Todo vino a cuento del Jaguar que el presunto maleante, Paco Correa, regaló al ex alcalde de Pozuelo, casado entonces con la vicesecretaria de Organización del PP y diputada nacional, Ana Mato. La Mato dijo que "no le constaba" que su marido tuviera un Jaguar valorado en casi nueve millones de pesetas (que no me apetece pasarlo a euros).
Pues a la no constancia de Ana Mato, dice la Cospedal que "gracias a Dios" las mujeres son ahora "independientes" de los maridos. "Lo que hace un marido no arrastra a la mujer".
Vamos que si yo aparezco un día por casa con Jaguar, no es que le conste a mi mujer, es que le consta hasta a un primo lejano de mi cuñado. Un Jaguar en mi familia, y en la de la mayoría de la gente normalita, es noticia. Y eso nada tiene que ver con el feminismo y, por supuesto, mucho menos con Dios, que probablemente no existe y en cuyo nombre los hombres se inventaron un sistema organizado de represión hacia la mujeres: las religiones.
Y con todos estos líos, lo aconsejable es parar un rato y soñar. Esa es la loable intención que un padre, un tío, un abuelo…, en definitiva, un adulto puede albergar cuando va al cine a ver una infantil, por ejemplo Más allá de los sueños, de la factoría Disney. En mi opinión un pedazo de petardo de película, en la que el soñador es un materialista, que no se entera ni de quién es la chica de sus sueños. La peli nada tiene que ver con otra del mismo título (misma traducción) interpretada por Robin Williams cuyo tema era el amor profundo (quizá el amor verdadero), la muerte y un mundo onírico lleno de imágenes impresionantes.
Puestos a viajar a través de fantasías recomiendo un libro, un cuento de 62 páginas, La leyenda de Cathair-Fleodruinn y el alma robada, el cuento más votado en Internet. Un cuento con moraleja en el que aparecen druidas, príncipes, princesas, dragones, aguilas gigantesacas, fuerzas oscuras… En fin, veamos que nos deparan los idus de marzo.
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