Tener buen feeling con Esperanza Aguirre es la peor carta de presentación que puede tener un demócrata honesto de izquierdas. Y todo indica que el flamante nuevo ministro de Fomento, José Blanco, tiene buen feeling con Esperanza Aguirre, presidenta de Madrid gracias al tamayazo (Tamayo, el diputado de aquella familia socialista, Nueva Vía).
Ya pasaron los tiempos en que Blanco, entonces Pepiño, criticaba a Aguirre por salir huyendo de Bombai cuando ésta se encontró en medio de un ataque terrorista, siguiendo la máxima de "sálvese quien pueda". Ya pasaron los tiempos en que Esperanza Aguirre acusaba a Pepiño de querer verla muerta aplastada por una catenaria. Que ahora ha resurgido el amor como en nuestro castizo género chico:
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José Blanco y Esperanza Aguirre tienen buen feeling y el PSOE da un giro de 180 grados en su política de Medio Ambiente e Infraestructuras en Madrid, y de un plumazo, José Blanco, hace saltar por los aires la denominada hoja de ruta de Tomás Gómez. Una hoja de ruta bastante absurda, eso sí, basada en el supuesto madrileñismo del nuevo Gabinete de Zapatero, pero legítima y con un fuerte componente de imagen.
José Blanco ha accedido a todas las peticiones de Aguirre en materia de infraestructuras que el PSM ha venido criticando. Aún está fresca la tinta de los periódicos de las hemerotecas en que podemos ver la tremenda batalla en torno a la M-50 durante la pasada legislatura, que incluso Aguirre la bautizó M-61 como una argucia para salirse con la suya. Es que José Blanco opina hasta de que hay que hacer el Metro a Torrejón. ¿Se imagina alguien a un ministro de Fomento opinando del Metro de Barcelona o de Bilbao?
Blanco rompe con el movimiento ecologista y vecinal.
Blanco deja al PSM con el culo al aire, que decimos los técnicos en psicología política.
Blanco le da un balón de oxígeno de características monumentales a Esperanza Aguirre en el peor momento de su mandato, cuando la corrupción de su Gobierno chorrea a borbotones. Blanco ha llenado de contenido todas las críticas de Aguirre, ha llenado de contenido la matraca "Zapatero asfixia Madrid".
Blanco está propiciando que el desastre del PSM con Simancas se repita, a pesar de que en este río revuelto, quien pudo ser presidente de la Comunidad de Madrid, seguramente salga reforzado. A dos años de las elecciones autonómicas, tiembla la silla del líder del PSM, que Blanco tiene banquillo y un ejercito de periodistas que ni el mismísimo Eduardo Sotillos podrá detener.
Parece que el PSOE juega de nuevo, en Madrid, al cuanto peor, mejor. Veremos el resultado de las Elecciones Europeas. ¿Quién ha hecho las listas del PSOE para estas elecciones? ¿Los votantes socialistas? ¿Los simpatizantes? ¿Los afiliados? ¿Leire Pajín? ¿José Blanco?
Ay colorín colorao, este cuento se ha acabao:
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Ya pasaron los tiempos en que Blanco, entonces Pepiño, criticaba a Aguirre por salir huyendo de Bombai cuando ésta se encontró en medio de un ataque terrorista, siguiendo la máxima de "sálvese quien pueda". Ya pasaron los tiempos en que Esperanza Aguirre acusaba a Pepiño de querer verla muerta aplastada por una catenaria. Que ahora ha resurgido el amor como en nuestro castizo género chico:
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José Blanco y Esperanza Aguirre tienen buen feeling y el PSOE da un giro de 180 grados en su política de Medio Ambiente e Infraestructuras en Madrid, y de un plumazo, José Blanco, hace saltar por los aires la denominada hoja de ruta de Tomás Gómez. Una hoja de ruta bastante absurda, eso sí, basada en el supuesto madrileñismo del nuevo Gabinete de Zapatero, pero legítima y con un fuerte componente de imagen.
José Blanco ha accedido a todas las peticiones de Aguirre en materia de infraestructuras que el PSM ha venido criticando. Aún está fresca la tinta de los periódicos de las hemerotecas en que podemos ver la tremenda batalla en torno a la M-50 durante la pasada legislatura, que incluso Aguirre la bautizó M-61 como una argucia para salirse con la suya. Es que José Blanco opina hasta de que hay que hacer el Metro a Torrejón. ¿Se imagina alguien a un ministro de Fomento opinando del Metro de Barcelona o de Bilbao?
Blanco rompe con el movimiento ecologista y vecinal.
Blanco deja al PSM con el culo al aire, que decimos los técnicos en psicología política.
Blanco le da un balón de oxígeno de características monumentales a Esperanza Aguirre en el peor momento de su mandato, cuando la corrupción de su Gobierno chorrea a borbotones. Blanco ha llenado de contenido todas las críticas de Aguirre, ha llenado de contenido la matraca "Zapatero asfixia Madrid".
Blanco está propiciando que el desastre del PSM con Simancas se repita, a pesar de que en este río revuelto, quien pudo ser presidente de la Comunidad de Madrid, seguramente salga reforzado. A dos años de las elecciones autonómicas, tiembla la silla del líder del PSM, que Blanco tiene banquillo y un ejercito de periodistas que ni el mismísimo Eduardo Sotillos podrá detener.
Parece que el PSOE juega de nuevo, en Madrid, al cuanto peor, mejor. Veremos el resultado de las Elecciones Europeas. ¿Quién ha hecho las listas del PSOE para estas elecciones? ¿Los votantes socialistas? ¿Los simpatizantes? ¿Los afiliados? ¿Leire Pajín? ¿José Blanco?
Ay colorín colorao, este cuento se ha acabao:
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