Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

lunes, 15 de julio de 2013

Violeta Parra: Violeta se fue a los cielos

En Chile en 2011, año de su estreno, fue la película más vista. Los distribuidores no tenían ninguna fe en la cinta, pero ante la avalancha de público tuvieron que realizar multitud de nuevas copias.

A través de veintidós temas musicales, una entrevista, la imagen de un ojo moribundo y en constantes flash backs repasamos la vida, el dolor de Violeta Parra. Una Violeta con una infancia complicada, con cicatrices en la cara por la viruela, pero a quien siempre acompañó una guitarra.

Es un ambiente difuso el que impregna la película en la que la muerte está muy presente. “He pensado en suicidarme”, le dice su hija adolescente; y ella responde: “Eso no se dice, se hace”. Muerte de una pequeña hija; muerte de una anciana. Tradiciones en torno a la muerte. Depresión y muerte.

Pero vemos también a una Violeta Parra apasionada, capaz de enamorarse “cinco millones de veces”, como responde irónica en la entrevista que recorre toda la cinta. Una Violeta que confiesa a la hija su objetivo con los hombres “llevarlos a la cama y sacarles todo el jugo”, refiriéndose a Gilvert Favre. Pero no. La visión que nos da Andres Wood por otra parte, es la de una mujer enamorada, perdidamente enamorada de Favre, un músico suizo que la buscó y encontró después de oír en la radio cantar a Violeta.

Descubrimos la pasión de Violeta no sólo en el amor, también en la política, en el feminismo, en el arte. Ella canta y compone, pero también pinta, borda. Es una artesana de la tradición chilena. Revitaliza el folclore de su país e intenta, quizá desde la incomprensión, que éste resurja de sus cenizas montando una gran carpa que sirva de encuentro para amigos de su música.

Incomprensión y dolor hacen que la voz de Violeta, sea una voz del pueblo, una voz a veces quebrada, nada academicista que nos llega directamente al alma. Con 49 años se fue a los cielos. Un año antes escribiría Gracias a la vida.



Dirección: Andrés Word.
Guión: Andrés Word, Eliseo Altunaga, Guillermo Calderón, Rodrigo Bazaes.
Reparto: Francisco Gavilán, Cristián Quevedo, Thomas Durand, Luis Machín, Gabriela Aguilera, Roberto Farías, PatricioOssa Marcial Tagle, Jorge López, Roxana Naranjo, Francisca Durán, Giselle Morales.
País: Chile, Argentina, Brasil.

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