En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965.
En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...)
Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor.
Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión.
Alfonso Mauricio Roldán Panadero
- Nunca nadie te querrá como yo te quiero. Como te seguiré queriendo.
- Pues no me quieras tanto.
- He dicho "cómo, no "cuánto". No entiendes nada. No has entendido nada. Y no te rías.
En Madrid, a 25 de mayo de 2015, bajo la atenta mirada de María Auxiliadora y su crío.
Una licencia poética en tiempo de intentar alcanzar acuerdos. En tiempos de hablar en vez de coger el canasto de las chufas. Importa más el cómo que el cuanto y no perder la sonrisa.
P.S. Queda abierto también el debate sobre la tilde de "cómo".
Soy
madrileño de largo. Hijo y nieto de madrileños y como tal el domingo tengo una
gran responsabilidad. Esperanza Aguirre no puede gobernar en Madrid. Es
inexplicable que sea legalmente candidata de nada, es increíble que saque un
solo voto y sería vergonzoso que volviera a gobernar. Nunca entendí a los
italianos cuando votaban a Berlusconi hasta que he visto a Esperanza Aguirre y
al PP, concretamente valenciano y madrileño.
Desde
que nació este humilde blog he intentado ser pedagógico a la hora de explicar
que Esperanza Aguirre es una golpista como todos los que vivimos el tamayazo
sabemos. E intentado explicar que es mala gente, como sabe cualquiera que haya
estado con ella enfrente o al lado. Muchos de los que han estado a su lado,
ahora están imputados o en la cárcel. Más de veinte personas de su plena
confianza están imputados o en la cárcel.
Esperanza
Aguirre injuria, calumnia, ofende, ultraja, hiere, daña por doquier pero es
impune. Se salta la ley cuando le da la gana. Si tiene un problema con Hacienda
llama al ministro de turno. Esperanza Aguirre es el franquista “usted no sabe
con quien está hablando” llevado a la enésima potencia. Esperanza Aguirre
ingresa un cheque de cinco millones y después se fuma un puro afirmando que no
puede pagar la calefacción de su palacio. A Esperanza Aguirre le pagan los
cientos de favores realizados con un salario de 369.000 euros por no ir a
trabajar y “ a quien le pique que se rasque”. Esperanza Aguirre cobra favores a
través del ABC percibiendo entre 2.000 y 3.000 euros por artículos de
novecientas palabras. El periódico de derechas, además le dio un premio de
5.000 euros por un artículo taurino.
Esperanza
Aguirre es una víbora, es el cáncer de la democracia. Es odiosa, execrable,
detestable, abominable, despreciable, repelente. Es un Maquiavelo maloliente,
pestilente, hediondo, nauseabundo. Lleva adelante estrategias espurias, falsas,
contaminadas. Es engreída, fatua, petulante.
Lógicamente
esas formas de marquesa guerrillera tiene su público. Es la lideresa. Yo no soy
de líderes ni de lideresas, pero este país aborregado; esta ciudad, Madrid, que
ha ido perdiendo la dignidad día a día, ultrajada y humillada desde que la
izquierda inauguró el cainismo, ha perdido el color, la vida, la alegría y
después del horror tiende al espanto.
Esta
ciudad, mi ciudad, la de mis padres y abuelos no puede ser rematada y violada
por las el desprecio y la enajenación de Esperanza Aguirre.
Tengo
la impresión de que en Madrid capital gentes de izquierdas van a votar contra
gentes de izquierdas para regocijo de los de siempre. De ello hablaremos a
partir del lunes. Y aquí, independientemente de cualquier asunto, lo que no
puede ser es votar a Esperanza Aguirre. No puede ser. La pesadilla no puede
ser.
P.S.
Pediría al nuevo Gobierno municipal que retire las banderas que rodean la
Cibeles, que no se ve bien a la diosa del foro. Que retorne la fuente al
original. Menos banderas y más Cibeles.
Pocos madrileños
saben que a escasos metros de la Castellana (o sea, el paseo de la Castellana)
existe un lugar considerado de interés por el Colegio de Arquitectos de Madrid.
Un lugar singular, sin duda. Es la Fundación Olivar de Castillejo. Un antiguo
caserón y treinta y cinco olivos rememoran aquel tiempo madrileño de cultura. Aquella
alma de la cercana Residencia de Estudiantes pervive allí. Un micro hábitat que
este año, además de su programación habitual, ha traído en San Isidro el I
Certamen de teatro aficionado al aire libre. Siete atardeceres de teatro en un
oasis. Tuve la fortuna (por sólo seis
euros, a modo de colaboración) de disfrutar con El caso Montenegro, la obra que se alzó con la victoria del
Certamen.
Con todos mis respetos a “la profesión”, Ukumbi teatro demuestra en las tablas
mucha más profesionalidad que mucho “profesional”. Seis actrices y un actor interpretan a siete;
perdón, ocho personajes. Un ritmo trepidante para una historia con alma de Agatha Christie llevada al absurdo, al
esperpento, a la comedia.
Un trabajo, un ejercicio teatral muy completo. Teatro
físico, voz, pinceladas de pelea y muerte, sincronización… Personajes muy trabajados nos llevan a una
atmósfera de género negro. La detective Aurora Barranquilla (Gema Gil Cacho) es
una detective atormentada por su pasado que daría bien en una peli en blanco y
negro, por cierto. Un asesinato repleto de sospechosos y sospechosas, claro y
algo muy actual: un comisario corrupto que chantajea a Barranquilla para que investigue el caso…
Voy a buscar a esta gente joven para que me cuenten más de
su vida y sus planes con El caso Montenegro…
Ukumbi teatro son: Gema Gil Cacho, Jone Bengoa, Ainhoa
Pareja y Álvaro Torre (ideólogo de El caso Montenegro).
Unas sillas, una mesa, palabras y silencios son la puesta en escena de
esta sobrecogedora propuesta teatral. Por primera vez, sobre el escenario, un
etarra y la hija de un político –da igual de qué partido- al que éste asesinó. Un
encuentro, no tanto para buscar perdones, como para facilitar convivencias. Si
te han impactado declaraciones como las de Iñaki Rekarte, ex miembro de ETA
arrepentido, tampoco te dejará indiferente La
mirada del otro.
Aunque independiente, La mirada del otro, es la segunda
parte de la trilogía del Proyecto 43-2,
abanderado por María San Miguel del que ya os he hablado en varias ocasiones
(*). Ciertamente, ese mundo a veces cerrado y endogámico de la “profesión”, se
ha acercado poco a uno de los principales problemas de este mundo y del que
bien conocemos en Euskadi y Madrid fundamentalmente: el terrorismo y el
terrorismo de ETA en particular.
Asegura su director, Chani Martín,
que no es una obra política, pero yo discrepo. No es una obra partidista pero
es impepinablemente política. Es incluso una obra militante en pro de la
tolerancia, la paz, el reencuentro, la convivencia. Hacer pedagogía, hacernos
pensar, emocionarnos con estos conceptos, lo siento, pero es política.
Entre secretos, con muchas cautelas, con mediadores, con facilitadores
y gracias a muchos héroes anónimos, se viene trabajando para preparar el difícil
camino de la convivencia después de muchos años de terror y sangre; de tabúes,
estereotipos e incomprensiones. La mirada
del otro es uno de esos capítulos que bien se pudo vivir en la prisión de
Nanclares de Oca. El cara a cara entre un etarra y la hija del padre asesinado.
Asesinado… ¿para qué?
Aprovechando que hoy
es el Día de las enfermeras y que seguimos con la fiesta del cine, voy a poner
cuatro líneas sobre una película francesa que merece la pena en los tiempos que
vivimos: Hipócrates. Una historia de recortes en sanidad pública, de
condiciones laborales en el sector, de moral y ética, de muerte digna, de
vocación y corporativismo…, tratada con humor y también con emoción por un
director autodidacta en el cine y médico de profesión.
Pocas escenas se desarrollan en el exterior de ese hospital.
Ese macrohospital que nos puede recordar
al Clínico o la Princesa de Madrid. Un lugar de vida y muerte que es vivienda
de residentes extranjeros con experiencia aunque maltratados por ser
extranjeros. Según cuenta el director desde el conocimiento, en principio, la
película quería ser un homenaje a esos médicos extranjeros residentes que
cubren las guardias y siempre están ahí cuando las cosas se ponen feas, al
menos en Francia. Abdel, interpretado por Reda Kateb, es ese médico argelino
que a pesar de sus conocimientos vive bajo la espada de Damocles.
Abdel será el verdadero referente del joven residente Benjamin,
destinado a ser un gran doctor siguiendo la estela de su padre en el mismo
hospital. Pero Bejamin tiene que enfrentarse a sus miedos, inseguridades, a sus
límites, a las presiones familiares, de los pacientes, de los compañeros…
La historia de Benjamín es la sonora música de fondo de la
vida de un hospital público gestionado por un gestor que nada sabe sobre cómo se
gestiona un hospital. ¿Os suena? Es la historia de recortar en material y
personal, en ausencia de camas, en tratar a pacientes como bultos que ocupan
camas. Es cómo enfrentarse ante la muerte inevitable, son las condiciones
laborales, el corporativismo, las injusticias. Es una marea blanca con momentos
intensos.
Si trabajas en la sanidad pública, deberías verla.
Director: Thomas
Lilti.
Guión: Pierre
Chosson, Baya Kasmi, Julien Lilti, Thomas Lilti.
Reparto: Vincent
Lacoste, Reda Kateb, Félix Moati, Jacques Gamblin, Marianne Denicourt, Carole
Franck, Philippe Rebbot.
Hoy comienza la fiesta del cine. Hasta el jueves,
por menos de tres euros, te puedes hinchar a ver pelis. Remirando cartelera, destacaría
más allá de Pride, dos cintas que
tienen la sordera como leit motiv. En
La familia Bélier, pienso que este
asunto es una valiente excusa para hablar de la comunicación, la incomunicación,
la adolescencia, la familia, pero también de lo diferente. Hablamos, hablo, de
una película emotiva, humana, de un drama con mucho humor, o una comedia con
bastante drama. Como la vida misma.
En la familia Bélier son
todos sordos excepto Paula. A sus 16 años, además de estudiar es imprescindible en los trabajos de la
granja familiar. Se apunta al coro del instituto con la tontería de coincidir
con un compañero y…, paradojas de la vida, resulta ser propietaria de una voz
espectacular. Animada por el profesor, una vieja gloria fanático de Michel Sardou, tendrá que decidir si apuntarse
a un concurso de canto…
Hay momentos en la vida
en que el destino se nos echa encima: el miedo al cambio nos bloquea y aunque
surjan talentos ocultos los esconcemos por miedo. En esa época clave de
permanente cambio físico y psicológico que es la adolescencia, además, hay que
bandearse con la familia. Como dice Eric Lartigau, director de La familia
Bélier, “en una familia, ¿quién construye, quién aguanta, quién ahoga? ¿Cuál es
la clave en las elecciones?"
Una peli que gustará a
quienes tienen hijos, o hijas, adolescentes. Es más, si eres adolescente y no
tienes un día muy tonto, también te gustará. Vamos, que si eres adolescente te
gustará aunque lo niegues, que también hay amor y temas musicales franceses…
Guión: Victoria Bedos, Thomas Bidegain, Eric Lartigau.
Reparto: LouaneEmera, Karin Viard, François Damiens, Luca Gelberg, Roxane
Duran, Eric Elmosnino, IlianBergala, ClémenceLassalas, Bruno Gomila, Mar
Sodupe.
Fotografiado por @frlorente, Fran Lorente, en el café Central
Se autodefine como un
“músico de la puta base” y es que, cuando contaba veinte años, después de que
aquello que se llamaba “mili” lo trajera hasta Madrid desde su Andalucía natal,
ya andaba por las calles tocando música. “¿Te acuerdas del grupo de africanos
que tocaba en la calle Preciados que tenía un blanco. Pues el blanco era yo”.
Lorenzo Azcona ha tocado todo tipo de instrumentos con todo tipo de bandas y
grupos desde los ochenta. Hoy, que se trabaja“tres veces más y cobras tres
veces menos que en los ochenta”, la cosa cultural y musical la ve muy
complicada. Sin ánimo de ser apocalíptico, espeta: “Si seguimos así, la música
en vivo corre peligro de desaparecer”, por eso tiene muy claro que el 20 de
mayo se unirá a la iniciativa del Día sin música. No va a tocar ni el saxo,
“sin duda el instrumento más seductor”.
P. No es sólo que hayas tocado con todo el mundo, es que tocas de todo. O sea, todo tipo de instrumentos. Eso es vocación y amor al arte...
R. Es verdad que tengo una vocación extrema y que empecé con la
guitarra, de la que ahora sigo impartiendo clases, pero también es cierto que
soy multi-instrumentista por necesidad, porque ya a fines de los 80 había que
tocar más instrumentos para vivir.
P. A la música se puede llegar de muchas maneras: por el entorno
familiar, por el estudio, siendo autodidacta… ¿Cuál es tu caso?
R. En mi familia siempre se escuchó mucha música. Mi abuela
estudió la carrera de piano en sólo tres años y habría sido concertista si la
Guerra Civil y lo de ser mujer no se hubiera interpuesto en su camino. A mí
abuelo lo asesinaron en la guerra y luego ella se tuvo que dedicar a dar clases
de piano. Yo comencé a estudiar en el Conservatorio de Málaga, pero me aburría,
así que me compré los mejores libros y me convertí en autodidacta.
“La
música vive de nosotros, no nosotros de la música”
P. De músico callejero pasaste a tocar con cantautores como Krahe,
bandas como La Unión o Burning. ¿Cómo se hace esto?
R. Una cosa lleva a la otra y en esa época yo era muy osado... De
la calle pasé a salas como La Coquette, al Rincón del Arte Nuevo, a Elígeme…
Eran tiempos en los que se podía vivir de esto.
P. Entiendo que ahora no se puede vivir “de esto”.
R. Vamos a ver, que la base de cotización mínima es de 30 euros,
si haces una actuación y no va ni Dios, palmas… Hoy día en Madrid las salas
cobran al artista por tocar y además se llevan un porcentaje de sala. Con un
IVA del 21 por ciento es imposible. Hace cinco años las salas pagaban un fijo y
además se ponían las pilas para llenar el local, ahora esperan que los artistas
les llenen las salas. Es el mundo al revés.
P. De ahí la jornada sin música…
R. Por primera vez nos hemos puesto de acuerdo salas y músicos
para que el 20 de mayo no haya actuaciones. Este Gobierno no da el perfil para
apoyar la cultura y nos pone todas las trabas posibles. En este mundo, la
música vive de nosotros, no nosotros de la música; somos los músicos quienes inyectamos
vida a la música mucho más que al revés. Nos dejamos la vida ahí, la personal y
la laboral.
“La música en vivo corre
peligro de desaparecer”
P. ¿Qué es, entonces, la música para ti?
R. Es un medio de expresión, y en tanto no expreses nada, no dice
nada. Por eso me gusta diferenciar entre el mundo de la música y el
espectáculo. El espectáculo está lleno de parafernalia y su único objetivo es
el consumo, el “vender como churros”. La música es al espectáculo como la
cultura es al ocio, algo que no entienden nuestros gobernantes. Eso sí, la
música consumo puede durar un año, luego desaparece.
P. Eres un heterodoxo y anda metido en esto
de las fusiones. ¿Todo se puede mezclar?
R. La música debe ser influenciable y vivir en
constante enriquecimiento. Lo que hay en muchos músicos es miedo a cambiar, a
perder la identidad. El problema de los clásicos no son los clásicos, sino como
en todo, los seguidores talibanes. Todo se puede mezclar, aunque hay cosas que
personalmente no veo, como es la copla y el jazz. Son lenguajes diferentes. El
aceite y el agua no se pueden mezclar.
Pillada de Fran para seguidores del blog "50 besos".
Boleros bengalíes
Azcona ha editado dos discos propios, 1+1=4 y Bajo la piel .
Antes de que acabe el año verá la luz su tercera criatura musical. Además se
trae entre manos varios proyectos: El primero de ellos muy pedagógico: el
cuarteto (que puede terminar siendo quinteto) de fusión. Acaba de presentarse
en la SGAE y consiste en una charla-concierto que se inicia “desde que en los
pueblos comienzan a cantar y el paisano de al lado mete la botella de anís como
percusión.
Luego, está Steel boleros,
una iniciativa de Paco Beneyto, “el de Los Secretos, que en su día llegó a componer
boleros bengalíes”. Quizá con lo que más se ríe Azcona, como no podía ser de
otra manera, es con las actuaciones que a dúo mantiene con Miguel Vigil (ex de Académica Palanca). Además, acaba de
presentar en el Teatro del barrio, el tercer disco del grupo rockero Blumm. O
sea, casi no encuentra tiempo para percibir ingresos fijos impartiendo clases
de música e inglés, que la cosa está muy mal.
El 18 de marzo Lorenzo Azcona se dio un paseo por la fusión
española en SGAE con Carlos Beceiro, Alexis Hernandez, Sebastian Rubio
Caballero. Aquí una pequeña muestra.
Soy
donante de sangre y heterosexual. De hecho, bastante donante y bastante
heterosexual. Jamás se me ha ocurrido, cuando me extraen la sangre, decir que
si Ángela Merkel necesita mi plasma a efectos de sobrevivir me niego a que sea
usado mi rojo líquido. En Europa, esta Europa tan moderna se ha legislado para
que países como Alemania o Francia puedan impedir a los homosexuales donar
sangre por ser “un peligro”. Así va Europa.
La
Media Luna Turca también se niega a que los homosexuales donen sangre. Ahora
que la Comunidad de Madrid ha regalado, creo que ilegalmente, mis datos
personales a la Cruz Roja (prima hermana de la Media Luna Roja), la próxima vez
que done, en el hospital eso sí, voy a decir que soy gay. Incluso negro, que
debe ser peor. Voy a decir que soy gay y negro y supongo que ipso facto toda Turquía sabrá que soy
peligroso. Que por mis venas seguramente corran todos los vicios contagiosos
del Universo, no como por las venas de esos heterosexuales blancos que, aunque
frecuenten prostíbulos y lupanares de todo tipo y condición seguro que no
contagian ni una gripe.
Personalmente
me fío más de la sangre de un gay que de la de un machirulo de prostíbulo, sea francés o alemán, especialmente si ha
estado de vacaciones en la costa española. De cualquier forma, ¿no es más fácil
que la sangre pase controles de calidad que andar haciendo alarde de homofobia?
El
17 de mayo es el Día contra la homofobia, no estaría de más dar la lata con
estos asuntos y contra esas palizas que renacen en Madrid contra gais al grito
de “maricones”. Vuelve el hombre valiente que, escondido en el grupo y la
oscuridad, da palizas a homosexuales. ¿Serán donantes de sangre estos bestias?
No. Europa no es lo que parece y Madrid no es ni su sombra.
Ritmo
de batukada, alegría de tricolores, morado feminista y “¡arriba las banderas de
la clase obrera!” El Primero de Mayo en Madrid volvió a ser de reivindicación,
pero también de celebrar conquistas alcanzadas y derechos defendidos, como la
plantilla de Coca Cola de Fuenlabrada. Fue jornada de criticar a esos
gobernantes y esas políticas que sólo piensan en la cuenta de resultados de
algunos amiguetes: “¡De Guindos, sicario, del Fondo Monetario!”, se oía corear
en la manifestación cuyo lema central fue: “Así no salimos de la crisis”.
Fueron
miles las personas que acudieron a la cita convocada por CCOO y UGT para manifestarse
desde la plaza de Cibeles hasta la Puerta del Sol. Multitud de pancartas que
recuerdan que la crisis existe: FNMT, RTVE, correos, basuras de Madrid,
empleadas del hogar, artes gráficas… Pero un Primero de Mayo que tampoco se
olvidaba de la memoria histórica, de Grecia, de Palestina, del Sahara, de las
víctimas de Nepal o Lampedusa…