Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

martes, 27 de septiembre de 2016

Florence Foster Jenkins, te tienes que reir

Ya en este mes de septiembre vi en el plasma Madame Marguerite, una película francesa estrenada en abril de este año y ambientada en el París de los años 20. Una de estas cintas que se hace complicado ver en las salas porque se exhiben poco o no se exhiben. En Madame Marguerite se hace una adaptación muy libre de la historia de Florence Foster Jenkins (1868- 1944), una mujer real, excéntrica millonaria, “soprano”, que amaba profundamente la música pero que se salía del pentagrama por toda la rosa de los vientos. Pocos meses después, se ha estrenado la película británica protagonizada por Meryl Streep y Hugh Grant. Su título: Florence Foster Jenkins.

Meryl Streep es una Florence que me recuerda a aquella cocinera, Julia Child, que tantas visitas haregalado a este blog desde el año 2009. Es Florence una mujer que alcanza su sueño de cantar incluso en el prestigioso local neoyorkino Carnegie Hall. La cuestión es que lucha por su sueño, vale, pero lo alcanza gracias al dinero y a una gran mentira que lo envuelve todo.

Detrás de la gestión de esa gran mentira está su marido, Clair Bayfield (Hugh Grant), un hombre que adora a su esposa y hace todo lo posible y lo imposible para que sea feliz con la música e interpretando arias. La quiere, sí, aunque vive con otra mujer en lo que viene a ser un trío, cuanto menos, curioso. La magnífica pareja tiene otra pata. Se trata del pianista que acompaña a Florence en sus incursiones musicales, Cosme McMoon, interpretado por Simon Herlberg (sí, el astronauta de la serie Big Bang).

Lo que está claro que no tiene Florence es talento para la música. No me queda claro si es lo suficientemente trabajadora y disciplinada, pero sí queda claro que alcanza la fama por su ausencia de talento, directamente proporcional al tamaño de sus cuentas. A simple vista es entrañable por su mecenazgo a favor de la música en la ciudad de Nueva York (crea el Club Verdi); por otra parte es egocéntrica y vanidosa. Quizá despierte nuestra sensibilidad el saberla enferma. Quizá el ver que no tiene amigos, sino gentes, hasta el propio Toscanini, que la sablean para poder sacar adelante proyectos.


Es una película con un pastiche de sentimientos: amor, cariño, sueños, humor, tristeza, sinceridad... Es un bioopic que no está claro si cede a la comedia o al drama con una pregunta que no hago más que darle vueltas: ¿Era consciente de cómo cantaba?

(P.S. Recomendable verla en versión original).

País: Reino Unido Reino Unido.
Dirección: Stephen Frears.
Guión: Nicholas Martin.
Reparto: Meryl Streep, Hugh Grant, Simon Helberg, Nina Arianda, Rebecca Ferguson, Neve Gachev, Dilyana Bouklieva, John Kavanagh, Jorge Leon Martinez, Danny Mahoney, Paola Dionisotti, David Menkin, Tony Paul West, Philip Rosch, Sid Phoenix.




jueves, 22 de septiembre de 2016

Tarde para disfrutar con “Tarde para la ira”

La otra tarde no sólo vi llover, sino que disfruté con una película española que además es la primera cinta dirigida por el actor Raúl Arévalo. Tarde para la ira es un thriller con ritmo con una sólida estructura que nos va sorprendiendo poco a poco. Empapando. Es la historia de una venganza, ese plato que se sirve frío.

Si este guión lo coge Tarantino seguro que se crece y nos llena la sala oscura de tripas, sangre y entrañas, pero no es el caso. En Tarde para la ira las entrañas son más al modo Clint Eastwood con un magnífico Antonio de la Torre (José) que está entre eso: Clint Eastwood y…, Dustin Hoffman. Un Antonio de la Torre, que vuelve a oler a Goya, pero que ya debería dejarse seducir por sus otrora comedias.

A de la Torre le acompañan en un magnífico trío protagonista Luis Callejo (Curro) y Ruth Díaz y el añadido fundamental de Miguel Poveda en la banda sonora. La sinopsis de la película confiesa que en agosto de 2007, Curro entra en prisión tras participar en el atraco de una joyería. Ocho años después sale con ganas de emprender una nueva vida junto a su familia, pero se encontrará con una situación inesperada y a un desconocido José que le llevará a emprender un extraño viaje donde juntos se enfrentarán a fantasmas del pasado…

Personalmente creo que José es un genio que prepara, con tiempo eso sí, una partida de ajedrez de bella factura; más allá del uso de la violencia, claro. Una partida que nos trasladará a bares de cortezas y refritos, a carreteras inquietantes, pueblos de la España profunda y desfavorecidos barrios urbanitas madrileño (juraría que veo Usera en algunos planos).

Raúl Arévalo sabe del terreno en el que se mueven nuestros protagonistas y todos estos escenarios se llenan de venganza, violencia, ira… De delincuencia, matonismo, incultura… Y un par de preguntas que me desbordan: ¿es posible la rehabilitación?, ¿qué habría hecho yo?

País: España.
Dirección: Raúl Arévalo.
Guión: Raúl Arévalo, David Pulido.

Reparto: Antonio de la Torre, Luis Callejo, Ruth Díaz, Manolo Solo, Alicia Rubio, Raúl Jiménez, Font García.


sábado, 17 de septiembre de 2016

Madrid: frontera


Cuando Javier Manzano te dice que leas un libro, pues hay que hacerle caso. Y eso ocurrió con Madrid : frontera (editorial Arevés). Un fin de semana del pasado mes de julio abrí la novela de David Llorente y no la devoré en una jornada para dejar reposar lo que estaba leyendo. Me encontré con una narración nada habitual, escrita en segunda persona, repleta de acción, ironía, crítica…, una novela que destila deshumanización en un escenario apocalíptico con Madrid, el foro, como decorado.

En la novela podemos ver otro 15-M, con policías, desahuciados, suicidios. Vemos la ley mordaza, prostitución, persecución de inmigrantes. Rechazamos los uniformes, los curas, viajamos a un mundo con aborto ilegal. Viajamos entre cunetas y entre teatros convertidos en bancos. Reconocemos la Puerta del Sol, la Avenida del Mediterráneo, Gran Vía…

En Madrid: frontera, asistimos a un cercano futuro sin asignaturas de filosofía y literatura en las aulas. Es nuestro mañana, un estado policial en el que el más fuerte devora al más débil. Un mundo en que las personas pierden su identidad, “la madre de todas las desgracias”.

Madrid: frontera es una novela que pasa revista a mil historias a través de un buen número de personajes. Imprescindible se vives Madrid, aunque no vivas en Madrid; y si has perdido tu identidad, como esta ciudad. Pero también puedes leer
una trepidante historia, salpimentada con novela negra, la única forma que existe hoy día de tratar asuntos sociales desde la literatura.

Madrid: frontera me evoca pelis como Fahrenheit 451 y, por supuesto Cuando el destino nos alcance (Soylent Green)… Preguntaré a Javier Manzano, un tipo muy del foro, si sabe algo del autor, David Llorente.








martes, 13 de septiembre de 2016

Gernika, de símbolo antifascista a propaganda anticomunista

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Cuando no me gusta una peli no suelo hablar de ella, salvo que me indigne. Con Gernika, simplemente, hago una advertencia a tantas gentes de por aquí y de por allá que piensan que versa del bombardeo de Gernika, el pueblo vizcaíno mundialmente conocido por tratarse de un símbolo antifascista. Picasso tuvo mucho que ver en universalizar el nombre de Gernika y su símbolo. Nunca sabremos, salvo que en el Ministerio del tiempo le echen imaginación, que habría opinado el pintor malagueño horrorizado tras leer las crónicas de corresponsales como G.L. Steer.

También advierto que si alguien piensa que va a ver una película inspirada en este corresponsal, puede ahorrarse el tiempo y el dinero.

Si alguien cree que va a ver una película con una gran documentación histórica o militar de los sucesos de Gernika, también puede ahorrárselo. Es más, veo cierto tufillo Pío Moa y sus Mitos de la Guerra Civil en algún comentario del teniente coronel von Richthofen sobre la relevancia táctica del pueblo y ese tono despectivo hacia las tropas de Mola. Al fin y al cabo sus aliados.

En la película pintan una oficina de propaganda, con sede en Bilbao, parecida quizá a la que había en Madrid. Desconozco si en Bilbao hubo una oficina de propaganda bajo la supervisión directa de un señor soviético y estalinista con bilbaínos y bilbaínas bajo sus órdenes. Así, a bote pronto, se me ocurre que en Euskadi acababa de conformarse el Gobierno de Aguirre, compuesto por cinco nacionalistas, tres socialistas, dos republicanos y un comunista. Mucho poder veo yo cediendo al estalinismo todo lo relacionado con propaganda y censura...

También aparece una checa soviética en pleno Gernika. Claro, el asunto de las checas es muy sensible y para tratarlo, aun de pasada, hay que conocerlo bien. 

Pero bueno, que en aras de la libertad, uno se puede inventar lo que le dé la gana y explicar que son licencias cinematográficas o literarias. El problema es cuando conviertes un símbolo antifascista en propaganda anticomunista. La peli pierde la perspectiva y se desenfoca de tal manera que Gernika desaparece y se convierte en una historia anticomunista (vale, la cosa va contra Stalin) sin venir a cuento.

Perfecto criticar a Stalin, perfecta la trama de El elegido, que narra el asesinato de Trostky, pero Gernika… flaco favor a la historia.

Sí. El nombre de Gernika está a años luz de esta película a pesar de que cuente con la participación ETB, el Ayuntamiento de Bilbao (bonitos planos, eso sí; igual que del Arriaga), la diputación foral de Vizcaya, Ayuntamientos de Gernika, de Lekeitio, de Barakaldo, de Atxondo… Y no sé si por influencia de Ocho apellidos vascos, Canal Sur y Gobierno de Aragón.

¡Ah! si alguien piensa que va a ver una peli de amor, que se olvide. Este es un amor de sota, caballo y rey que, además, como podemos pensar que ahí está el corresponsal G.L. Steer, pues suena todo a falso, a no creíble. Demasiado estereotipo periodístico. Eso sí. A ver si algún día se hacen pelis de corresponsales al estilo Manu Leguineche.

Sobre Gernika y Steer, puedes leer aquí.


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Dirección: Koldo Serra.
Guión: José Alba, Carlos Clavijo Cobos, Barney Cohen.
Reparto: María Valverde, James D'Arcy, Jack Davenport, Burn Gorman, Irene Escolar, Ingrid García Jonsson, Julián Villagrán, Álex García, Joachim Paul Assböck, Bárbara Goenaga, Víctor Clavijo, Natalia Alvarez-Bilbao.
País: España


Dicho lo dicho, el tráiler es engañoso.



 

miércoles, 7 de septiembre de 2016

El elegido: hoces, martillos y un piolet

Los años inmediatamente anteriores a la Segunda Guerra Mundial fueron tan trágicos como repletos de esperanzas. La Guerra Civil española fue el centro mundial de esa tragedia y esas esperanzas. Tal como se relata en El Elegido, el asesinato de Trotsky a manos de Ramón Mercader acontece en ese tiempo; en un escenario ocupado por espías, engaños, mentiras y fanatismos.

Sin duda, El Elegido es una película para ver sin peligro de spoilear, porque es sabido que Trotsky, visceral enemigo de Stalin y viceversa, acabó con un piolet en la cabeza. Con todo, estamos ante un thriller político que abarca aproximadamente tres años: desde que Ramón Mercader es captado por el Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos de la Unión Soviética, el NKVD, o el GPU, o el OGPU… en definitiva, una sección del KGB; hasta el asesinato de Trotsky el 21 de agosto de 1940.

En ese tiempo asistimos al entrenamiento deshumanizador a que es sometido Mercader; a su cambio de identidad por la de Jacques Mornard; a su relación sentimental con Silvia Ageloff, secretaria de Trotsky a quien acompaña hasta México… Y sobrevolando siempre, Caridad del Río, la madre de Mercader. Por lo tanto, dos mujeres marcan esos años del protagonista: una madre stalinista que promueve a su hijo para ser un héroe y una novia trotskista, quizá extremadamente ingenua, a la que utiliza durante años para cumplir su “misión”.

Más allá de esos personajes principales, en la película aparece un secundario con un pequeño pero decisivo papel, el capitán comunista Carles Vidal (Roger Casamayor), a quien Mercader salva la vida en el frente español. Un personaje que desconozco si es histórico o de ficción, pero que quizá aporta humanidad o, mejor, humanismo, en un mundo de sectarismo y tropelías.

Thriller político

El elegido es trepidante, intrigante, elocuente. Además evidencia un importante trabajo de documentación en el que se intuye Asaltar los cielos (1996), imprescindible documental de Javier Rioyo, que profundiza en la vida de Mercader. La famosa y actualizada frase de Marx, que da título a este documental, venía a cuento por el peculiar asalto a los cielos que los protagonistas emprenden, más allá de la democracia y las urnas.

Cuenta El elegido un momento crucial de la historia contemporánea, quizá no suficientemente tenido en cuenta, pues, como asegura su director, Antonio Chavarrías, Trotsky “era el único hombre que tenía suficiente autoridad y prestigio para enfrentarse a Stalin. Esa muerte cerró la posibilidad a cualquier cambio de rumbo en la Unión Soviética”. Todo ello, eso sí, a punto de comenzar la guerra que enfrentó al mundo.
Recomendable, además, disfrutarla en versión original para comprobar la torre de Babel que era aquello y corroborar que Mercader nunca habló español una vez cambiada su identidad. Bueno…, en un momento dado, una frase se le escapa.

Dirección: Antonio Chavarrías.
Reparto: Alfonso Herrera, Hannah Murray, Julian Sands, Elvira Mínguez, Frances Barber, Henry Goodman, Gustavo Sánchez Parra, Emilio Echevarría, Javier Godino, Luis Rosales, Brontis Jodorowsky, Alejandro Calva.

País: España.

"Asaltar los cielos" está en Youtube, aquí.