Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

domingo, 5 de mayo de 2013

España, cárcel de mujeres


En medio de este bloqueo caótico en el que nos han metido, sin otra cosa que pensar más que en la miseria que vivimos o que podemos vivir, la Iglesia católica afianza su poder y logra que la mujer española viaje en el tiempo hasta esa España franquista de “la mujer en casa y con la pata quebrada”. A esa España de mujeres encadenadas sin ser dueñas de su cuerpo.

El ministro Gallardón vuelve a enviar a las mujeres a la clandestinidad. A las mujeres que quieran, que tengan que abortar y no tengan ingresos las volverá a enviar a lugares terribles. Volverán a la aguja de punto, aspirinas y hemorragias. A curanderos sin escrúpulos. Las mujeres con ingresos volverán a Londres. Visita de fin de semana de soledad y tristeza en la capital de esa Gran Bretaña tan envidiada por estos neocapitalistas.

Margaret Tatcher hizo barrabasadas a raudales para acabar con el estado social, pero no prohibió el aborto.

En medio de esta España casi desahuciada, al hedor de corrupción hay que unir también esa peste a naftalina nacionalcatólica de mujer de sección femenina.

Y las mujeres volverán a las cárceles. Las quieren en las cárceles de su cuerpo; en la cárcel de sus casas o entre rejas.

Vuelve a ser gris España, convertida en cárcel de mujeres. Pero tenemos la fuerza de la rebeldía y siempre seguir a Benedetti defendiendo la alegría.


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