Blog de Alfonso Roldán Panadero

Autorretrato
Mi foto
En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

viernes, 16 de octubre de 2009

Eduardo Galeano, jornada de impacto


En alguna ocasión he dejado claro que no soy nada mitómano, pero el miércoles pasado será un día inolvidable. Será inolvidable la jornada en que estreché la mano de Eduardo Galeano. En el enorme auditorio Marcelino Camacho de las Comisiones Obreras de Madrid no cabía un alfiler para escucharle.

Si pinchas aquí, puedes oir o bajarte su primera intervención, aunque la calidad no es excelente.


Y si pinchas aquí puedes escuchar las respuestas
que dio a algunas preguntas del público asistente.

Aprovecho y pego parte del trabajo que ha realizado mi compañera Nuria y os dejo por escrito lo que opina Eduardo Galeano sobre los medios de información:

"Sí, el mundo está muy mal informado y ésta es una de las paradojas de este mundo que ha conquistado los mas altos niveles de desarrollo tecnológico, incluida la tecnología de la información y de la difusión, de ideas, de opinión. El mundo de la comunicación tiene medios técnicos que podrían parecer cosas de magia a cualquier ser humano nacido hace medio siglo no más, sin embargo, cuanta más ayuda podemos tener de las máquinas, más desinformados estamos. Esta es la paradoja de un sistema organizado contra los fines que invoca. Por ejemplo, el automóvil nació para facilitar los movimientos pero ahora los paraliza, no hay más que ver lo que son los tapones de nuestra ciudad. Pero, el automóvil no tiene la culpa del mal uso que se hace de él, cuando nos convertimos en instrumentos de nuestros instrumentos, cuando pasamos a ser máquinas de nuestras máquinas.

Y lo mismo ocurre con los medios de comunicación. Los espacios de diversidad, en líneas generales, en los medios tradicionales, lejos de multiplicarse se han reducido mucho. Hay un monopolio de la información y de la opinión a escala universal ejercido por unas pocas empresas omnipotentes pero, como a veces, las paradojas también funcionan al revés, a favor de la condición humana y no sólo en contra, resulta que algunos medios, algunos progresos tecnológicos como por ejemplo las redes cibernéticas, Internet, que nacieron al servicio de la muerte, del Pentágono, después se fueron convirtiendo en otra cosa.

Internet es ahora en gran medida útil para la difusión de informaciones y opiniones que antes estaban condenadas a sonar en campanas de palo, de manera que no soy en absoluto pesimista sobre el futuro del mundo en materia de comunicación. Siempre y cuando el mundo sea capaz de organizarse para la celebración de la diversidad y eso está en contradicción con la concentración de los grandes medios de comunicación que terminan siendo más que grandes medios de comunicación, grandes miedos de comunicación, como que la libertad de expresión se reduce a la libertad de presión que son capaces de ejercer algunas empresas. Pero, en la medida en que seamos capaces de ir abriendo los sistemas alternativos, comunitarios de comunicación, yo creo que no, que el mundo no va por mal camino".

Y quizá otro día os cuente cómo trancurrió el encuentro que mantuve con el escritor, junto al amigo Mariano Crespo. Pero esa es otra historia. Igual que el disgusto futbolístico que debió llevarse por la derrota de su Uruguay frente a Argentina.

2 comentarios :

  1. El problema no consiste en estar mal informado ya que la información ahora abunda por todas partes. Se trata más bien de no saber discriminar de entre toda la maraña que hay por la red, y de no saber leer entre líneas lo que nos meten por los ojos los grandes medios de comunicación, y que en la mayoría de los casos está manipulado y magnificado hasta el extremo de convertir en norma, lo que simplemente es anecdótico.

    Afortunadamente, cuanto menos, y a pesar de todos los males (que los hay), el acceso a la información lo tenemos.

    Abrazos Alfonso ;-)

    ResponderEliminar
  2. Enhorabuena a CC.OO. por habernos traido a Madrid al mismísimo Galeano, persona que admiro profundamente desde que leí y releí su famosa "Biblia", "Venas abiertas de América Latina".
    Lástima que ningún medio de comunicación madrileño/español, que yo sepa, haya hecho mención de esa intervención.
    Matizar, con todo el cariño hacia E. Galeano, que la máquina + perfecta de la que siempre disponemos, es la del ser humano. Y si "el mundo está muy mal informado" es porque los poderosos, los muy poderosos, controlan todo el sistema en el que vivimos. P. ejemplo, casi nadie se hace eco con "objetividad" del sufrimiento que padece el pueblo palestino y otros, a saber, los chechenos, los iraquíes, los afganos, etc, etc. Ni tampoco sobre lo que pasó y pasa en Kosovo y resto de los Balcanes -Estados Unidos, con la complicidad de otros países (Alemania, entre ellos), violó el embargo de las Naciones Unidas en materia armamentística e introdujo clandestinamente todo su arsenal militar, en los años 90´s, en el entonces territorio yugoslavo, con las consecuencias que todos sabemos, y nadie lo denunció-. Bruselas es el principal vasallo de wasghington. Además, el poder washingtoniano ha ordenado a las élites europeas, incluidos N. Sarkozy y A. Merkel, no publicar nada desfavorable para Occidente, léase EE.UU., de esas regiones. Recuerden sino las declaraciones de la otrora fiscal jefe del TPIY, la suiza Carla del Ponte, sobre la mafia albanokosovar (puesta ahí por EE.UU. y Alemania, sobre todo), las cuales fueron apenas publicadas por los mass media. El único que hizo algo, fue "El País Semanal", pero cuatro o cinco días después.

    ResponderEliminar