- Nunca nadie te querrá como yo te quiero. Como te seguiré queriendo.
- Pues no me quieras tanto.
- He dicho "cómo, no "cuánto". No entiendes nada. No has entendido nada. Y no te rías.
En Madrid, a 25 de mayo de 2015, bajo la atenta mirada de María Auxiliadora y su crío.
Una licencia poética en tiempo de intentar alcanzar acuerdos. En tiempos de hablar en vez de coger el canasto de las chufas. Importa más el cómo que el cuanto y no perder la sonrisa.
P.S. Queda abierto también el debate sobre la tilde de "cómo".
mucho cómo y mucho cuánto, pero me temo que lo único cierto es el dónde y el cuándo.
ResponderEliminar(Tengo una curiosidad ¿te fijaste si a él se le borró la risa y contestó algo o se fueron cada uno por su lado?)
jopé, veo que no me respondes. Soy Anónima (es mi segundo nombre propio pero no valen diminutivos, por favor). Te preguntaba si después de escucharla, a él se le borró la risa, si contestó algo o si simplemente se fueron cada uno por su lado.
ResponderEliminarQué rabia, estoy torpe, no acabo de pillar el debate sobre la tilde de como, con lo que me gusta entar al trapo
Salud, República y Revolución (o por lo menos, y de momento, Evolución)
Estimada anónima: disculpa por no haber contestado. Aunque no sé quién eres, entiendo por tu despedida que te has paseado por los 50 besos. Debes comprender que es un poco desasosegante responder a no sé quién. Además te insisto en que el anonimato no tiene sexo, es lo más parecido a un ángel, eso sí.
EliminarPodría responderte con una letra del Sabina en plan: "Y la vida siguió como siguen las cosas que no tienen mucho sentido...", pero te contaré la verdad, aunque no te creas nada más que el dónde y el cuándo.
No desprecies las diferencias entre el cómo y el cuánto, algo habitual en los quereres. Tú me dirás que tiene que ver la cantidad con la calidad, el modo, la forma. Es habitual querer mucho y mal. Creo que es preferible querer poco y bien. No sé.
Dicho esto te contaré que el chaval se trago la sonrisa, la dignidad y todo. Me tomé un vino con él y decidió plegar velas, que para eso la quiere bien. Tal como me lo contó, entiendo que la llevará siempre en el alma y el corazón. Entiendo que se quedó triste. Profundamente triste, pero seguro que esa tristeza la canaliza.También estoy convencido de que vive en la esperanza de un reencuentro. Y quizá ella viva en la misma situación. Quizá el destino o la casualidad consiguen que la relación se retome. No sé. Personalmente creo que deberían intentarlo una vez que cicatrice este dolor reciente. Seguro que coinciden en más cosas de las que ellos creen.
Sobre tildes..., a veces es debatible la tilde de "como".
No sé qué te parece lo que te cuento. Dicho lo cual, más salud, más república y más evolución.
Estimada Anónima: Creo que lo mejor es que me envíes un correo electrónico a mí correo electrónico si prefieres que no te publique. Así te podré responder "no públicamente". Como prefieras. Aunque no me gustan los anonimatos, también puedo entender la clandestinidad. Independientemente de todo, haces buen uso de tildes, por lo que quizá puedas clarificar, en tu opinión el uso de la tilde en "como", o "cómo", más allá de comer, interrogar o exclamar. Esperando ese correo, se despide este que es tuyo, de la clase obrera, campesina y marinera.
EliminarMe temo compañero que no es buen uso, sino abuso: interrogo mucho, exclamo mucho y como poco. Así que me temo que poco o nada puedo aportar al debate.
EliminarSalud y saludos afectuosos y sinceros
Anónima
(ah, y muchas gracias)
Eso sí. No hay nada que perdonar. Los relatos, los personajes cuando son públicos y publicados dejan de ser de su autor y son de lectores o lectoras. Seguiré esperando ese correo. ;-)
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