sin creer. Y entonces recurrí a una persona que conocí en un acto del sindicato, Juan Carlos Mestre, premio Nacional de poesía, que fue muy generoso al escuchar mis poemas. Tanto, que fue quien dio título al libro. Mestre me reprochó que un poeta de izquierdas tiene que tener cuidado con el lenguaje. Si se cae en la trampa del lenguaje dominante puede hacer daño a mucha gente. Esa es mi única autocensura, no caer en latiguillos que puedan herir a personas.

- Vivimos agobiados por la actualidad. ¿Está tu libro también influido por la actualidad?
- Claro que todo está influido por la actualidad. Charlie Parker vivió la crisis norteamericana de 1929. Su hija murió porque no tenía dinero para comprar medicinas y él murió dos años después en medio de la amargura, la pobreza, la marginalidad. Esto te lo cuento cuando en Madrid toda la sanidad está movilizándose contra la privatización. La poesía es eso, recoger de la tristeza de nuestra cotidianeidad palabras que nos llevan a la belleza.

- ¿Sólo tristeza?
- La poesía puede ser alegre, pero no alegría estúpida, sino alegría emocionalmente inteligente. De ello hay en el libro. La vida me ha dado más bofetadas en los últimos cinco años que en los cincuenta anteriores.

- Con todo, ¿cuál es la esencia, el mensaje que quieres trasladar al libro?
- Está muy claro en mi prólogo. No nos podemos permitir el verbo claudicar. Esta generación debe expulsar el lastre, o sea, el aprendizaje; y quedarse con el equipaje. No todo puede ir en el mismo paquete, igual que los abogados de Atocha eran equipaje y sus asesinos, lastre.

- ¿Cómo llegaste a la poesía?
- Mi relación con la poesía es desordenada. En el colegio, con la enseñanza que se impartía casi rechazaba la asignatura. Luego, en la juventud viajé a Nueva York, allí, mi profesora de inglés me llevó a Cesar Vallejo, que fue quien me empezó a dar respuestas, con su poesía sobre qué es el ser humano.

Y anda estos días presentando Mariano su poemario, con amigos y entre amigos. Tuve la fortuna de asistir a la presentación que hizo Mariano en el Círculo de Bellas Artes flanqueado por dos amigos, Carlos Salem y Antonio San José.

Salem, poeta con espuelas, aseguraba que este poemario de Mariano, “mezcla de calle y biblioteca, no parece un primer libro de poemas”.

Y Antonio San José, amigo de infancia de nuestro poeta resaltó eso, “la relación de amigos”, que “siempre es de ayer”. Y destacaba San José de su amigo de infancia y juventud, que “es un hombre inquieto por las palabras, observador, con sentido del humor, con sensibilidad”; y “vividor”, en el mejor sentido de la palabra, como alguien que vive intensamente la vida.

Y luego, precisamente sobre Antonio San José, me comentaba Mariano que tenía el sueño de que le entrevistara en CNN plus…, pero ya lo decíamos, los ERE en los medios de comunicación están convirtiendo esta profesión en un infierno…

Sobre Mariano Crespo, pincha AQUÍ.
Sobre Juan Carlos Mestre, pincha AQUÍ.
Sobre Antonio San José, pincha AQUÍ.
Sobre Carlos Salem, pincha AQUÍ.

Es Mariano un tipo grande. Al menos a mi lado. En foto de Fran Lorente.

jueves, 6 de diciembre de 2012

6 de diciembre: Constitución incumplida. La calle arde.


Recuerdo que aquel día de 1978 los periódicos, muchos de ellos, incluían una banderita con los colores rojos y gualda y un “¡Viva la Constitución!” Al menos por la calle Atocha de Madrid fueron muchas las personas que colgaron estas dobles páginas. Otros ponían banderas y también sábanas blancas. En mi casa, como era costumbre, pues no se puso nada.

Parece ser que lo que estaba pasando era que se votaba la Constitución, redactada por personas de toda calaña política y territorial. Bueno…, no hubo padre de la Constitución vasco. Eso hay que recordarlo. A cambio, pues estaba Fraga, demócrata de hacía dos días. Tampoco hubo madre alguna de la Constitución, y se nota. Lo de “los padres” tenía bastante de paripé, vamos que se limitaron a juntar las palabras que iban acordando Alfonso Guerra (PSOE) y Fernando Abril Martorell (UCD), comisionados de lo que acordaban Felipe González (PSOE) y Adolfo Suárez (UCD). La música de la Carta Magna, pues ya vino dada, que quedaba todo atado y bien atado con una jefatura del Estado heredada por Franco.

Pero no seamos malvados. Si se aplicara la Constitución esto sería un país “social democrático y de derecho, que propugnaría como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político”. Ahí es nada. Y voy más lejos, la “soberanía nacional” residiría en “el pueblo español, del que”, emanarían “todos los poderes del Estado”. O sea que no estaríamos secuestrados por los mercados, por la banca, la prima de riesgo y Ángela Merkel.

La Constitución, con los años, se ha convertido en papel mojado, en un cuento, una leyenda, salvo para mantener una casa real cada día más desprestigiada, envuelta en escándalos, corrupciones y cacerías. Bueno, la Constitución debía tener un artículo muy importante, el 135, que se cambió sin consultar a nadie hace dos veranos y que le daba la soberanía a Merkel: “El Estado y las Comunidades Autónomas no podrán incurrir en un déficit estructural que supere los márgenes establecidos, en su caso, por la Unión Europea para sus Estados Miembros”. El rey y el déficit son lo único que los gobiernos se toman en serio de la Constitución en detrimento de sus súbditos.

Ahora. Más de treinta años después del nacimiento de la Constitución, España está en permanente estado de movilización ciudadana. Madrid especialmente por tener un Gobierno autonómico avanzadilla con la intención de acabar con todo lo público.

Para celebrar la Constitución, el ministro Wert decreta la provocación contra Catalunya, contra el catalán.

Ataca sin el ejercito el artículo 3 de la Constitución:


Igual que Gallardón ya ha hecho con el artículo 24, convirtiendo la Justicia en artículo de lujo con unas tasas inasumibles por la ciudadanía. Una Justicia que termina administrando el Gobierno de turno a golpe de indultos.


O como la banca hace con la complicidad del Gobierno y la policía alentado suicidios porque las personas no tienen un lugar donde vivir. Eliminan el artículo 47 impidiendo el acceso a una vivienda digna.


O como hace en Madrid Ignacio González desmantelando el artículo 43 de la Constitución. O sea, desmantelando la sanidad pública.


Algo que ya empezó haciendo Esperanza Aguirre con la Educación, poco a poco, despacio pero sin pausa están acabando en Madrid con el artículo 27 de la Carta Magna.


Y…, qué es acabar con Telemadrid y favorecer sin vergüenza al coro mediáitico ultra si no atacar al artículo 20 y la libertad de expresión.

Esa libertad de expresión que está siendo atacada al impedirse y reprimir el derecho de reunión pacífica como proclama el artículo 21. Madrid es hoy una ciudad tomada por la policía. Su delegada de Gobierno, Cristina Cifuentes, que parece quiere ser alcaldesa reprime manifestaciones indiscriminadamente y convierte la capital en una ciudad en estado de sitio.

Porque en Madrid hay decenas de manifestaciones de todos los sectores, de ciudadanos afectados a los que la Constitución no les sirve para nada, como las personas con discapacidad que se manifestaban el día 3 porque se quedan sin ayuda, contrariando el Gobierno el artículo 49.


Rajoy pasará a la historia como el más mentiroso presidente del Gobierno, que de abanderar la no subida de impuestos, sube el IVA con alcance confiscatorio  contraviniendo la Constitución en su artículo 31.


Igual que ocurre con el artículo 50. Se lo salta a la torera y deja desprotegidos a los pensionistas y jubilados.


Pero ese artículo que incumple el Gobierno con reformas laborales inconstitucionales es el 35, enviando a cientos de miles de personas al paro, y que está poniendo el país al borde de un estallido social.


En definitiva, si algo hay que celebrar hoy, es que hace treinta años llegó a las pantallas de nuestro país ET. Claro, ahora la peli está remasterizada y se puede ver en calidad blue ray. Esa es la cuestión, progresar, avanzar, mejorar.

(¡Ah! Muchas gracias a quien desde mayor conocimiento de las leyes que yo me ha ayudado a ir al turrón constitucional)