Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

viernes, 7 de agosto de 2009

(III) Viajando con Valle: El esperpento en Madrid

Tras su viaje por México y Cuba, Valle vuelve a instalarse en Pontevedra durante un tiempo, pero en 1896 retorna a Madrid con toda su fuerza provocadora. A nuestro amigo le encantaba alternar en un bar situado detrás de la Puerta del Sol. En el Callejón del Gato. Este bar tenía unos espejos cóncavos y otros convexos que deformaban la figura de todo aquel que frente a ellos posase.

Esto, que se convirtió en un entretenimiento de la época, sería utilizado por Valle-Inclán como inspiración. La deformación de la realidad bien podía ser divertida, como de hecho lo era para los transeúntes, pero podía convertirse en algo más: en un espejo social, en una crítica, en una deformación de la realidad exagerada. El "esperpento" había nacido.

Valle da tumbos de rebeldía en la política, en la cultura, en Madrid. Su heterodoxia y vanguardismo posibilitan que llegue a pasar hambre. Pero se había inventado el "esperpento" y lo había aplicado a su obra. A su drama cumbre, Luces de bohemia.
En la próxima entrada seguiré viajando con Valle.


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