Igual que la mar, la maratón puede ser en femenino. Igual que la mar, la maratón puede ser en calma, dura, muy dura, hasta flirtear con la muerte.
Sólo quien ha corrido una maratón sabe la adicción que produce, como la brisa sobre la piel, como la pasión en femenino.
La maratón es fuerza y preparación física, pero es mente y corazón.
Hoy en Madrid se celebró la maratón, a escasos metros de la llegada, a 700 metros de la meta, una mujer paró para llevar en volandas, como una sirena, a un corredor que naufragaba. Descompuesto el rostro, acartonados los músculos, vencida la espalda, es socorrido por la fuerza de la mujer de fibrosa espalda de elegante y compostura atlética.
La maratón es dura, muy dura. Prueba reservada a héroes y heroínas
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