Dos hermanos y el horror Marmaduke

Pensaba que iba a ver una comedia argentina, pero me reí mucho menos de lo previsto, que yo creo que la parte dramática le vence a la cómica.

Dos hermanos retrata una relación familiar difícil. Un hombre, con secretos íntimos, un tipo sin empuje, un tipo que nunca habla por sí mismo, salvo, paradojas de la vida, en una ocasión en que lo hace desde un escenario, de manera improvisada, forzado por la situación. Es un orfebre, tranquilo, humilde, culto, amante de las artes y los silencios, aunque a veces nos sorprende. Su nombre es Marcos (interpretado por Antonio Gasalla) y, a sus 64 años sólo ha vivido para su madre, cuidándola hasta su muerte. Y su muerte es un punto de inflexión en el que la relación con su hermana se hace insostenible.

Ella, la hermana, es interpretada por Graciela Borges, diez años más joven que Marcos y con un carácter radicalmente opuesto. Es altanera, egoísta desde la infancia, grotesca, cruel, se comporta como si fuera una marquesa, pero al igual que Marcos vive, padece la soledad. Se odian, se rechazan visceralmente pero se necesitan. Y no se conocen. Los recuerdos son confusos y han ido pudriendo la relación, así que hay que airearlos.

Es una película dirigida a las emociones, quizá más comprensible para quienes tienen hermanas o hermanos.

Lo que sí recomendaría es que, a poder ser, si alguien tiene plan con menores, evite Marmaduke, la historia de un perro, otro perro querido por sus dueños, pero que luego ya no le quiere el padre. Y luego sí. Y el padre trabaja mucho y no hace caso a su familia. Pero luego ya sí. Al menos critica sucintamente a los “machos dominantes”. Eso sí.
Ahí os pongo el trailer de la primera, la argentina. En versión original que lo entenderemos en medio mundo.