Blog de Alfonso Roldán Panadero

Autorretrato
Mi foto
En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

domingo, 28 de noviembre de 2010

Laura Antona, mujer sobradamente preparada


Laura Antona, como tantas mujeres de su edad, 28 años, está sobradamente preparada: diplomada en Ciencias Empresariales, grado superior en secretariado de dirección, bilingüe. Como tantas mujeres de su edad disfruta saliendo con sus amigas o paseando con su familia y su perrito. Como tantas mujeres de su edad es aficionada a la música, "a toda la música excepto el heavy"; y a la lectura, "a los best-sellers como Caballo de Troya, Los pilares de la Tierra, La catedral del mar…, y en particular novelas de misterio, "sobre todo si incluye tramas médicas como las de Michael Palmer y su Tratamiento criminal". Actualmente trabaja como auxiliar administrativa en la Asociación Club Cultural Deportivo IVIASA, en Móstoles, la ciudad en la que vive.

Y dentro de las aficiones de Laura también está el cine, pero, indignada, proclama que "es una vergüenza porque les ha dado por hacer anfiteatros y apenas puedo acceder a las salas". Y es que Laura padece amiotrofia infantil espinal infantil, tipo 2, que según me explica "es una enfermedad de nacimiento, en la que la médula tiene una falta de estímulo que hace que los músculos estén atrofiados". Se sabe de memoria las pocas salas de cine a las que puede acceder "con un acompañante", con lo que me impiden disfrutar con un grupo de amigas".

Además, con 11 años, tuvo que pasar por el quirófano en una operación de alto riesgo porque padecía una escoliosis de 120º y se la rebajaron en 60º, gracias a unas varillas de hierro que, según mi torpe entender, deambulan por su columna vertebral. No sin optimismo recuerda Laura que "no me pusieron más derecha porque no tenía capacidad respiratoria para aguantar el quirófano".

Todo esto implica un grado de dependencia "extremo", ya que padece un grado de minusvalía del 90 por ciento. Laura es capaz de alcanzar las 250 pulsaciones por minuto con el teclado y con sólo una mano, pero necesita ayuda en todos los ámbitos de la vida: aseo personal, entrar y salir de los sitios, ponerse y quitarse el abrigo…

Tras conversar con ella queda claro que lo mejor que ha pasado, y pasa, por la vida de Laura son; además de sus padres, Maribel y Julio (en la foto, con Laura), que “los son todo”; sus compañeros y sus compañeras del cole, de la Universidad, de los lugares en los que ha trabajado y donde trabaja. Sus amigas. En definitiva las personas, que las instituciones son otra cosa.

Eso sí, pesar del buen rollo que destila Laura, recuerda que siendo pequeña no fue admitida en un colegia de monjas "por la silla de ruedas".

Critica Laura las dificultades de accesibilidad en Móstoles, similares a las de cualquier ciudad: aceras sin rebajes, autobuses sin adaptar. Aquí también se despacha a gusto: "he llegado a estar esperando dos horas a la espera de que apareciera un autobús adaptado o que le funcionara la rampa". En este capítulo pone como ejemplo Cádiz, donde este verano estuvo utilizando sin problemas todos los autobuses del mundo (bueno, de Cadiz) y estaban perfectamente adaptados.

Y no podemos obviar que en las últimas elecciones municipales, Laura formó parte de la lista del PSOE en su ciudad, encabezada por Paz Martín. “Una gran experiencia”, confiesa, “de donde saqué nuevas relaciones y una gran amiga: Esther, que sí logró ser concejala”. Pero la política no es lo suyo, aunque se considera perfectamente capacitada para gestionar una administración pública o privada, especialmente si es del ámbito de la discapacidad porque sí asegura que le habría gustado ser concejala de Asuntos Sociales.
La Carlos III

En el lado opuesto a las críticas coloca a su Universidad, la Carlos III. Allí estudió en su campus de Getafe y sólo tiene buenas palabras: "no es sólo el nivel académico, sino cómo se comportan con el tema de la discapacidad, ofreciendo incluso ayudas para transporte".
Asegura riendo que todavía hoy se ve por donde pasó con su silla de ruedas, "que cuando tenía algún problema, en cuestión de horas estaba solventado, como la bancada del aula. Donde mejor me encontraba era en la cuarta fila, lo dije, y al día siguiente tiraron de radial para que pudiera acceder con mi silla de ruedas".

Explica que los profesores el primer día de clase preguntan si es necesario algún tipo de adaptación (exámenes orales, apuntes, más tiempo para escribir…), "y a partir de ese momento te tratan con absoluta normalidad". Porque lo que más aprecia Laura es la normalidad, "ni dar pena ni nada". Y es lo que intenta transmitir a las personas que se encuentran en situaciones similares a la suya: "animaría a vivir una vida de lo más normal. A la gente que termina el instituto les recomiendo que vayan a la Universidad. Es una experiencia que no se pueden perder. O trabajar. La satisfacción de ir a trabajar y relacionarse con gente no tiene precio"

El trabajo

Laura se encuentra muy contenta en su trabajo actual, que es tanto administrativo como de cara al público. Sólo tiene palabras de agradecimiento hacia sus compañeros y los conserjes, "que están muy pendientes de mí".

Ahora bien, me explica que es muy difícil encontrar trabajo a pesar de la discriminación positiva que marca la ley. Y recuerda cómo hace cinco o seis años se presentó a unas oposiciones en el Ayuntamiento de Móstoles. Logró un 5,3, pero anularon una pregunta con lo que se quedó con un 4,9, con lo que se quedaron sin cubrir las plazas para discapacitados, "y no han vuelto a salir oposiciones, sólo salen para policías".

También asegura haberse sentido discriminada en Santa Lucía, con la excusa de "estar demasiado formada" no la aceptaron en un puesto, pero ella cree que es por la discapacidad. También se queja de que de Madrid capital la han llamado para un montón de empresas, pero "es imposible trasladarse cada día en taxi, que puede suponer 100 euros diarios".

Ley de dependencia

Laura, en 2007 echó una solicitud y dos años después le enviaron una valoración, sin haber pasado un reconocimiento físico, de sistema "pasarela". La valoración que sorprendentemente le dieron fue de un grado 2, nivel 2, "que es medio, tirando a bajo". Es decir, con un 90 por ciento de minusvalía sólo la reconocían 2 horas de ayuda diaria. Recurrió, porque con los años ha empeorado y hace unos días, por fin, fueron a valorarla. Ahora sí, le reconocieron la discapacidad que padece y le pasan 168 euros al mes a su madre para cuidarla, lo cual no llega para nada si su madre enferma".

Lo mejor, las personas

A Laura para sacar una entrada en Kinépolis han llegado a pedirle un certificado de minusvalía, una fotocopia del DNI y una autorización firmada. Es imposible sacar entradas por Internet para personas discapacitadas. Así que, lo mejor, son las amigas que antes de la peli hacen los recados que ni tecnologías ni empresas facilitan.
Las monjas no la aceptaron en el cole, pero años después lo mejor fueron sus amigos de la Universidad que en el viaje de fin de carrera se plantaron: "Si no va Laura, no va nadie". Y fueron todos. Y todos ayudaron a Laura las 24 horas del día en aquel viaje a Tenerife. Laura subió en avión, en barco... Donde hiciera falta. Ahí estaban las personas, no las instituciones.

POR CIERTO, EL 3 DE DICIEMBRE ES EL DÍA INTERNACIONAL DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD

Y como a Laura le gusta casi toda la música seguro que no fallo con este video. Va por ella, sus amigos y sus amigas:

1 comentario :

  1. Gracias Alfon por poner la lupa en el sitio adecuado. A Laura, que no conozco personalmente pero de la que ya sé muchas cosas gracias a tu entrada, le pido que no se rinda nunca, que el mundo necesita personas como ella. Y le recomiendo, para acabar, que se acerque un poco al heavy... Hay días en los que es la mejor banda sonora!

    ResponderEliminar