En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965.
En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...)
Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor.
Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión.
Alfonso Mauricio Roldán Panadero
Cuando la primavera madrileña se despereza, uno de los lugares
imprescindibles es el parque del Capricho, el único parque verdaderamente
romántico de la capital. ¿Y qué hago yo hablando del parque del Capricho un 14
de abril? Sencillo. Allí se mantuvo la II Segunda República latiendo en Madrid hasta
el último momento.
El destino, o la casualidad, quisieron que el 14 de abril de 1930
comenzara a funcionar el Aeropuerto de Madrid Barajas. Aquel día se autorizó a cuatro compañías a instalarse y,
prácticamente un año después, el 22 de abril de 1931 se abrió al tráfico
nacional e internacional.
Fue la cercanía al joven
aeródromo y su relativa distancia del frente lo que hizo que a finales de 1936,
poco después del golpe de estado de Franco, el Cuartel General del Ejército
constitucional se instalara en el parque.
En 1937 comienza la construcción
del búnker que serviría de refugio al Estado Mayor del Ejército leal a la
democracia que hasta entonces estuvo en los sótanos del Ministerio de Hacienda.
En agosto parece que ya estaba operativo el nuevo búnker con capacidad para 200
personas. Este conjunto militar y romántico sería bautizado con el nombre de Posición Jaca.
El búnker se encuentra junto al
palacio, que sería la residencia y despacho del General Miaja hasta abril de
1938. Está escavado a una profundidad que oscila entre los 14 y 16 metros.
Consiste en una gran galería central de unos 30 metros de longitud, 2 metros de
ancho y 2,50 metros de alto. A ambos lados se van abriendo habitáculos, que tuvieron
diferentes funciones como sanitarios, cuarto de maquinas, oficinas, hospital,
sala de telégrafos, sala de mando. El refugio contaba con generador de
electricidad mediante motores, depósitos de combustibles, conducción de agua
potable, sistema de ventilación y diferentes sistemas de comunicación como
teléfono o telégrafo. Tres grandes
chimeneas de unos 5 metros en el exterior que
proporcionaban la correcta ventilación
del interior. La posición estaba planteada para que esas 200 personas pudiesen
resistir unas dos semanas.
Uno de los respiraderos del búnker.
Cuando Miaja se traslada a
Valencia, fue sustituido por el coronel Segismundo Casado López, que mantendría
el Cuartel General del Centro en la Alameda de Osuna hasta el final de la
guerra.
El golpe de estado de Casado hizo
que la Posición Jaca protagonizara
los combates que se desarrollaron al final de la guerra en Madrid entre
comunistas y casadistas. El día 7 de marzo de 1939 el lugar fue ocupado por los
comunistas y fue reconquistado el día 8 por los partidarios de la Junta de
Defensa. Mientras tanto, el ejercito fascista avanzaba metro a metro y se
situaba en las puertas de la capital.
El parque del Capricho fue la
última posición de la jefatura militar comunista en Madrid, donde los coroneles
Joaquín Barceló y Emilio Bueno pugnaron hasta su fusilamiento por impedir la
capitulación del coronel Casado ante Franco.
Hay mucha literatura sobre la
posición Jaca, por ejemplo, para saber más:
Las vacaciones no surgieron por arte de magia. (Plentzia)
La necesidad humana de descansar de la rutina se explica en la
existencia misma del vocablo “vacación”. Deriva del latín vacatio o vacationis,
y se refiere al descanso temporal de una actividad habitual, principalmente del
trabajo remunerado o de los estudios, según cita el Diccionario de la Lengua
Española.
Fue el 11 de julio de 1936,
cuando el socialista francés Léon Blum instituyó en Francia la semana laboral
de 40 horas. El escenario político y social de ese país, ante la acometida
nazi, era entonces muy complejo; la política social de Blum despertó el
optimismo de los trabajadores.
Los empresarios, que temían el
estallido de una revolución, negociaron con el gobierno, y el 20 de julio de
ese mismo año, el parlamento otorgó a los trabajadores 15 días de vacaciones
pagadas.
A ello se sumó un descuento en el
“boleto de vacaciones anuales” para el ferrocarril, transporte que movilizó a
los primeros 600 mil trabajadores turistas de la historia. Un año después, en
1937, la cifra se triplicó.
En España fueron las Cortes
Constituyentes de la Segunda República las que aprobaron una Ley de Contrato de
trabajo, con derecho a siete días de vacaciones.
El 10 de diciembre de 1948, en el
artículo 24 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el derecho a las
vacaciones fue consagrado:
Toda persona tiene derecho al
descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la
duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas”.
Vamos, que esto de las vacaciones no es algo que surgió por arte de magia. Fue un derecho peleado y conquistado gracias a los trabajafores organizados. Sí. Gracias a los sindicatos de clase.
Los medios de comunicación se
empeñan en crear famosos y famosas a los que admirar y, normalmente, no nos damos cuenta que
viajando en el Metro, el autobús o el
Cercanías, a horas intempestivas, estamos rodeados de héroes y heroínas. No nos
damos cuenta de que nosotros, nosotras mismas, valemos muchísimo más que estrellas efímeras de la televisión, incluso
más que desaforados tertulianos gritones que nos quieren explicar las cosas de
la vida.
Susana Domínguez Mateoses una de esas heroínas. Y por partida
doble. Susana se dedica a salvar vidas junto a su equipo del SUMMA (Servicios
de Urgencias Médicas de Madrid) y además es una mujer hecha a sí misma que con
un titánico esfuerzo está a punto de acabar la carrera de Medicina. “Si hubiera
sido un chico del barrio de Salamanca de familia acomodada habría hecho la
carrera de medicina en siete años, pero las circunstancias han hecho que mi
sueño de infancia se dilate diecisiete años”, asegura Susana.
Susana, afiliada a CCOO desde
1997, es muy crítica con los recortes padecidos por la sanidad pública.: “los
hospitales están saturados; los trabajadores del SUMMA padecemos una sobrecarga
de trabajo y he visto lo que jamás habría imaginado, que una UVI móvil tenga
que esperar para ingresar a un paciente”.
Es madrileña y se encuentra en la
última frontera de la treintena. Con gracia castiza cuenta que nació en la
sanidad pública, en La Paz, una noche de “tormenta espantosa”. Con 17 años, al
acabar el instituto, hizo un módulo de FP que la habilitaba para trabajar en
una escuela infantil. Y así anduvo unos años hasta que con 22 nació su hija
Sara. En esa época, como tantos madrileños, terminó trasladándose a una ciudad
del sur, a Fuenlabrada. Luego vino la separación y el tener que sacar adelante
a Sara con la ayuda de la familia, especialmente su madre: “Recuerdo a mi madre
llevando a mí hija siendo bebé a que le diera el pecho durante las guardias”.
Fue en Navidades de 1997 cuando
comenzó a trabajar en el Servicio de Urgencia de Atención Primaria y, a partir
del traspaso de competencias a la Comunidad de Madrid en 2004, entró en el SUMMA.
Desde luego lo de Susana es
vocación. Después de dejar la escuela infantil y dar a luz retomó los estudios. Tras
ser celadora se hizo enfermera y luego “¿por qué no?”, se matriculó en
Medicina en Valladolid para ser anestesista. Durante dos años estuvo viviendo
en la ciudad castellana para acudir a la facultad de lunes a jueves y trabajar
fines de semana, fiestas y vacaciones. Ahora, las prácticas del último curso
las ha realizado en el Hospital de Getafe y ahora en el Hospital Fundación de Alcorcón, donde está su base del SUMMA.
Es decir, el hospital es prácticamente su residencia principal. Sale de las
guardias y realiza las prácticas. Realiza las prácticas y entra de guardia…
Eso sí, Susana es muy generosa y
agradecida: “trabajar en el SUMMA y estudiar medicina es muy complicado. Hace
falta tener muy buenos compañeros y compañeras de trabajo y el apoyo de la
familia para poder compatibilizarlo”.
Ser mujer…
Momento "pillada", hablando bajo la lluvia, por @frlorente, o sea, Fran Lorente.
Escuchando la historia de Susana,
que da para una serie de televisión, es evidente que ser mujer resulta
complicado. Claro, trabajas 24 horas seguidas para entrar en la resaca postguardia, porque “muchas
guardias son un infierno”. E insiste, “si eres una mujer sola y con hijos,
necesitas el apoyo de la familia, si no es imposible”.
Explica Susana en qué consiste el
trabajo del SUMMA y las diferencias con el SAMUR. Lo resume bien dibujando una
sonrisa en su gesto: “El SAMUR hace la calle en Madrid capital; el SUMMA, las
urgencias y emergencias para toda la Comunidad de Madrid. En Madrid capital
atendemos avisos que no son de calle. O sea, que si te caes por la ventana a la
calle va el SAMUR y si te caes al patio de tu casa vamos el SUMMA”. Eso sí,
todas las llamadas las atiende el 112.
“¿Qué cómo es una jornada de
trabajo. En nuestro caso, son 24 horas de ocho de la mañana a ocho de la mañana.
Llegamos al módulo, nos cambiamos, revisamos el material: el oxígeno, los
monitores, el respirador, los collarines.., y desayunamos con el equipo
saliente. Sin duda, ése es el mejor momento de la jornada en el que nos
contamos las incidencias de la guardia”.
A partir de ahí toca esperar los
avisos, las llamadas. Explica Susana que en la periferia hay menos avisos pero
se recorren distancias más largas, “no es raro acabar la jornada recorriendo
doscientos kilómetros. Aunque la mayoría de avisos se refieren a problemas con
personas mayores, es impredecible lo que puede deparar el día”.
Un equipo del SUMMA está formado
por dos técnicos (uno de ellos, conductor), un enfermero y un médico que tienen
la cabeza amueblada de una forma diferente a la mayoría de trabajadores. Para
estas personas no existen festivos, ni Semana Santa, ni Navidades. Para ellas
“lo normal” es trabajar en fiestas y vacaciones. Sí. Son héroes y heroínas que sin duda están
a pie de tajo.
Si alguien nos habla de huelgas históricas, nuestra mente evoca
movilizaciones obreras en el industrial siglo XIX, pero que va, que va…Lo
cierto es que el conflicto ha existido desde que los poderosos han intentado
abusar de los trabajadores. Y así será siempre. La primera huelga de la que
tenemos documentación data, nada más y nada menos, que del año 1166 a. C. (o sea, hace casi
3.200 años), y se desarrolló en ese Egipto faraónico de grandes obras, en un
lugar llamado Deir el-Medina (la aldea en que se alojaban los trabajadores).
Allí, al grito de "¡Tenemos hambre!" se llevó a cabo una huelga de ocho días. Los
trabajadores lograron sus objetivos y descubrieron la huelga como instrumento,
ya que en este mismo lugar, durante años se realizaron huelgas
intermitentemente. Deir el-Medina se convirtió en un lugar en que la unidad de
los trabajadores daba sus frutos.
En aquellos días reinaba en
Egipto Ramsés III y, como tenían por costumbre los faraones, se le iba el
presupuesto en grandes obras que le hicieran pasar a la posteridad aunque no
tuvieran gran sentido práctico, algo que ha seguido dándose en el mundo
contemporáneo.
El problema añadido en esos años es
que al derroche había que sumar conflictos bélicos con vecinos fronterizos; la
corrupción; la mala administración…, vamos, que
el mundo no ha cambiado tanto
en los últimos treinta siglos.
Pues bien, los 120 trabajadores
de la tumba de Ramsés III se alojaban en la aldea Deir el-Medina junto a sus
familias en 70 casas. Una cuadrilla de trabajadores estaba formada por 60
hombres divididos en dos equipos: un capataz, un delegado y uno o varios
escribas. Había albañiles, canteros, pintores, tallistas de relieves y
escultores, además de escribas, vigilantes, obreros con y sin cualificación y
campesinos. Todo ello supervisado por un visir o un delegado real. Para
complementar la vida del poblado estaban los pescadores, pajareros, aguadores y
lavanderos. Además, a cada brigada se asigna un médico que visita regularmente
el poblado.
El
contramaestre era quien dirigía y vigilaba la actividad, anotando las faltas al
trabajo. Según la documentación que ha llegado de este lugar, estaba
justificada la ausencia por enfermedad, por la celebración de la fiesta de la
madre, y por discusión con la esposa. Las ausencias no justificadas recibían
una sanción.
Ramses III
La crisis
Los salarios se calculaban sobre
la base del valor del grano de diversas calidades. Por ejemplo, el jefe de los
obreros percibía un salario de 133 litros de un grano de primera calidad y
otros 640 litros
de segunda calidad; cada obrero cobraba 174,75 litros y 466 litros
respectivamente; el vigilante 88,25 y 174,75… El salario se paga en víveres, pues
diariamente cada obrero recibía cerveza, grano, pan, pescado seco y verduras.
Pero Egipto en aquellos días se
sumió en una profunda crisis económica (esto también nos suena). En aquellos
años ya estaba de moda el hierro y la plata y, al perder poder en Asia, Ramsés
III tuvo que empezar a comprar estas materias primas que no existían en el
país. Como pasa hoy día, Ramsés adoptó unas "medidas de ajuste", que
produjo una terrible inflación, poniéndose el precio del grano a precios
imposibles. Entretanto, los funcionarios corruptos se enseñoreaban.
La primera huelga de la historia
surge en este contexto, los trabajadores, unidos se manifestaron al grito de
"tenemos hambre" e hicieron una sentada a las puertas del templo.
Desconfiados de las promesas se pasaron toda la jornada acampados. Lograron que
se les pagaran las raciones del mes anterior, pero ya expertos en detectar
abusos, exigieron la paga del mes en curso. Al octavo día de huelga les fueron
entregadas las raciones del mes.
Así lo contó la prensa
SegúnEl Papiro de la huelga, conservado en Turín (Italia), junto a
otros documentos encontrados en la zona y que hoy se conservan en El Cairo y
varias ciudades europeas, la huelga comenzó el día 10 del mes de Peret, en el
año 29 del reinado de Ramsés III, (1166 a.C.) debido al retraso de una paga
"distraída" por el gobernador de Tebas Oeste. Su redactor fue el
escriba Amennajet, que hoy se convierte en colaborador de La vida desde el lago. Escribía así:
"Año 29, segundo mes de la
segunda estación, día 10. Este día el bando cruzó las cinco paredes de la
necrópolis, gritando: "¡Tenemos hambre!'"… y se sentaron a espaldas
del templo de Tutmosis II, en el límite de los campos cultivados. Los tres
interventores y sus ayudantes fueron a instarles que volviesen al recinto de la
necrópolis, e hicieron grandes promesas…"¡Podéis venir, porque tenemos la
promesa del Faraón". Sin embargo, no era bastante una promesa en nombre
del rey, pues los huelguistas pasaron el día acampados detrás del templo, y no
volvieron a sus habitaciones de la necrópolis hasta que se hizo noche. El tesoro real se abrió, y se les
entregaron las raciones del mes anterior.
Los trabajadores se ablandaron un
tanto con la paga, pero la dura experiencia les había decidido a no contentarse
con una satisfacción parcial: pidieron también la paga del mes corriente. Al
día siguiente se reunieron en "la fortaleza de la necrópolis", que
debía ser el cuartel general de los policías. Montumosis, jefe de la policía,
reconoció la justicia de sus demandas, pero les rogó que guardasen orden:
"Mirad, os doy mi respuesta: Subid (a vuestras casas) y recoged vuestros
utensilios y cerrad las puertas y traed a vuestras mujeres e hijos. Y yo iré al
frente de vosotros al Templo de Tutmosis II y os permitiré estar allí hasta
mañana". Por último, al octavo día de huelga, les fueron entregadas las
raciones del mes.
Cada vez es más difícil encontrar espacios
en los que escribir sobre ese cine que sigue fijándose en los más
desfavorecidos aunque sea en clave de comedia. Los grandes medios tienen sus
intereses particulares y la prensa de la clase trabajadora ya no está de moda
en lo que pienso que es otra derrota de la clase trabajadora. Aprovecho
entonces el oasis que es esta vida desde el lago para que reparéis en Pride (Orgullo), una historia real.
Nos
encontramos en el británico 1984 de la más brutal Margaret Thatcher. El
Sindicato Nacional de Mineros (NUM) está en medio de una durísima huelga y
durante la manifestación del Orgullo Gay en Londres, un reducido grupo de
activistas decide recaudar fondos para el fondo de resistencia. El problema es
que el sindicato, tan homófobo en aquel momento como el resto de la sociedad se
niega a aceptar el dinero.
Pero
los activistas insisten y deciden ir directamente a un pueblecito de la
profunda Gales… Ahí comienza la historia de dos comunidades totalmente
diferentes pero unidas por intereses comunes, o mejor, por enemigos comunes:
“Margaret Thatcher, la policía y la prensa amarilla”.
Gais,
lesbianas y sindicalismo se unen en una lección de solidaridad, “hoy por ti,
mañana por mí”, en la que hay que también hay que derrotar prejuicios. En Pride, el papel de las mujeres del
pueblo es fundamental como mediadoras, como facilitadoras. Mujeres fuertes y
también divertidas, capaces de derrotar a los más marchosos y discotequeros
gais de la noche londinense. Pero también asoman la patita las mujeres-hombre,
incapaces de no traicionar la complicidad, empezando por la propia presidenta
del Gobierno, la Dama de Hierro.
Pride nos puede recordar a emotivas
cintas con el escenario común de las barbaridades Thatcher: Billy Elliot o Full
Monty; y también ese biopic de Harvey Milk (Mi nombre es Harvey Milk), más activista y dramático.
La
guinda de la película es su potente banda sonora, donde aparecen temas
“protesta”, emotivas canciones tradicionales y, fundamentalmente, Pet Shop
Boys, Culture Club, Queen, New Order… O sea, un interesante viaje a los 80.
Volví
a utilizar la tarjeta de los Renoir, o sea, vi la versión original, cuyo tráiler
ves pinchando AQUÍ, pero también os dejo el tráiler en castellano.
Dirección: Matthew Warchus.
Guión: Stephen Beresford.
Reparto: Bill Nighy, Imelda Staunton, Dominic West, Paddy Considine, George Mackay, Joseph Gilgun, Andrew Scott, Ben Schnetzer, Faye Marsay, Freddie Fox, Jessica Gunning, Lisa Palfrey, MennaTrussler.
Momento presentación de novela rodeados de extraterrestres.
Germán es mucho Germán. Es decir, una persona normal escribe 50 sombras de Grey, luego lo pasa al cine y se forra. Pues no. Germán escribe La saga de los borelianos, que no es un trío, sino una trilogía protagonizada por seres verdes y cartilaginosos...
En esta ocasión no he tenido que buscar al autor de una novela de la que recientemente hablé, Infiltrado reticular, porque habíamos quedado previamente. Vale, somos amigos y esto no es una entrevista al uso. Son algunas preguntas que le disparé en la presentación del libro. Y claro, imposible no tutearle.
-
En la página 101 descubrimos el por qué del término “infliltrado reticular”,
pero ¿de dónde sale lo de “borelianos”? Suena a aurora boreal, pero de ahí no
paso…
Eso viene de cuando
estudiaba álgebra en primero de carrera: “Un conjunto boreliano es
cualquier conjunto en un espacio topológico que se puede formar mediante unión
numerable, intersección numerable y complementariedad de conjuntos abiertos (o
equivalentemente de conjuntos cerrados)”
Emile Borel fue también el
que inventó el llamado "Teorema de los monos infinitos" en su
artículo "Mecánica estadística e irreversibilidad", publicado en el
Journal de Physique en 1913:
"Supongamos que se ha
adiestrado un millón de monos para golpear al azar las teclas de una máquina de
escribir y que esos monos mecanógrafos trabajan con entusiasmo diez horas al
día con un millón de máquinas de escribir de diferentes tipos. Al cabo de un
año, resultaría que entre su trabajo se encontraría copia exacta de los libros
de todo tipo y en todas las lenguas conservados en las más grandes bibliotecas
del mundo."
En el libro El
azar (1914) parece que cambió de opinión:
"Si mil monos golpearan
al azar las teclas de mil máquinas de escribir durante un año, no podrían
reconstruir los volúmenes de la Biblioteca Nacional." (de Francia)
Y en Las
probabilidades y la vida (1943) ya no estaba seguro de nada:
"Un mono que golpea al
azar sobre el teclado de una máquina de escribir podrá casi seguramente
escribir todos los libros de la Biblioteca Nacional de Francia."
Lo de menos eran los monos.
Todo esto era para explicar la mínima probabilidad de que ocurran sucesos en
física estadística.
-
Sin entrar en detalles…, la nave se llama Argos “un nombre muy adecuado para
la misión que se me había encomendado…” Así que me fui a la wikipedia y… ¡me
encontré con veintitrés referencias!
...queda para la segunda
parte de la trilogía. Cuando la presentemos me lo preguntas otra vez.
-
Yo no sé si hay inspiración en ET, La guerra de las Galaxias, La escoba
espacial, Los viajes de Gulliver, Star Trek…
Todos esos y más. 2001...
¿alguien se acuerda de Espacio 1999 o de Los siete de Blake? Y no sólo de la
ficción. Que también están los programas de Jiménez del Oso. Bueno, no sé por
qué he dicho eso de “no sólo de la ficción”. El caso es que veía todos aquellos
programas: Más allá, La puerta del misterio. Aquella época en la que sólo
teníamos en la tele la Primera Cadena y el UHF tenía sus ventajas. Hoy en día,
como la ardilla de la metáfora, puedes recorrer la televisión saltando, según
lo que te guste, de serie americana en serie americana, o de programa de
cotilleo en programa de cotilleo, o de deporte en deporte. Pero entonces ver la
tele significaba ver de todo, y eso, sobre todo en la tierna mente de un
adolescente como yo, dejó su poso.
-
Y luego están las citas de cine que nada tienen que ver con sus
correspondientes películas: Testigo de
cargo, Solos en el desierto, La gran evasión…
Solos en el desierto no la
conozco, supongo que te refieres a Solos en la oscuridad. Sí, muchos títulos
de capítulos rinden homenaje, con mayor o menor acierto, a películas, pero
también a series de televisión, novelas, incluso centros comerciales y juegos
infantiles... Y no te olvides de las referencias musicales a El hombre que
sabía demasiado y Casablanca.
-
Se trata de un libro de ciencia ficción, un género que parece que vuelve a
estar de moda, pero aprovechas para criticar, para hacer referencias a
problemas universales, terrícolas y, si me apuras de este país: mercados,
recortes, fronteras… Claro la llamada “novela social” yo no vende… ¿Esa cierta
sensibilidad social ha salido espontanea o está estudiada?
La buena ciencia ficción
trata precisamente de eso. Es una manera de tomar distancia con los problemas
de nuestro mundo, pero para contemplarlos desde un nuevo punto de vista. Yo lo
he incluido a ver si consigo que el libro pase por buena ciencia ficción.
-
Por cierto, sin desentrañar nada… ¿Eres militante antitabaco?
Sí, pero sin desentrañar
nada, ni a nadie, que tampoco hay que ser tan extremista. Cada vez me molesta
más el humo del tabaco.
-
Hay preguntas inevitables y poco originales como ¿qué hay del autor en el
protagonista de la historia? En tu caso está claro. Además de ser verde… ¿eres
un investigador reconvertido en hombre de acción? O bueno, al que las
circunstancias llevan a ser un hombre de acción?
No. En este libro no. Quizá
haya más de mí en la segunda parte, donde, entre otros personajes, aparece un
adolescente tímido e inteligente.
-
El lenguaje, la comunicación, la interpretación están muy presentes. ¿Y esos nombres imposibles de dónde salen? Supongo que tienes amaestrado a tu
procesador de textos para que no te corrija permanentemente.
Hay de todo. Algunos son
juegos de palabras que no voy a desvelar, dejo al lector el trabajo de
descubrirlos. Otros los he sacado de las webs donde me he documentado, esas
webs que hablan de la presencia de los extraterrestres entre nosotros, que
describen las diferentes razas... Sin esas webs, este libro no habría sido el
mismo. Los larguísimos nombres de los pleyadianos y sus robots los he sacado de
la toponimia de la India. Allí los nombres de los lugares ya son bastante
largos, pero es que yo además he concatenado dos para cada nombre. Ningún
nombre es aleatorio, que yo recuerde.
-
A pesar del humor que está permanentemente presente en la novela, hay un
regusto algo amargo sobre lo que somos los terrícolas (párrafo pág. 236). La
pregunta que te haría viene en el cuaderno de bitácora de la nave Argos: ¿Es
una civilización avanzadísima que trata de ocultar su poder, o no son más que
unos bárbaros subdesarrollados con ínfulas?
Selfie y homenaje al doctor Spock, tras presentar "Infiltrado reticular".
Pues yo a veces me hago la
misma pregunta.
-
Oye. ¿Los robots y las robots tendrán sentimientos?
En la página 212 me pregunto
si sufren dolor. Y eso ya es un sentimiento, ¿no? Imagino que si sienten dolor,
también podrán sentir alivio, y de ahí a la alegría (o a la tristeza) hay un
paso. Otra cosa es si se pueden enamorar. Que no creo. Pero igual algún
personaje de la segunda parte opina lo contrario.
-
Una última cuestión… Claro, después de leer la novela, el Universo parece la
Gran Vía en hora punta. ¿Tú crees que hay vida por ahí fuera?
Hombre, una novela de
ciencia ficción sin nadie ahí fuera, teniendo en cuenta que el primer humano no
aparece hasta el capítulo 53, me habría quedado bastante aburrida. Como dicen
en la película Contacto, “Si estuviéramos solos, ¡cuánto espacio
desaprovechado!”
Como aún no sabemos cómo
apareció la vida en nuestro planeta, no sabemos cómo de probable es. Como
científico no puedo contestarte. Pero personalmente creo que el Universo es tan
enorme que estoy casi seguro que, por lo menos, tiene que haber microorganismos
en algún sitio por ahí fuera. Y los últimos descubrimientos nos dicen que en
cuanto se acumula la cantidad suficiente de oxígeno en la atmósfera (y son los
propios microorganismos los que lo generan) aparece la vida pluricelular,
animales y plantas. Así que yo confío en que haya algo ahí fuera.
Otra cosa es la vida
inteligente. En esto hay división de opiniones.
Alguien cuyo nombre se me
escapa dijo que ni siquiera estaba seguro de que hubiese vida inteligente en la
Tierra.
Pero Arthur C. Clarke decía
“Estoy seguro de que el universo está lleno de vida inteligente. Simplemente son
demasiado inteligentes como para venir aquí”.
Y acabo con otra cita de
este escritor y científico:
“Existen dos posibilidades: o estamos solos en
el Universo o no lo estamos. Ambas son igual de aterradoras.”
Vale. Ya sé que es largo. Pero si no pudiste acudir o estás con la moral por los suelos, puedes ver el video de la presentación de Infiltrado reticular.
No tenía el pasado viernes la menor
intención de acercarme a ver Enamorarse,
pero se dieron cita todos los hados cinéfagos
y mis coordenadas físicas terminaron frente a la taquilla de los Renoir Retiro.
Lo mejor de no tener expectativas en algo es que no defrauda. Mi estropeado
pálpito decía que aquello iba a ser una peli moñoña, pero no…
Me
contaban el otro día que en Estados
Unidos lo importante no es qué carrera estudiar, sino en qué Universidad
estudiar. Parece que eso es lo que también estamos copiando ahora en Iberia. A
mí me parece muy criticable, salvo si se posibilitan historias como la de Enamorarse.
El
asunto es que George (interpretado
por Andy García) es lo que podríamos
decir “una persona de orden”. Es cirujano con dinero, gafas y pajarita. Es más,
obliga a su hijo de “encantadora sonrisa” a ponerse una corbata el día en que
van a visitar el campus de la Universidad de Middleton (no busquéis en
wikipedia, que es ficticia). Ese mismo día, Edith (interpretada por Vera
Farmiga) viaja con su hija al mismo campus para hacer la visita de rigor.
Ella es mucho más…, digamos liberal. Menos enconsertada.
Comienza
un tour turístico por el campus dirigido por un alumno un tanto frikie que advierte que al sonar las
campanadas de la tarde todo el mundo estará enamorado…, de Middleton. A la
primera de cambio George y Edith se despistan, recuerdan sus días de juventud,
de universidad, de sueños… Hacen su visita alternativa al campus, intimando.
Pasan por el aula de música y resuenan los acordes de la Apassionatta, aquella sinfonía que fue leit motiv en La vida de los otros; participan de una clase de teatro; pasan por la
cabina de cine, donde se proyecta la romántica película francesa Los paraguas de Cherburgo…
Es Enamorarse una visión más light que Los puentes de Madisson sobre lo que es el amor apasionado que aparece a la
vuelta de la esquina como un enorme camión atropellando todo lo que hay a su
paso.
Pero
también son interesantes los viajes que realizan el hijo y la hija. El hijo se
libera de su corbata y la hija aprende que es muy frágil la línea que hay entre
la obsesión y la ambición.
Una
peli grabada con luz natural que se crece, gracias también, a los actores. Por
eso, de verla…, mejor en versión original. Por si acaso… ¡Ah! si te gusta la
historia de los 50 besos, te gustará. ¿Se puede alguien enamorar en unas horas?
Director: Adam Rodgers.
Guionistas: Adam Rodgers, Glen German.
Reparto: Andy García, Vera Farmiga,
Taissa Farmiga, Spencer Lofranco, Tom Skerritt, Nicholas Braun, Peter Riegert,
Si
pinchas aquí ves el tráiler en castellano. En original sin subtítulos, aquí
abajo:
Después de pasar por Bilbao y participar en la
autodisolución de Lokarri y después de leer a Luis Aizpeolea en El País, al concluir la semana volví a
ver el Proyecto 43-2 (las coordenadas del Árbol de Gernika) ideado por María
San Miguel. Hasta el domingo se puede ver en la sala Mirador de Madrid,
programada por Juan Diego Botto.
Sigue siendo una
hora de íntimo e intenso teatro y, después, un rato de debate degustando un
marmitako que se prepara en escena. Bueno, y un culín de sidra.
Desde luego es un
espectáculo que no deja indiferente. En la escena se conmemora el aniversario
familiar, íntimo, del asesinato por ETA de un funcionario municipal de un
pueblo vasco. La amatxu, una viuda que“no
es normal”; su hija, su hijo…, huérfanos que tampoco son normales; una amiga y
su hermano, un joven abertzale. La posibilidad de curar heridas, de sentarse
juntos a cenar hablando o sin hablar.
Tras la obra hay un encuentro con el público.
ETA ya ha desaparecido
y ahora es el momento de hablar, de reconciliarse. Este Proyecto nos permite
acercarnos a una realidad sin tabúes. Nos presenta de sopetón que cualquier
conflicto tiene solución y nos permite reflexionar y debatir sobre las
dificultades.
En abril, en la
Sala Cuarta Pared, tendrá su continuación con una historia basada en el
encuentro entre una víctima y su verdugo…
El pasado fin de semana
ha habido grandes noticias en Bilbao. Noticias que han trascendido allende las
fronteras de Bizkaia, Euskadi, EuskalHerria… Noticias como el buen tiempo y la
victoria del Athletic al Real Madrid. Eso sí, una tercera ha quedado
más escondida en los grandes medios de comunicación, e incluso, pienso, en el
pálpito social del País Vasco. Lokarri, la Red Ciudadana por el Acuerdo y la
Consulta, se autodisolvía tras casi diez años de pacífica pelea. Tantas veces
incomprendida por todas las partes, ha sido fundamental para que la paz ya sea
un hecho. La paz ya es, por lo que el instrumento para la paz ha dejado de ser.
Empieza el tiempo de la convivencia y la reconciliación.
Fue en octubre de 2011
cuando escribí Agur ETA, como puedes
recordar aquí. Hoy toca, pues, agur Lokarri.
Recuerdo que la última vez que fui al Teatro Campos, hace ya dos
años, estuve viendo a Juan Diego,
disfrutando deLa lengua madre de Juan José Millás. En esta ocasión acudí
junto a Dolores García, Loli, de la Ejecutiva de CCOO de Euskadi y no había
teatro en el Campos, sino realidad.
El acto estuvo envuelto en emociones contradictorias tal como le
ocurría a Paul Ríos, coordinador de
la organización. Ríos, que cuenta 41 años, hablaba de una doble sensación: de
agradecimiento pero también de cierta pérdida. Lógico sentimiento porque lleva
desde los 19 años trabajando por el acuerdo, por la consulta, por la
reconciliación. Pero lo fundamental es el futuro, un futuro “opimista”, en el
que se vislumbra “una gran corriente de fondo de construcción de la convivencia”,
explicaba Ríos.
Y ahí sigue Lokarri,
que se despide con el sueño de una sociedad reconciliada en 2020. Una sociedad
en que todas las víctimas de la violencia hayan sido reconocidas y reparadas.
Una sociedad en la que ETA se haya desarmado de una forma seria y reconozca el
injusto daño causado; una sociedad en la que el Estado investigue su
implicación en violaciones de derechos humanos, derogue las leyes de excepción
y los partidos impulsen la convivencia, la memoria y la reconciliación. Ese
futuro es posible.
Por el escenario del Campos también pasó Brian Currin, abogado surafricano, “facilitador” y líder del Grupo Internacional de Contacto (GIC).
Este grupo fue públicamente presentado el 15 de febrero de 2011 tras un tiempo
de trabajo discreto. Periodo en que hubo contactos con todos los partidos
políticos excepto el PP.
Prácticamente todo el mundo estaba dispuesto a colaborar, incluida la Iglesia.
El empresariado incluso hizo pública la carta por la que ETA anunciaba su decisión de acabar con el llamado “impuesto
revolucionario”.
Currin, el sábado, quiso llevar a Bilbao algunas reflexiones de Nelson Mandela, a quien no pudo traer
en su momento al País Vasco. Citando a Mandela, habló Currin del cambio: “el
cambio no es cambiar a los demás, sino cambiarse a uno mismo. Esa es la parte difícil
del cambio”; de lo maligno: “lo maligno no son las personas, sino las políticas”;
y la reconciliación, “algo más que un marco legal. Algo que tiene que surgir de
las propias personas”.
Currin concluyó proclamando que “no es política, son puros
derechos humanos el acercamiento de los presos”.
Hubo tiempo para el recuerdo, para explicar la transformación de
Elkarri en Lokarri. Aquellos tiempos en que lo importante era mirar hacia
adelante, no cuántas personas había detrás de una pancarta… Personas anónimas
que cada vez fueron más, generosas, comprometidas, inteligentes.
Y aunque en directo grabé 20 segundos como puedes ver pinchando AQUÍ, inserto este tema, con subtítulos en castellano, Txoria, txori, de Mikel Laboa, que se cantaba tras las concentraciones de Lokarri.
Hoy, esta Vida desde el lago se copia a sí misma. Se copia de la historia que estamos viviendo en el otro blog, en "50 besos"
"8 de marzo
Ahí va un beso de miércoles, en violeta
mujer, repleto de flores rojas. Un beso, sin caducidad, para que no erres el
tiro. Para que no confundas al enemigo. Para que no apuntes a las amas de casa,
sino a esos hombres de ordeno y mando, a esos tipos manipuladores, que
humillan, que sí hacen piña con otros hombres en guerra de género..."
Cuando, en el escenario de las elecciones
sindicales, la Federación de Enseñanza de CCOO contactó con el profesor y poeta
Luis García Montero, nadie preveía que iba a ser el candidato de Izquierda
Unida de Madrid para la presidencia de la Comunidad. El destino o la
casualidad, para gustos los colores, hicieron que el jueves esta Vida desde el lago acabara en Bilbao
escuchando las interesantes reflexiones de un Montero espoleado por Macu.
Macu
es la responsable de Organización de la Federación de Enseñanza de CCOO de Euskadi, una profesora que condujo
el acto con pedagógica profesionalidad. Previamente, un cuarteto del
Conservatorio centró el ambiente musical y Arantxa nos regaló con poesía
declamada.
Con
cierta retranca, preguntado por su buena relación con su adversario socialista,
Ángel Gabilondo; proclamó García Montero que “Gabilondo sabe más de Kant y yo
de Lorca”.
Claro,
esto no era un acto partidista. Evidentemente no tiene mucho sentido hacer
precampaña madrileña (que no ya española) en Bilbao, pero fue imposible no
realizar un par de referencias al agitado panorama de la comunidad, esa región
“laboratorio de todas las políticas neoliberales inimaginables”, que espetó
García Montero.
Un
laboratorio que, por otra parte sí ha tenido enfrente una contundente y
permanente movilización ciudadana, movilizaciones que, como la marea blanca.
“han conseguido evitar veintiséis privatizaciones de centros de salud y de
cuatro hospitales”, recordó el poeta.
Memoria y Transición
El
inicio de la conversación pública entre Macu y García Montero estuvo marcado
por la importancia de la memoria, “una parte del presente” -aseguró- para posteriormente
parafrasear al artista John Berger, quien aseguraba que “la peor manera de
cancelar el futuro es olvidar el pasado”. Esto es, “el olvido es una forma de
desamparo”.
En
este contexto de memoria y desmemoria, el profesor y poeta granadino reflexionó
sobre la llamada Transición: “de santa
Transición hemos pasado a borrarla y decir que todo se hizo mal…, y a mí,
las respuestas extremas no me gustan”. Según García Montero, a la salida del
franquismo había dos formas, dos tipos de democracia.
Por
una parte, las élites del franquismo querían una democracia útil para
integrarse en el capitalismo europeo y mantener sus privilegios; una democracia
que, por ejemplo, representaba la Monarquía.
Por
otra parte, estaba la democracia que quería la transformación de la realidad
social. Era la democracia del movimiento obrero y estudiantil, la que buscaba
cambiar las estructuras.
Según
García Montero, “por la correlación de fuerzas” (algo de lo que siempre ha
sabido bastante CCOO, añado yo), vencieron las élites franquistas, “pero tuvieron
que ceder privilegios como derechos civiles y espacios públicos como la sanidad
o la enseñanza”. A las élites les costó mucho ceder y a la clase obrera le
costó mucho conquistar sus derechos.
Situación predemocrática
Con
estos antecedentes, el poeta granadino considera que las élites han visto la
oportunidad de recuperar los privilegios que cedieron, calificando la situación
actual de “predemocrática”, donde los pobres, a pesar de tener empleo son
pobres y la policía reprime el derecho de huelga convirtiéndolo en un delito
con penas de más de tres años. En definitiva, “quien ha dinamitado la
Transición son las élites”.
Y en
esta actualidad, Montero mostró su preocupación por la “crisis económica y de
valores, por el capitalismo descarnado que estamos viviendo”; un capitalismo
que, manipulando a través de la telebasura y los nuevos espacios de
socialización, nos enseña “a pensar con el vientre, con instintos bajos, sin
control…” Frente a esta manipulación, el poeta reivindicó la importancia de una
escuela pública y de calidad.
Asimismo,
denunció, más allá de la confusión gubernamental entre cultura y
entretenimiento, “el asalto a la cultura popular”. En su opinión, “la cultura
popular está siendo liquidada por pensamientos únicos que se resumen en
telebasura, poniendo como paradigma la zafiedad”.
Educación y vocación
Como
profesor y rodeado de profesores, García Montero explicó su preocupación por la
conversión de la educación en un negocio y la degradación que esto implica,
porque con ello se dinamita el contrato pedagógico.
En
el contexto de la educación, relató la importancia de “la vocación”, para
diferenciar claramente entre “oficio y empleo. Mientras el empleo te garantiza
el ir viviendo, el oficio es también un compromiso con la sociedad. Si no
tienes vocación de ser buen profesor, no lo harás bien”, aseguró.
La intelectualidad da un paso al frente
Macu echó el capote del paso al frente
que parece están dando los intelectuales respecto a la política, pero García
Montero lo tiene claro. Asegura que los intelectuales llevan trabajando desde
hace mucho, pero parece que es ahora cuando la sociedad les busca. Citó
ejemplos, que hay en todas las áreas. En economía recordó a José Luis Sampedro
y sus discípulos, como Carlos Berzosa; en Derecho, a Juan Ramón Capella; en
Historia, hay decenas, estudiosos del tema de la memoria, como Julián Casanova.
La
cuestión es que los espacios públicos están ocupados por los medios de opinión
“que saben a quien dan cancha”. En cualquier caso, a juicio del profesor, poeta
y candidato, “el intelectual es un trabajador que está vinculado con la
sociedad y debe dar un paso al frente”.
La rebelión de las élites
El
poeta y profesor no impuso nada. Simplemente nos dio pistas para pensar, si
acaso para mirar la realidad con otra perspectiva, también desde la importancia
que tienen los vínculos, los espacios públicos, la comunidad. Vínculos a los
que también se refirió el secretario general de CCOO de Euskadi, Unai Sordo,
animando a que no se rompan entre el mundo del trabajo y la cultura, y
“vínculos entre personas anónimas”, creadoras de espacio público.
Coincidiendo
con García Montero, Unai Sordo denunció que “vivimos una rebelión de las
élites”. Unas élites a las que les sobra el sindicalismo de clase y que, como
saben que el sindicalismo nunca va a desaparecer, se dedican a reforzar el
corporativismo.
Pablo
García de Vicuña, secretario general de la federación de Enseñanza de CCOO de
Euskadi, para concluir, hizo un repaso de los desaguisados que tanto los
gobiernos de Rajoy como de Urkullu están realizando en la enseñanza y
concretamente en la escuela publica, calificando a la consejería vasca de “ineficaz
y torpe” por aparcar los temas importantes. Asimismo arremetió contra el
sindicalismo nacionalista que no defiende los derechos de trabajadores y
trabajadoras más allá de Álava.
Lo cierto es que la novela es fantástica en todas sus acepciones.
Son casi 300 páginas de aventuras, de risas, sonrisas y reflexiones. Arranca la
historia con un mensaje codificado lanzado en 1974 desde la Tierra para que, sea quien sea, quien esté ahí fuera tenga información sobre el Sistema
Solar, la Tierra y los seres humanos…
Y vaya que si el mensaje llega. Llega, pero claro, hay que
traducir o, quizá interpretar ese mensaje. Esta es una de las reflexiones que
nos lanza Germán Fernández en una historia de ciencia ficción repleta de
alusiones al lenguaje y la comunicación. Claro, si no somos capaces de entendernos
entre los madrileños, como para entendernos con seres de otras galaxias…
Una civilización muy muy lejana capta el mensaje terrícola y envía
a nuestro protagonista y entrañable boreliano a nuestro planeta. Claro, estamos
hablando de un investigador, repentinamente reconvertido en hombre de acción y
se meterá en más de un problema.
Como si de una road movie
intergaláctica se tratara nuestro borealiano pasará por centros comerciales,
centros penitenciarios, procesos más que kafkianos… Situaciones hilarantes con
pinceladas de divulgación científica y algunos motivos para pensar sobre
nosotros mismos, los terrícolas. Más allá de la militancia antitabaco del autor
y de su defensa de los abogados de oficio, nos hace pensar sobre nosotros
mismos. Bueno, y nosotras mismas:
“… parece que el planeta Tierra está eternamente cubierto por una
neblina pálida. Todo está desprovisto de color. Los terrícolas son grisáceos,
aunque unos más oscuros que otros. Si lo que estamos viendo es un reflejo de la
realidad en el planeta Tierra, los terrícolas se pasan la vida divirtiéndose,
haciendo el amor, peleándose, reconciliándose, compitiendo en curiosos
deportes, matándose unos a otros o luchando contra todo tipo de terroríficos monstruos.
Y tan pronto viven en condiciones deplorables carentes de toda tecnología como
recorren la galaxia con armas de potencia inimaginable. Es incomprensible”.
Más allá de este párrafo, el libro merece ser comprado aunque sólo
sea por leer del bíblico capítulo XIX: La
historia de los granjeros grises. Pero además de esta referencia al libro
de libros, Germán Fernández rinde homenaje cinematográfico: Testigo de cargo,
La gran evasión…, son títulos que aparecen. En muchas ocasiones me ha evocado su
infiltrado reticular un montón de series
de la tele, pelis y novelas. Desde Los viajes de Gulliver, El principito, Sin
noticias de Gulp… Porque un poco mendociano, de Eduardo Mendoza, ya es Germán
Fernández.
No os digo que voy a ver si pillo al autor para comentar con él,
porque en esta ocasión ya he quedado. Esta tarde a las siete le voy a presentar
la novela. En el Centro Abogados de Atocha de Madrid. O sea, en la calle Sebastián
Herrera, 14, junto a Embajadores.