Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

viernes, 10 de julio de 2009

Nadie es perfecto

Ha sido esta una jornada repleta de acontecimientos raros: efectivamente, Michael Jackson ya es culebrón de verano, que ahora vuelve a resucitar con la posibilidad del homicidio o la sobredosis, o lo que te rondaré morena (ahora aparece en escena el dermatólogo y su esperma, el del dermatólogo, que ya tiene merito haber sido dermatologo de Jackson); los sanfermines ya dejan un muerto este año con todo el morbo que despliega este asunto; y del punto G-20, hemos aterrizado en el punto G-8, circunstancia que ha pasado bastante inadvertida gracias a los fichajes del Madre y a que no ha habido demasiada crónica en rosa con las primeras damas y los primeros damos.

Con todo esto, y más, como es viernes de verano, yo continúo con mi agenda y os recuerdo que en este 2009 estamos celebrando el 50 aniversario de una de las geniales de Billy Wilder: Con faldas y a lo loco, cuyo título original es Some like it hot.
Una peli que viene a cuento pues se desarrolla en aquel 1929 nortemaricano invadido por la crisis y el paro. Algo que nos suena bastante en este 2009.

Sobre esta cinta hay miles de anécdotas y leyendas. Empezando por el título y su traducción inexplicable al castellano, aunque esto de la traducción ocurre con harta frecuencia. Para algunos la traducción literal (a algunos les gusta caliente) era demasiado fuerte para la censura; para otros se aprovechó un tema de gran éxito musical en ese momento en nuestro país, A lo loco, que después retomaría Celia Cruz en La venganza de P. Tinto. Para otros, el título original hacía referencia, simplemente, al tipo de música, dentro del jazz, que toca la banda de Marilyn. Eso sí, peor fue la traducción en Italia, que destripó directamente el final, quizá junto con Casablanca, uno de los más legendarios de la historia del cine.

En Las vidas secretas de Marilyn Monroe (Planeta), Anthony Summers relata también algunas de las leyendas y realidades de aquel rodaje y, coincide con otros autores en cómo Marilyn resultaba desesperante por sus olvidos, sus retrasos, su indisciplina. Narra que hubo que repetir 65 veces una frase de tres palabras, cuando Marilyn pregunta "¿Dónde está el bourbon?"

También es bastante conocida la frase atribuida, a Tony Curtis (aunque yo creo que no confirmada): "Fue como besar a Hitler", dicen que respondió a la pregunta: "¿qué sintió al besar a Marilyn?"

Wilder parece que lo pasó verdaderamente mal dirigiendo a Marilyn y "sus reacciones inesperadas". Con todo, en el mencionado libro se cuenta que Wilder, antes del estreno declaraba sobre Marilyn: "Hay en ella cierta magia indefinible que no tiene ninguna otra actriz… Yo tengo una tía en Viena que es también actriz. Creo que se llama Mildred Lachenfarber. Llega siempre a tiempo, se sabe perfectamente los diálogos. Nunca da ni el más mínimo disgusto a nadie. En la taquilla no vale más de 14 centavos. ¿Comprende lo que quiere decir?" Ya, después del estreno y el taquillaza, aseguraba: "Como actriz de comedia era un verdadero genio, con un extraordinario sentido para los diálogos cómicos. Era un don de Dios. Créame, en estos últimos quince años, se me han ocurrido diez proyectos, y cuando me ponía a trabajar en ellos, pensaba: " Esto no va a funcionar; necesita a Marilyn Monroe."

Eso sí, por muy mal rollo que hubiera entre todos, Jack Lemmon pegó un pelotazo, porque su papel fue desestimado por Jerry Lewis, que no quería que le encasillaran como una Drag Queen. Gracias a este papel Lemmon logró su primera nominación a un Oscar y el lanzamiento al estrellato. Decía Jerry Lewis que cada año, en el aniversario del estreno, Lemmon le enviaba una caja de bombones.

La frase final nos la podemos aplicar todos, hasta es aplicable a nuestra diosa Marilyn. Y la escena, evidentemente, es genial. Aquí está, en español:




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