Madrid vive deprisa, envuelta en el egoismo de unos pobladores que vamos y venimos sin deparar por dónde pisamos.
Nuestro oído no depara en la música callejera, ahogada por el rugido de los motores. Nuestra retina no repara en la belleza de las calles, ni siquiera en la miseria que deambula pidiendo, no ya solidaridad, sino caridad.
Mucho menos reparamos en el arte urbano, y menos en el Amor.
"+ Amor" reza este graffiti que ilumina una valla que sólo el dios Neptuno sabe el tiempo que lleva ubicada en una de esas obras que ya forma parte del mobiliario urbano de la ciudad.
Creo yo que está bien llenar la ciudad de más Amor. ¿Lo llevará algún partido político en su programa para las próximas elecciones municipales?
Pincha AQUÍ y lo ves.
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