Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

domingo, 2 de diciembre de 2012

La hoja de ruta


El PP va cumpliendo, despacio pero sin pausa, su hoja de ruta. Con Madrid a la cabeza avanza como el caballo de Atila sobre derechos sociales y laborales, sobre lo público. Tan grave es el atentado contra la sanidad pública que todos los estamentos se han unido contra el gobierno regional. El desmantelamiento y paulatina privatización de la sanidad madrileña va del brazo de la enseñanza y el transporte.

El neoliberalismo extremo llegó a Madrid robando unas elecciones autonómicas y colocando a Esperanza Aguirre en el poder. Desde ese momento, Madrid se convirtió en laboratorio de manipulación en el que el despilfarro propagandístico iba emparejado con privilegiar medios de comunicación, auténticos voceros.

El PP ha ido socavando la radiotelevisión pública madrileña desde el poder. Cuanto peor, mejor. Ahora, parece que ha llegado el momento de asestar la puntilla. En Radio Nacional de España la audiencia escapa a borbotones desde que llegó Rajoy al Gobierno y se emprendió una increíble “caza de brujas”. La estrategia es la misma. La hoja de ruta va viento en popa: acaban con la sanidad, la enseñanza, hasta la Justicia gratuita.

La crisis les está viniendo de perlas para imponer una ideología que acaba con derechos sociales y laborales. Derechos que quieren hacernos creer que son privilegios. El mundo al revés, ellos son los privilegiados. Privilegiados sin escrúpulos que observan cómo la gente se suicida. Algo ha cambiado, en la crisis de 1929 se tiraban por las ventanas los banqueros especuladores. Ahora nos tiramos nosotros.

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