Hoy ha sido domingo de manifa en Madrid. Miles de personas han marchado por la calle Alcalá hasta la Puerta del Sol. Mejor, hasta el límite con la Puerta del Sol, que las obras ya impiden incluso adentrarse en la plaza del kilómetro cero.
Cientos de pancartas con leyendas que hacían referencia a empresas con problemas son la evidencia de los graves problemas que está viviendo la Comunidad de Madrid. Una Comunidad, cuyo Gobierno encabezado por Esperanza Aguirre se limita a pedir y pedir al Gobierno de España. Mientras, el Gobierno regional es incapaz de gestionar, de realizar políticas que aceleren la salida a esta crisis que nos está comiendo.
Aguirre ha sido alumna aventajada de las polítcas neoliberales exportadas por la era Bush desde Estados Unidos. Nadie niega ya el fracaso absoluto y trepidante de ese ultraliberalismo. Si acaso la propia Esperanza Aguirre, que sigue promoviendo la lenta privatización de servicios esenciales como la Educación o la Sanidad.
Aguirre, además, cuenta en nuestra región con unos aliados de primer orden. El sector más cavernícola del empresariado, que aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, quiere utilizar esta crisis para empeorar las condiciones de trabajo y mejorar sus condiciones para los despidos y la flexibilización. Es la falta de vergüenza a la enésima potencia, tras años con beneficios de escándalo.
A todas luces, la impresión es que el poder económico y financiero nos ha estado tomando el pelo mientras los gobernantes no se enteraban de la misa la media. La calle es el único recurso que nos queda para empujar, para presionar políticas progresistas, políticas sociales.
El 1 de Mayo más. El 14 de Mayo, más, con todos los trabajadores de Europa unidos. Por ritmo que no quede:
Cientos de pancartas con leyendas que hacían referencia a empresas con problemas son la evidencia de los graves problemas que está viviendo la Comunidad de Madrid. Una Comunidad, cuyo Gobierno encabezado por Esperanza Aguirre se limita a pedir y pedir al Gobierno de España. Mientras, el Gobierno regional es incapaz de gestionar, de realizar políticas que aceleren la salida a esta crisis que nos está comiendo.
Aguirre ha sido alumna aventajada de las polítcas neoliberales exportadas por la era Bush desde Estados Unidos. Nadie niega ya el fracaso absoluto y trepidante de ese ultraliberalismo. Si acaso la propia Esperanza Aguirre, que sigue promoviendo la lenta privatización de servicios esenciales como la Educación o la Sanidad.
Aguirre, además, cuenta en nuestra región con unos aliados de primer orden. El sector más cavernícola del empresariado, que aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, quiere utilizar esta crisis para empeorar las condiciones de trabajo y mejorar sus condiciones para los despidos y la flexibilización. Es la falta de vergüenza a la enésima potencia, tras años con beneficios de escándalo.
A todas luces, la impresión es que el poder económico y financiero nos ha estado tomando el pelo mientras los gobernantes no se enteraban de la misa la media. La calle es el único recurso que nos queda para empujar, para presionar políticas progresistas, políticas sociales.
El 1 de Mayo más. El 14 de Mayo, más, con todos los trabajadores de Europa unidos. Por ritmo que no quede:
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