Blog de Alfonso Roldán Panadero

Autorretrato
Mi foto
En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

sábado, 7 de diciembre de 2019

FESCIMED: Regresa el Cepa, ¿vuelve la censura?

Hay perogrulladas imprescindibles en la actualidad. Tal es, que la emergencia climática es una emergencia inaplazable. Por eso ayer me perdí la primera remesa de cortometrajes de FESTIMED. Como diría mi madre y creo que muchas madres de la época, aunque ahora parezca un lema de última hora: “cuando es que no, es que no”. Quizá ese “es que” hace la frase más castiza al modo “hoy ni cine, ni cina" que hay que pasar por la manifestación. La cuestión es que sí llegué y pude votar en la sección internacional, con cortos de Brasil, Bélgica, Argentina y Francia. Como apuntó Carlos Olalla, director del festival antes de dar paso a las proyecciones, “en otros países se ha llevado con más normalidad que en España el asunto de la memoria y la verdad”. Es el ecuador de FESCIMED y puedes consultar aquí el programa restante, que apunta maneras muy interesantes (pareado)…

De cualquier forma, ayer volvimos a vivir y revivir un trocito muy relevante de nuestra historia reciente gracias al cine documental y a la cinta Regresa el Cepa, dirigida por Víctor Matellano. El documental revela el acoso y la censura militares a que fueron sometidas la película El crimen de Cuenca y su directora, Pilar Miró. Esta película fue la única secuestrada, ya con una democracia que había arrancado teóricamente unos años antes, pero en la que “aunque Franco había muerto, pervivía el franquismo”, tal como mencionó en el coloquio posterior Manuel Rodríguez, secretario de Política Institucional de CCOO de Madrid

El Cepa era José María Grimaldo López, un pastor de la conquense localidad de Tresjuncos que tras vender unas ovejas desapareció y que dio origen a un paradigmático error judicial, que en realidad fue una conspiración. La tortura aplicada por la Guardia Civil a dos anarquistas para inculparles será el eje de la historia terriblemente real y que cobró inusitada actualidad en los días de nuestra Transición. Días también de torturas, un ejército y una Guardia Civil que no se encontraban cómodos en Democracia como vimos el 23 de febrero de 1981.
Amparo Climent, Matellano, Manuel Rodríguez y Guillermo Montesinos.

El personaje de El Cepa fue magistralmente interpretado por Guillermo Montesinos, (impresionante escena final) que se convierte en el hilo conductor del documental dirigido por Víctor Matellano. Montesinos, desprendiendo energía, también participó en el pequeño coloquio tras la proyección.

Trabajo ímprobo 

En ese breve coloquio, moderado por Amparo Climent, presidenta de Arte y Memoria; Matellano explicó que un pilar fundamental de la documentación fue el libro de Emeterio Díez Puertas y Eduard Suárez Alonso, Golpe a la Transición. Además citó esos datos que siempre desconocemos y que muestran el trabajo que hay detrás de una película: estudio de más de setecientos folios sólo del “Caso Miró”, cuarenta entrevistas de las que editaron 24 horas válidas, que se quedaron en cinco horas, que se quedaron en tres horas que se quedaron en el metraje actual, por lo que “faltan muchos detalles del que fue uno de los primeros casos de la Audiencia Nacional”.

Clarificó el director alguno de esos detalles, como “la intencionalidad” del Caso Grimaldos (El Cepa). Explicó que se sabía que este pastor estaba vivo aún cuando se insistió en que fue asesinado, en lo que fue un crimen sin cadáver… De hecho se hablaba “del fantasma del Cepa que visitaba a su hermana o que se renovaba la documentación”. Evidentemente el fantasma era él vivo y coleando y evidentemente se trató de una “conspiración entre la Iglesia, el poder militar, el poder judicial y los terratenientes conservadores”. Otra certeza que tiene Matellano es que se evitó que la película fuera premiada en el Festival de Berlín, donde fue proyectada a pesar de estar prohibida en España.

Manuel Rodríguez, de CCOO de Madrid, describió la complicada situación que vivía España en esos días y que la perspectiva del tiempo nos ayuda a comprender. No olvidó que poco antes del rodaje de El Crimen de Cuenca, fueron asesinados los abogados y sindicalistas de CCOO en el despacho de Atocha 55 y como la Justicia, aún franquista, permitió que escaparan fuera de España dos de los tres asesinos condenados.

Regresión

El que fuera ministro de Cultura, Ricardo de la Cierva, realizó una nefasta intervención como respuesta a una pregunta del PSOE sobre la censura de El crimen de Cuenca. De la Cierva aclaró sin vergüenza que no se estaba cumpliendo la Constitución por parte del Gobierno. Esta situación nos lleva a la actualidad, un tiempo en que, aunque nadie lo confiese, se está incumpliendo la Constitución. A juicio del representante de CCOO, ésta “merece una actualización”. Carlos Ollero, se refirió, por ejemplo a la necesidad de derogar la denominada “Ley Mordaza”.


Montesinos, El Cepa, nos recordó el cariño que vivió durante el rodaje y destacó la importancia de que una placa en el lugar de los hechos reivindica la inocencia de los falsos asesinos. Para el actor, El crimen de Cuenca reivindica a los conquenses y fundamentalmente la verdad. Una historia que es metáfora de la historia de España. Eso sí, finaliza con el reencuentro, el abrazo, el perdón.






No hay comentarios :

Publicar un comentario