Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

domingo, 8 de noviembre de 2015

“La verdad”. Cuando preguntar se castiga


Es La verdad una loa a la pregunta, al derecho a preguntar, al deber de preguntar en estos tiempos de plasma que corren. Una historia real con periodistas de investigación a la vieja usanza que fueron en los tiempos del presidente estadounidense Bush hijo, cuando el  imperio del mal estaba en la cresta de la ola. Ahora empiezan los arrepentimientos de los Blair, incluso los Bush, con explosivas memorias de Bush padre incluidas. Bueno, Aznar mantiene la bandera de ese neofascismo neocapitalista por el que hoy seguimos pagando guerras, muertes globalizadas, terrorismo, crisis en beneficio de unos pocos ricos cada vez más ricos.

La historia (conocida como Rathergate) transcurre en la víspera de las elecciones presidenciales estadounidenses de 2004. Todo apunta a que George W. Bush va a ser reelegido presidente, cuando la productora de noticias de la CBS, Mary Mapes recibe unas informaciones relacionadas con las irregularidades del servicio militar de Bush durante la guerra del Vietnam, que pueden cambiar el curso de la campaña electoral.

Se trata de una de las puntillas recibidas por el periodismo tradicional desde el poder y los nuevos modos de periodismo y el surgimiento de esa cosa que se viene en llamar “periodismo ciudadano”. Se ve cómo periodistas y empresas periodísticas acaban con la profesión en un tiempo en que, como dice el viejo Dan Rather (Robert Redford), “es más importante entrevistar a un concursante que a una víctima”. En un tiempo en que las noticias son otras noticias.

Es peligroso castigar a los hijos (o hijas) por preguntar, porque te pueden salir periodistas, como fue el caso de la protagonista de La verdad. Pero preguntar es imprescindible. El problema es que por preguntar algo que no está en el guión también te pueden castigar incluso en el país padre de la libertad de prensa. Imaginemos como está la cosa en otros…

Es bueno que esta película, tampoco es revolucionaria pero está bien que se vaya empapando la cosa, la vean periodistas. Periodistas mayores para que rememoren cómo han sido testigos y partícipes de la muerte de esta profesión y jóvenes, para que vean lo que era echar el rato investigando una noticia. Y claro, como te pueden desmontar ese trabajo en una “cacería”, que no un juicio. Y cómo de sencillo es cambiar el foco. Cómo de sencillo es manipular para evitar el fondo de las cuestiones.

Es bueno que esta película la vean periodistas y se pregunten: ¿Por qué soy periodista? Es bueno hacer y hacerse preguntas.

País: Estados Unidos.
Director: James Vanderbilt.
Guión: James Vanderbilt (Memorias: Mary Mapes).
Reparto: Cate Blanchett, Robert Redford, Topher Grace, Elisabeth Moss, Dennis Quaid, Bruce Greenwood, John Benjamin Hickey, Martin Sacks, Nicholas Hope, Aaron Glenane, Steve Bastoni, Lewis Fitz-Gerald, Christopher Stollery, Elizabeth Saunders, Andrew Fritz.

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