Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

martes, 30 de junio de 2009

Humor negro: Jonathan Swift y Ambrose Bierce / Arias Navarro y Franco

La muerte de Michael Jackson ha dado pie estos días a que en la red se moviera el humor negro. Casualmente acabo de leer un librito: Padres e hijos, que incluye un relato de Jonathan Swift: Una humilde propuesta, y una serie de relatos de Ambrose Bierce, El Club de los parricidas y un crimen más. Todo ello prologado por Moncho Alpuente. El librito ha sido regalo del traductor de la edición, y amigo, Juan F. Escudero, a la sazón corresponsable del Ateneo Cultural 1º de Mayo y de la editorial Calambur.


Los textos son salvajes, pero repletos de humor. Del duro. Por dar una pista diré que la humilde propuesta de Swift es "para evitar que los hijos de los pobres sean una carga para sus padres o su país, hacerlos provechoso para el pueblo". Y por dar otra pista, el comienzo de El Club de los parricidas: "Un amanecer de junio de 1872 maté a mi padre –hecho que me produjo, por aquel entonces, una honda impresión- (…)"


Pero vamos, nada que no pueda soportar un habitante de este país, repleto de guerras fratricidas y amante de la sangre hasta el espectáculo.

También, gracias a este librito me ha asaltado la curiosidad por Ambrose Bierce (a Swift ya le conocemos desde el cole por sus Viajes de Gulliver, otra obra para mayores colocada a los niños y jóvenes). Bierce, que nació a mediados del siglo XIX, fue un periodista de cierta relevancia que trabajaba para el magnate W.R. Hearst, crítico corrosivo de las costumbres y los personajes de su época, a los que ridiculizaba. En la Guerra de Secesión se alista como voluntario en las topas unionistas, donde se inspira para muchos de sus cuentos.

Lo más divertido de su vida seguramente sea su muerte. A los 71 años decide enrolarse como voluntario con Pancho Villa. Antes de partir con rumbo a México, en una carta fechada el 1 de octubre de 1913, escribió a una de sus familiares en Washington: «(...) Adiós — si oyes que he sido colocado contra un muro de piedra mexicano y me han fusilado hasta convertirme en harapos, por favor, entiende que yo pienso que esa es una manera muy buena de salir de esta vida. Supera a la ancianidad, a la enfermedad, o a la caída por las escaleras de la bodega. Ser un gringo en México — ¡ah, eso sí es eutanasia! (...)».

Y aquí os presento el auténtico anuncio de la muerte de Franco realizado por Arias Navarro, que hubo que repetir hasta que salió el que finalmente transmitió la tele...:


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lunes, 29 de junio de 2009

Damas

En el ajedrez la figura más preciada es la reina, que también se denomina dama. Una pieza que se desenvuelve por el tablero de arriba abajo, de abajo arriba, en horizontal y en diagonal. Es la figura más poderosa, aunque para ganar la partida, lo que hay que hacer es matar al rey.
En el juego de damas todas las fichas tienen el mismo valor. Todas son peones salvo cuando llegan a la retaguardia enemiga. Entonces se convierten en damas con un poder tremendo sobre el tablero. Pueden comer varias fichas contrarias de una atacada yendo de arriba abajo y al revés. Aquí no hay reyes. Sólo peones y damas.

En el tablero político internacional existen las "primeras damas". Veo que un manifiesto de mujeres pide a éstas, a las primeras damas, que no acudan a la reunión del G-8, en protesta por la forma en que Berlusconi trata a las mujeres. El problema no es hacer una protesta coyuntural. Lo inexplicable es qué sentido tiene una primera dama más allá de un elemento florero, glamuroso, de prensa rosa, que, gracias a Carla Bruni parece que está de moda.

Por otra parte, nunca habla nadie de los primeros damos,bien porque la jefa de Estado o Gobierno de turno sea mujer, bien porque el jefe de Estado o Gobierno e truno sea gay. Y parece que nadie se plantea la posibilidad de que un jefe de Estado o Gobierno sea soltero. El tablero político internacional debería ser como el juego de damas, sin figuras absurdas y trasnochadas, herederas de la más rancia tradición monárquica. Sin consortes. En caso contrario habría que contemplar en los convenios colectivos que las mujeres y maridos tengan el deber de acompañar al trabajo a sus respectivas parejas. ¡Vaya lío!

Y aquí, mientras tanto, el Parlamento quiere cargarse el Ministerio de Igualdad. No digo yo que la ministra sea un dechado de virtudes, pero el Ministerio acaba de nacer por decisión del presidente del Gobierno. El presidente del Gobierno tiene en su tejado el tablero del juego al que quiere jugar. Las damas, no las primeras damas, observan atentas.


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domingo, 28 de junio de 2009

Lío en Sol / Plaza Mayor mora

Supongo que el golpe de estado de Honduras arrebatará mañana a Michael Jackson la cuarta primera plana de El País, que ya lleva siendo primera tres días seguidos. Y con los estudios filosóficos y el inicio del culebrón veraniego sobre la muerte de la estrella del pop en papel prensa marché, como buen madrileño a ver la recién inaugurada estación de Cercanías de Sol.

No se sabe por qué la Puerta del Sol se llama puerta del Sol. Existe la teoría de que es así nominada porque estuvo allí ubicada la puerta de entrada a la villa más oriental. Otra teoría es que durante la guerra de las Comunidades, en un edificio allí situado se dibujó un sol. Sea como fuere hoy, la misma ida que he tenido yo la han tenido miles de personas, simples mirandas, fotógrafos, reporteros televisivos...

Y es que la Puerta del Sol está metida en nuestro alma. O mejor, en la parte del cerebro de los trajines, del ruido, de la masificación, del centro de la vida de la ciudad. Sol es como el corazón de la capital que bombea gentes a ritmo de infarto, con permiso de Michael Jackson. Bombea coches por toda España desde su kilómetro 0; y ahora también bombea trenes.

Pero de siempre ha sido ese tran- tran de sístole diástole y testigo de los grandes acontecimientos de la ciudad, y de España. Allí se armó la de dios es cristo en mayo de 1808 contra los franceses. Allí se proclamó la segunda República en 1931.

La Puerta del Sol ha sido y es conejillo de indias de novedades patrias y foráneas: allí se instalaron las primeras columnas de gas, los primeros urinarios públicos, las primeras farolas eléctricas, por ahí pasó el primer tranvía tirado por mulas y el primero que funcionó con electricidad, de su subsuelo partió la primera linea de metro... Y ahora, le ha salido una joroba transparente.

Y sí, la estación estará inaugurada, pero la parte de arriba parece Gaza entre escombros y ambulancias, gentes, carreras y ambulancias:



Y de ese barullo, al barullo vecino de la Plaza Mayor, que cada domingo se llena de traficantes de numismática y filatelia y que hoy habían replegado un poco sus poderes porque, sorpresivamente, la plaza parecía tomada por fuerzas musulmanas. Felipe III miraba de reojo, desde su pedestal, las medias lunas y las jaimas allí dispuestas, a modo de campamento marroquí.

Pero no estábamos en un caso de "Bellum internecium! (*), como diría mi sita Esperanza, la profa de latín

La Plaza Mayor tiene esa capacidad camaleónica de mudar su aspecto. Estos días es una kasbah, o mejor una medina, donde ver y escuchar música marroquí degustar dulces, pinchos, té moruno, dibujarse la piel con gena. Allí hay artesanos de curtidos, textiles, asombrosos ancianos que modelan la madera del cedro, usando pies y manos:







(*) A simple vista yo diría que la traducción exacta es: bello entre los necios, pero parece que no, que viene a querer decir "¡guerra hasta la exterminación!".

viernes, 26 de junio de 2009

Obituarios / Orgullo gay, orgullo ciudadano

No entiendo el revuelo que se ha montado en torno a la muerte de Michael Jackson, si con el color que tenía estos últimos años se veía venir. Yo soy mucho más de Farrah Fawcett, por eso me entristece el espacio que en el día de su muerte le han robado los medios de comunicación. Lo que no deja deja de ser llamativo es el diferente tratamiento dado a la reciente muerte de Vicente Ferrer y esta de la estrella del pop.














En fin, dejemos este repaso a los obituarios que esto empieza a parecer las páginas de esquelas del ABC. Dejemos las tristezas porque Madrid, esta ciudad un tanto gris en su humor, en su alegría cotidiana, está preparándose para que estalle un año más el colorido del arco iris en sus calles. El colorido del orgullo gay, que cada vez es más el orgullo de toda la ciudadanía. Esa ciudadanía tolerante. Los madrileños ya sentimos orgullo de acoger esta semana y este enorme desfile festivo y reivindicativo.

Reivindicativo porque todavía queda mucho camino. Ahí está la actitud del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados negándose a votar una declaración de apoyo institucional a los homosexuales perseguidos por su condición sexual, con motivo de la celebración del Día del Orgullo Gay.

Como cada año, Madrid se convierte a finales de junio en una fiesta de color, alegría y reivindicación. El 28 de junio es el día del Orgullo Gay y este año la gran celebración era el 4 de julio, una fecha muy Obama.

Es el 28 de junio una celebración realmente joven, pues hasta 1985 no fue convertida oficialmente en el Día del Orgullo Gay. Fue a finales de junio de 1969 cuando un grupo de policías irrumpieron en el Stone Wall, un bar de ambiente de los pocos que por la época existían en Nueva York, frecuentado por una fauna noctámbula de homosexuales, drags queens y bisexuales.

La excusa era una redada para controlar el consumo de alcohol, pero la violencia de la policía y la impunidad con que se ensañaron evidenciaron un ánimo represor increíble para una redada antialcohólica.

Dice la leyenda, que cuando entró la policía en el local sonaba la música de Over the Rainbow en la voz de Garland, de ahí la simbología y la bandera. La clientela se enfrentó a la policía, que tuvo que pedir refuerzos.

Días antes de la redada, la actriz Judy Garland moría a los 47 años en Londres tras ingerir una dosis altísima de barbitúricos. La protagonista de El mago de Oz había sido uno de los primeros iconos gays. Su repentina muerte estaba muy recientes aquella noche del 28 de junio, y los ánimos muy calientes.

Tres días después, la batalla campal finalizaba con un muerto, varios heridos y también algún detenido. Desde entonces, todos los años la comunidad gay conmemora la fecha como un hito en la historia de la lucha por el reconocimiento de su opción sexual.

En 1985, los sucesos de Stone Wall fueron elevados a categoría de símbolo durante una conferencia internacional de coordinadores de asociaciones gays, donde se decidió elegir el día como el Día del Orgullo Gay.


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jueves, 25 de junio de 2009

Reducir, reciclar y reutilizar. R que r

Los fines de semana eran las jornadas favoritas para la recolecta. A todos los periódicos viejos de casa, sumábamos los de los vecinos que pacientemente abrían la puerta y escuchaban el breve pero intenso sermón: "¡Hola! ¿Tiene algo de papel viejo, por favor?" El sermón, a veces se adornaba con "… es para el viaje de fin de curso", aunque con nueve o diez años no hubiera viajes de fin de curso; o "… es para la parroquia", aunque no supiéramos ni donde estaba la Iglesia más cercana". Los cartones eran auténticos tesoros.


El chatarrero del barrio pesaba los periódicos y los cartones en una báscula decimonónica, le restaba unos gramos y nos daba algunas monedas que nos venían de perlas. A lo tonto nos convertíamos en auténticos batallones de limpieza, indudablemente más efectivos que Wall-e.


En el patio interior de las casas amontonábamos los cascos de vidrio de las cervezas, del vino, del sifón, de las gaseosas o de la leche. Nuestras madres nos mandaban a hacer los recados con los cascos en una bolsa de tela, siempre la misma bolsa de tela con espantosas rayas. Romper un casco era una tragedia porque había que pagarlo. En ninguna tienda, en ninguna bodega, en ningún sitio regalaban bolsas de plástico.


Los coches de juguete se movían a propulsión manual, alcanzando los automóviles velocidades supersónicas. También había coches de cuerda, que más que el coche, lo divertido era el "rac-rac" del sonido de la cuerda. La ropa de un hermano pasaba a otro, o al primo, o al vecino, hasta que se convertía en trapos para limpiar la casa.


Esto era normal en Madrid, capital de España, hace tres décadas. El sentido común nos hacía reducir, reciclar y reutilizar los residuos. Ahora todos queremos ser modernísimos: políticos de izquierdas y derechas, cocineros de altos vuelos, ricos, pobres… Y por ello, las bolsas de plástico, las bandejas de plástico, las latas, los tetra paks nos invaden cada día. Y cada día nos cargamos un poco más este planeta. ¿Qué tal si revisamos el concepto moderno?


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miércoles, 24 de junio de 2009

San Juan / 7 minutos y Marta Etura


Si decíamos el otro día que la celebración católica del 15 de agosto era una mala copia de antiquísimas fiestas paganas, lo mismo ocurre con San Juan, que no es otra cosa que la celebración del solsticio de verano, algo que se celebraba allende los tiempos en el hemisferio norte. La costumbre, que está renaciendo en muchos lugares de España era saltar hogueras, con la intención de darle ánimos al Sol, que empieza a perder fuelle, ya que los días empiezan a ser más cortos. Además, los que se limitaban a mirar las hogueras eran, son, purificados por el fuego.

Y aprovechando lo amplio del día de San Juan marché al cine, a una peli, que, a primera vista pensé que se trataba de la versión reducida de un periódico gratuito. Pero no. Es una comedia que deriva en drama y que, partiendo de las dificultades que para las relaciones interpersonales existen en la actualidad, nos presenta un crisol de personalidades, sus complejas vivencias y neuras.


Los protagonistas y, fundamentalmente, las protagonistas, acuden a una sesión de "citas rápidas" surgidas a partir de Internet para encontrar el amor. Cada uno tiene siete minutos para hablar con cada una de ellas, y viceversa. Luego, maduran sus impresiones y votan a través de Internet a aquellas personas que les han gustado. Si coinciden, la empresa les pone en contacto. Zulu (Luis Callejo), exjugador de fútbol y entrenador divorciado; Sonia (Pilar Castro), mujer extremadamente exigente, que acude con su amiga Ana (Toni Acosta), y descubre el desastre que es su vida; Nerea (Marta Etura), una profesora, cliente asidua al psiquiatra, llena de miedos, obsesionada porque no gusta a los hombres; el macarra Luismi (Antonio Garrido), lleno de secretos y, en el fondo, sensibilidad. Además está Vicente, hermano de Zulu, que con novio, no sabe si le atraen las mujeres.


La película hace especial hincapié en las mujeres protagonistas, las tensiones y complicidad que entre ellas surge. No en vano está dirigida por una mujer, Daniela Fejerman, también guionista, junto con la actual ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde.
Yo (como siempre) destacaría a Marta Etura, que se estrena en la comedia y a Toni Acosta, premiada en el festival de Málaga por su interpretación. Sobre Marta Etura, yo creo que esta mujer tiene carrera por delante, que es capaza de enamorarnos, hacernos reír y hacernos llorar. Y su personaje, como diría mi profa de latín, la sita Esperanza, citando a Publio Sirio: "Amor animi arbitrio, sumitur, no ponitur" (*)
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(*) Que yo pensaba que significaba: "El arbitro se anima con el amor, sumiso, pero no poniendo". Y lo que significa es "Elegimos amar, pero no elegimos dejar de amar".

martes, 23 de junio de 2009

Ahmadineyad / Espe, Kika Superbruja y tomas falsas


Parece que Mahmud Ahmadineyad, el presidente iraní, ha metido un pucherazo considerable en las elecciones de Irán, que unos tres millones de votos (ahí es ná) pueden ser anómalos Esto ha provocado grandes revueltas durante la pasada semana en el país. A pesar de las irregularidades todo indica que no hay intención de repetir elecciones, ni nada por el estilo.

En aquellas tierras aún no han aprendido cómo se hacen las cosas. No han tenido en cuenta que todo se puede arreglar con un tamayazo al más puro estilo Espe, y que es más fácil comprar a unos cuantos representantes de los ganadores que andar perdiendo tres millones de votos. Que la cosa canta.

Con Espe en la cabeza me fui a ver Kika Superbruja y a quien me encontré en la pantalla fue a Pilar Bardem (la bruja Elviruja), que la cosa va de brujas buenas en vez de malas.

La peli es de Walt Disney, pero alemana y está basada en los cuentos de una niña que se hace con un libro de magia. Lo que no entiendo es por qué la niña en alemán se llama Lilly y en español Kika. Y hombre, la película no está mal. Un señor malísimo quiere ser el amo del mundo al más puro estilo orwelliano. El malísimo tiene poder para hipnotizar a los mayores, pero los niños serán los salvadores del mundo. Quizá lo que habría podido ser en la Alemania nazi si no hubiera sido por las Juventudes Hitlerianas.

Pero vamos, igual que lo dicho para el régimen iraní, Espe no necesita hipnotizar a nadie, que por el famoso arte de birlibirloque, compra diputados, se alía con el demonio, no tiene oposición y la votan hasta los obreros que ahora están en paro, víctimas de las políticas ultraneoliberales que se aplican en la Comunidad de Madrid.

Y me voy a ver el último episodio de esta temporada de House, que, como diría mi sita Esperanza (la profa de latín): "Beatus ille quem vivere in locus amoenus et carpe diem". Que es ficción, para demostrarlo, estos bloopers (que ahora usan este palabro para tomas falsas) (*).



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(*) Que yo, de primeras traducía como: los beatos quieren vivir locos y amenos en la carpeta de los dioses. Pero no, debe decir, más o menos: "Vive feliz, de una manera sencilla, sin buscar más riquezas que las que se encuentran a tu alrededor". O sea:



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Vacaciones de Ferragosto / Campaña de publi para recordar


Ahora resulta que, gracias a Vacaciones de Ferragosto, me entero de que la festividad de Virgen de la Paloma, de que todas las vírgenes de España y seguramente de todo el mundo católico, que se celebran el 15 de agosto, son una copia de festividades paganas antiquísimas.

En esa fecha se celebraba mucho antes del nacimiento de Cristo el fin de las labores agrícolas. El Imperio Romano adquiere esa festividad para sus intereses y se la dedica a Diana, diosa de la fertilidad, en clara alusión a la madurez de los frutos de la madre Tierra. Su nombre, con el permiso de mi profesora de latín del cole, la sita Esperanza, era feriae augusti. La cosa evolucionó hasta quedarse en Ferragosto. Día que sigue celebrándose en Italia y en el que Roma, la gran ciudad, se queda completamente desierta.

Vacaciones de Ferragosto es una pequeña gran película. Su defecto principal puede ser que sepa a poco (dura una hora y quince minutos), pero sus virtudes son muchas. Tiene pinceladas de neorrealismo italiano, tiene pinceladas de costumbrista cinta italiana, es una comedia pero descubre un asunto social que nos invade: la vejez, el miedo a la vejez, la soledad, la incomprensión que padecen los más mayores, sus rarezas, su universo particular, los choques y reencuentros entre esos universos…

La película se desarrolla en un solo día: la festividad de Ferragosto, que nos ofrece una preciosa postal de Roma, similar a la que nos puede ofrecer Madrid o cualquier gran ciudad española en esa fecha. La jornada va a resultar especialmente particular para nuestro protagonista Gianni, interpretado por el propio director y guionista, Gianni di Gregorio, quien evidencia la experiencia adquirida como guionista en Gomorra, llenando de naturalidad y espontaneidad el filme.

En el caso de Ferragosto, la naturalidad surge de las propias protagonistas, ninguna de las cuatro (de entre 85 y 93 años) son actrices. Los actores, tampoco son profesionales: Vikingo y el médico son amigos de la infancia de Gianni di Gregorio. El único actor (de teatro) es el personaje de Alfonso, que interpreta al administrador de la finca donde vive Gianni.

La particularidad de esta jornada en la vida de Gianni, cincuentón solterón, medio alcoholizado a base de vino blanco, es que se ve obligado a pasar Ferragosto con cuatro ancianas: su madre; la tía y la madre del administrador; y la madre de su médico de cabecera. A Gianni no le queda otra que armarse de paciencia y contentarlas a todas, con sus rarezas y extravagancias. Gianni, en realidad, es el único hijo que no abandona a su madre y, quizá, el único que la cuida con verdadera entrega, a pesar del sacrificio que le supone.

En la película, las protagonistas son mujeres que suman cuatro siglos de edad, y que terminan teniendo, repentinamente una gran complicidad, complicidad en la que se implica, el más sensible de los personajes: Gianni.

La cinta ya ha cosechado varios premios internacionales a la mejor ópera prima. Hay que verla, sonreír y sacar conclusiones.

Y hablando de mayores, aunque no es exclusivamente para mayores, pongo esta magnífica campaña de publicidad, que, como no podía ser de otra forma me ha remitido el bueno de Tomás, suministrador de buenos materiales que rulan por la red:



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domingo, 21 de junio de 2009

De Aranguren a Paris Hilton / Digamos no


Salvo en breves periodos de la historia de España, el pensamiento, la crítica ejercida desde el pensamiento ha sido asesinada o expulsada. En la actualidad, los iconos de este país son futbolistas hiperasalariados, la adormidera indiscutible es, no ya el fútbol, sino el dinero que rodea al fútbol, el marketing, el cotilleo basura. Un cotilleo basura que genera pingües beneficios para los listos y las listas de turno.

En estos días se conmemora el centenario del nacimiento de José Luis López Aranguren, uno de los grandes pensadores de este país. La Residencia de Estudiantes de Madrid recoge hasta el 26 de julio una extraordinaria exposición que recorre la vida y el legado de este filósofo: "a través de la vida de Aranguren se muestra la evolución de la historia de España en unos momentos muy críticos como es el paso de la dictadura franquista a la democracia", explica Concha Roldán Panadero (en la foto), directora del Instituto de Filosofía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); comisaria de la exposición, junto a Ana Romero; alumna de Aranguren, a pesar de la edad; y, cosas del destino, o la casualidad, hermana (no la única) del autor de La vida desde el Lago.

La filósofa destaca de Aranguren "el mérito añadido, reconocido por el propio profesor, de abandonar su vida de niño bien para enfrentarse intelectualmente con el régimen de Franco". Aranguren fue, junto a Tierno Galván, Agustín García Calvo y Santiago Montero Díaz, expulsado de su cátedra en 1965 por lo que se exilia para terminar instalándose en California. "Este exilio marca un punto de inflexión en la vida y la obra del filósofo", asegura Roldán Panadero, "él pasa por California y California pasa por él, por aquella California de los años sesenta y setenta que es la vanguardia intelectual y contracultural del mundo".

La muestra está salpicada de citas del autor de El buen talante. Roldán nos llama la atención sobre la definición, que en 1969, hace el filósofo del concepto "intelectual": "… el intelectual es incómodo, es una aguafiestas con su manía de estar diciendo siempre no a la injusticia". Para Roldán, "Aranguren tenía mucho de llanero solitario, pero es indiscutible su relación y compromiso con la Universidad y los estudiantes".

Ana Romero, también comisaria de la exposición, revela que "no se puede hablar de un único Aranguren. Se trata de un personaje en constante evolución, preocupado por y ocupado en ese diálogo permanente entre conservación e innovación, entre el pasado y el presente, entre la España emigrada o peregrina, y la España por él vivida. Su interés por la poesía, la literatura, la pintura, la escultura se evidencia en la muestra, al igual que sus reflexiones sobre filosofía, política o religión". Romero, habla de un Aranguren poliédrico: "filósofo intimista, cristiano heterodoxo, maestro, político, intelectual, literato…"

La gran noticia que está rodeando la exposición es la donación del Archivo Aranguren que la familia del filósofo ha realizado al Instituto de Filosofía del CSIC. Todo tipo de documentación inédita irá siendo pública con los años para que podamos conocer algo mejor la historia de Aranguren, la historia de España. Una gran inversión para el conocimiento.

Y llegados a este punto, haciendo futurismo ficción, cabe preguntarse sobre el interés que dentro de cien años pueda tener un archivo de Cristiano Ronaldo o Paris Hilton. Sí está claro que ahora, juntos, pueden hacer que el Madrí venda muchas camisetas por todo el orbe (que falta hace para devolver un dinerillo a Caja Madrid), y le quiten espacio en los medios al Barça tricampeón. No sabemos cuántos goles meterá Ronaldo. Si sabemos que un ejército de periodistas loará su primer gol. Seguro que ya está escrito este titular: "Un gol que vale todo el oro del mundo".

Entretanto vuelvo a Aranguren, que con su ánimo de aguafiestas, también puso texto a la contrapotada de un disco de otro clásico, a Raimon:




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Ahí va la letra de Raimon para los que no dominen el catalán.


DIGUEM NO

Ara que som junts
diré el que tu i jo sabem
i que sovint oblidem:

Hem vist la por
ser llei per a tots.
Hem vist la sang
—que sols fa sang—
ser llei del món.

No,
jo dic no,
diguem no.
Nosaltres no som d'eixe món.

Hem vist la fam
ser pa
dels treballadors.

Hem vist tancats
a la presó
homes plens de raó.

No,
jo dic no,
diguem no.
Nosaltres no som d'eixe món.

No,
diguem no.
Nosaltres no som d'eixe món.


DIGAMOS NO

Ahora que estamos juntos
diré lo que tú y yo sabemos
y que a menudo olvidamos:

Hemos visto al miedo
ser ley para todos.
Hemos visto a la sangre
-que sólo hace sangre-
ser ley del mundo.

No,
yo digo no,
digamos no.
Nosotros no somos de ese mundo.

Hemos visto al hambre
ser pan
para los trabajadores.

Hemos visto encerrados
en la prisión
a hombres llenos de razón.

No,
yo digo no,
digamos no.
Nosotros no somos de ese mundo.

No,
digamos no.
Nosotros no somos de ese mundo.

viernes, 19 de junio de 2009

La República de la Imaginación


En medio de tantas broncas locales, nacionales e internacionales, que aún no hemos descubierto enemigos ahí fuera, en el espacio, hoy se presentaba en Madrid, a cargo del Ateneo Cultural 1º de Mayo de las CCOO de Madrid, un libro de poemas bajo el título La República de la Imaginación.

El volumen, editado por Legados, es un compendio de obras de un grupo de poetas reunidos en torno a un taller de poesía, La República de la Imaginación, de tan sólo una semana de duración, en la primavera de 2007. Desde entonces han hecho piña y hoy han presentado un trabajo que ha servido de colofón a las tertulias poéticas de "Indiojuan" que cada curso se desarrollan en el Ateneo Cultural 1º de Mayo bajo la batuta de Manuela Temporeli, una de las autoras del libro.

Tal como se explica en la presentación, el ejemplar recién editado, "no es una selección generacional ni tiene pretensiones de marcar territorios. Se trata de un libro colectivo. Doce poetas con doce libros independientes. El espacio y el tiempo, el encuentro, el azar, es la razón de ser de esta aventura literaria".

En las páginas de cortesía, unas palabras de Antonio Gamoneda:

"La belleza no es un lugar donde van a parar los cobardes".

En su honor proclaman la Tercera República, la de la IMAGINACIÓN.

Me gustan los retratos urbanos de Ana Belén Martín Vázquez:

Una mujer hermosa
llora mientras recibe
un beso de hombre en la frente.

Una mujer herida,
calzada con chanclas,
deja que escurra, en el andén,
la lluvia de su paraguas.

Una mujer trabajadora
pasea cansancio,
arrastra la mirada
de una semana inútil.

Una mujer milagro
carga penas disimuladas.
pide cuidado a su hijo, no se caiga,
de paz y reconcilia su palabra.

En el vagón, una pasajera más
reza por todas rara plegaria:
"Señor que mantengamos la sonrisa
y la esperanza,
los días de viento y plomo".

miércoles, 17 de junio de 2009

Espe y el fichaje de Ronaldo

Nunca imaginé que bajar la bolsa de basura al contenedor entrañara peligros similares. Tras la espectacular tormenta de ayer, la calorina que estaba instalada en la vivienda era tremenda. Un pantalón corto, una camiseta, y unas chanclas eran toda mi ropa. Intentaba alejar la pestilente bolsa de mi nariz mientras hacía el descenso por el ascensor. Para desgracia propia, el contenedor de la tapa naranja estaba más alejado de lo normal, entre charcos causados por la reciente tormenta.

Por fin alcancé el objetivo. Las gafas se quedaron en casa, así que al abrir la tapa del cubo, el agua allí acumulada se derramó sobre camiseta, pantalón, piernas. Me empapé. En el suelo una bolsa. Mi arraigado civismo hizo que la recogiera para tirarla al cubo. En ese instante: un helicóptero con reflector, cuatro coches de la policía nacional, dos coches de la policía local, dos jóvenes con aspecto descuidado pero con pistolas y sendas placas de policía me inmovilizan sobre un coche allí aparcado y: "a ver, documentación".

Yo nunca bajo la basura, pero cuando la bajo, no me llevo el carné. El trayecto es realmente corto y no es obligatorio presentarlo al entrar o salir del ascensor. Ni siquiera si el recorrido se realiza a pie, por las escaleras.

"No llevo carné", murmuré desconcertado al policía de paisano. "¡Un sin papeles!", gritó. Al tiempo que me exigía que le mostrara el contenido de la bolsa que iba a tirar al cubo. "La he cogido para tirarla…" Pero cortó y me exigió que la abriera. Así lo hice. Y ahí aparecieron cuatro hermosas bolsas de polvos de talco, pero sin marca.

"¡Lo tenemos, lo tenemos y con las manos en la masa!", gritó el otro paisano mientras me colocaba con las manos apoyadas sobre la pared de mi casa y con las piernas separadas. Me cachearon, pero lo único que encontraron fueron mis testículos a la altura de la garganta.

Por lo visto, el contenido de la bolsa no eran polvos de talco, sino cocaína, con lo que la cosa se complicaba por segundos. El helicóptero, detenido en el cielo, me enfocaba; las luces de los coches patrulla centelleaban y la vecina del primero, asomada como siempre a la ventana, con sus eternos rulos, sus mil años y sus doscientos kilos de grasa, carne y sudor sonreía mientras gritaba: "¡pero que sinvergüenza!, ¡pero que sinvergüenza!" Después de quince años no me había perdonado que, sin querer, le manchara con unas gotitas de pintura negra unas sábanas que tenía tendidas. Yo pintaba la barandilla de mi balcón y sus sábanas, más abajo, querían secarse.

Todo ocurría a una velocidad inusitada. Así que empecé a gritar: "¡Nihil osbstat, nihil obstat!". Los policías se miraban algo perplejos y me ignoraban. "Esto es un atropello. Nihil osbtat!" Ahora pienso en la sita Esperanza, que fuera mi profesora de latín. Supongo que de asistir al espectáculo, encima, me hubiera dado una colleja por decir "nihil obstat", en vez de "habeas corpus", que es lo que había visto yo en alguna película que hay que decir cuando te detienen no sé muy bien para qué. Yo creo que es como decir "crucis" en los juegos infantiles. Que se interrumpen las reglas del juego hasta que otro dice "descrucis".

En definitiva, aunque sin reloj, calculo que en diez minutos me estaban metiendo en un calabozo espantoso, en el sótano de donde me tire horas haciendo cola para renovarme el DNI. Ese DNI que reposaba tranquilamente en casa. Un tipo muy grande y muy desagradable ocupaba también la celda. Y yo rogué a todos los santos para que me respetara entero y verdadero. No se me iba de la cabeza las escenas de los novatos que ingresan en las cárceles y el peligro que tiene que se les caiga el jabón en la ducha. Por suerte allí no había ducha. Sí había un retrete, un lavabo y una bandeja de plástico tipo catering, vacía.

No sé cuanto tiempo después me sacaron para pedirme declaración. Por lo visto me acusaban de tráfico de droga. Nada menos que me habían pillado con tres kilos de coca. Un kilo por bolsa. En realidad había cuatro, pero no iba yo a aumentar la desgracia. No sé qué pasaría con la cuarta bolsa. Se les debió perder con el trajín.

Me dejaron hacer una llamada. Por suerte me acordaba del teléfono de un abogado que me representó cuando me dieron el golpe en el coche. No sé cómo lo hizo el letrado que, después de destrozarme el coche unos borrachos que iban como locos en un Porsche, perdí el juicio. Eso sí, le adelanté 3.000 euros, que todavía me debía. Le llamé y me lo cogió una mujer. La noticia es que el abogado se había muerto la semana anterior. Le reventó el corazón por una sobredosis de, curiosamente, cocaína. Por lo visto se metió dos fabadas y unos cuantos tiros de coca. Ahora estaba sin abogado, sin 3.000 euros, acusado de tráfico de drogas, con un pantalón corto, una camiseta, unas chanclas y con un tipo esperándome en un oscuro calabozo.

Así las cosas, tiré por el camino de en medio: "de drogas no. Yo me acuso de que me cae fatal Esperanza Aguirre. Lo he dicho, lo he escrito y lo reconozco". Los polis que me tomaban declaración me miraban con gesto interrogante. Así que confesé lo peor: "He pecado de pensamiento, y recalqué, de pen-sa-mien-to contra el fichaje de Cristiano Ronaldo. Yo soy del Madrí, hice la mili con Pardeza; no soporto a los ultrasur, pero sí. He pecado de pensamiento contra un gasto tan inmoral, con la que está cayendo. Y he pecado porque también he pensado que es injusto que Caja Madrid conceda un crédito a mi equipo para que haga dispendios así. Yo, que el otro día les pedí un crédito de dos mil euros para un portátil, porque estoy enganchado al facebook y me dijeron que nasti de plasti"…

El que tenía aspecto de mandar más, mandó callar y telefoneó a un tal Agustín por la línea interior. Al rato apareció ¡Agustín!, mi excuñado el médico. Un tipo magnífico con el que había corrido mil y una aventuras. Se divorció de mi hermana gracias a mí. Le abrí los ojos. Le cambié la vida. Estaba estupendo. Nos abrazamos emotivamente, al tiempo de que se sorprendió de verme allí. Los polis le contaron su versión. Yo, la mía, incluido la desaparición de una de las bolsas de cocaína…

En media hora estaba en mi casa, que me acercó Agustín en coche. La vecina del primero allí estaba de guardia, mirándome con odio. Llamé al portero automático y mi mujer me dio la bronca porque se me había enfriado la cena. Evidentemente no le conté la verdad porque no se la habría creído. Le dije que una rubia inglesa de 20 años, una becaria de Erasmus, no encontraba una dirección. Que la acompañé, que me invitó a una cerveza y que cuando la cosa parecía que podía ir a mayores me asusté y me volví. Creo que tampoco me creyó la historia, pero sí era más verosímil.

Y ahora tengo insomnio porque he confesado en una comisaría que he pecado de pensamiento contra el fichaje de Cristiano Ronaldo. Aunque la policía ya no es lo que era. Es más, yo creo que el que mandaba era más de ballet que de fútbol. Como debe ser. Y con tanta policía, me voy a recrear con este video del Sabina…


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Motín en la Bounty y la aventura de la línea 6

Efectivamente me lancé anoche sobre el Motín en la Bounty, la novela de John Boyne, una novela de aventuras para mayores que recrea el histórico motín que padeció el capitán William Blight en 1789. La historia la conocemos fundamentalmente gracias al cine bajo el título Rebelión a bordo (reseñables la versión de 1935, con Charles Laughton y Clark Gable; y la de 1962, con Marlon Brando y Trevor Howard). En el caso de la novela del autor de El niño con el pijama de rayas, el asunto se vive desde la perspectiva del criado del capitán Blight, Jon Jacob Turnstile, y su paso de la infancia a la juventud.

La novela es apasionante. Comienza en un sombrío escenario digno de Charles Dickens para desgranar virtudes, defectos y sentimientos humanos, a veces, llevados al límite. La lealtad, la traición, la amistad, la injusticia, el amor, el sexo, la religión…, van desfilando como experiencias del joven Turnstile, a veces con buenas dosis de humor, a veces con dureza. Junto a él disfrutamos de placeres paradisíacos y de absolutas carencias, que se acercan a la frontera con la muerte.

La novela atrapa, su elocuencia nos envuelve y, a pesar de transcurrir buena parte de ella en el mar, su lenguaje es sencillo, sin tecnicismos propios de escritores expertos en la mar y su jerga. Es el joven Turnstile tan novato como nosotros, o más, cuando pisa por vez primera la cubierta de la Bounty.

En definitiva una recomendable lectura para quien ame las aventuras. Aunque, para aventuras, el metro de Madrid y, concretamente su línea 6, recién estrenada la interrupción del servicio entre Legazpi y Laguna. Esta mañana me he visto envuelto en aventuras tan dramáticas como el joven Turnstile en la que además había que luchar contra los elementos.

Al corte del servicio ha habido que añadir las tradicionales averías que, en su día Esperanza Aguirre achacó a sabotajes de los trabajadores en una fantástica, por lo surrealista pero eficiente campaña de desinformación, digna de Miguel Ángel Rodríguez. Antes de llegar a la zona estropeada estructuralmente ha habido que desalojar por una avería coyuntural. No pasa nada, entre parones, masa humana estresada, seguratas estresados, metreros estresados, obras, Servicio Especial de la EMT, las zanjas, la lluvia, municpales estresados, quien más quien menos se ha retrasado tres cuartos de hora

Allí abajo, en el subsuelo metropolitano, hoy el calor era… espeluznante. Hay varios tipos de calores: calor africano, calor húmedo, calor seco, etcétera. Yo, incluiría el calor Metro, con el subgrupo calor Metro, línea 6, compuesto por agobio, unas gotas de sobaquina, unos vapores de pinrel y unas pinceladas de aire escatológico. Como diría Javier López, el Madrid Real, en contraposición al Real Madrid.

Recomiendo pues la aventura sosegada de la lectura y la aventura del Madrid Real. Teoría y praxis, quizá algo de lo que adolecen buena parte de los responsables políticos madrileños, sean de izquierdas o de derechas.



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martes, 16 de junio de 2009

Memoria histórica y traición: el General Torrijos no tiene calle en Madrid

Después de tanto reflexionar el sentido de mi voto en las elecciones del 7-J, me he retirado a reflexionar sobre el sentido de muchas cosas. Mis reflexiones se han visto algo alteradas por revueltas en Irán, por fichajes futbolísticos con novia incluida, por esperanzas para Palestina, por acuerdos y traiciones en Caja Madrid…, que yo creo que si se busca, se encuentra relación entre todos estos asuntos. En medio del relajo me reencontrado con un personaje que, hablando de traiciones, padeció una que le costó la vida.



En este país sabemos muy bien la dificultad que existe para con determinada parte de la historia. No es ya el asunto de la memoria histórica y cerrar heridas aún recientes. Los olvidos vienen de lejos. Una víctima de esta triste circunstancia es el General Torrijos, un madrileño que no tiene ni calle, ni avenida, ni plaza en la ciudad que le vio nacer, un 20 de marzo de 1791, en la calle Preciados, 28 (actual número 32).

El general Torrijos tiene una plaza dedicada en Málaga y en otra, la de la Merced, ante los ojos de la casa natal de Picasso, se levanta un obelisco bajo el que descansan los restos del general y sus leales, fusilados el 11 de diciembre de 1831 por orden expresa y directa de uno de los mayores cánceres que ha padecido la historia de este país: Fernando VII.

Torrijos luchó en la Guerra de la Independencia en Madrid, cuando ésta se inicia ya era capitán y al finalizar adquiere el grado de brigadier. Pero fue un militar liberal, que se levantó una y otra vez contra el absolutismo de Fernando VII. En 1817 participa en el fallido levantamiento del General Lacy (que sí tiene calle en Madrid) y es encarcelado hasta que la rebelión victoriosa de Rafael Riego, en 1820, le excarcela. Será el encargado de dirigir la resistencia de los Cien mil hijos de San Luis, por la que potencias europeas querían reponer a Fernando VII en el trono español. En 1824, con el retorno de Fernando VII, se exilia a Inglaterra donde contacta con románticos revolucionarios ingleses y españoles.

Es en 1830 cuando se dirige a España para iniciar un levantamiento desde Andalucía contra Fernando VII, pero es traicionado por el gobernador de Málaga, antiguo compañero de armas, siendo apresado en Alhaurín de la Torre junto a 48 compañeros. Es trasladado a Málaga. El 9 de diciembre llega la orden personal de Fernando VII para que sea fusilado y el amanecer del día 11 se cumple la sentencia del absolutista en las malagueñas playas de San Andrés.

Torrijos fue una auténtica pesadilla para Fernando VII. Me resulta inexplicable que no tenga una calle en Madrid, su ciudad. El único recuerdo a su memoria en la capital es una placa en donde se ubicó la casa en que nació, costeada por la Asociación Torrijos por la Libertad. La historia de España y de Madrid tiene nombres de luchadores por la libertad casi desaparecidos. La lucha de Torrijos, madrileño y liberal en su época, debería estar por encima de cualquier partido político. Su sentido de la libertad desde el ejército puede recordar a otros grandes olvidados contemporáneos, los militares de la UMD (Unión Militar Democrática), represaliados por el otro cáncer absolutista de nuestra historia: Franco.

El general Torrijos no puede ser obviado por la historia de Madrid.

Y, hoy, 15 de junio de 2009, hace 220 años que acabó la travesía del Motín de la Bounty. Este hecho sí ha dado para estudios, novelas y filmografía. Me voy a releer el final de la historia en la novela de John Boyne, el de El niño con el pijama de rayas.


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domingo, 7 de junio de 2009

Las elecciones y Los mundos de Coraline


He estado reflexionando desde el miércoles el sentido de mi voto. En última instancia, para que la musa de la Democracia me atrapara estuve viendo una película en 3D, Los mundos de Coraline, que lleva por subtítulo, Cuidado lo que deseas, se puede cumplir. Yo creo que por primera vez he ido a votar por la tarde, por lo que me ha dado por reflexionar aún más por la mañana en la Feria del Libro.

Al igual que en el colegio electoral, en la película de Los mundos de Coraline, hay que ponerse unas gafas oscuras para que lo irreal parezca, no ya real, sino hiper real. Lo que no advierten estos de las 3D es que las personas que padecen estrabismo no pueden disfrutar de las 3D, o sea que, en el fondo ven las cosas con más realismo, aunque parezca lo contrario.

Al igual que en la jornada electoral europea, la oscuridad de la sala hizo que el asunto no me atrapara de lleno, aunque cuando desperté la acción era trepidante y llegué a tener miedo, más por los más peques que por mi mismo. Al igual que en esta campaña electoral, el ambiente de la película era tétrico (es del mismo director de Pesadilla antes de Navidad) y, quizá poco imaginativa al llevarnos a otros mundos. Si Alicia en el País de las Maravillas atraviesa un espejo, o Las Crónicas de Narnia requieren de un armario, aquí una portezuela es la que nos traslada a otro mundo en el que nada es lo que parece. Vamos, que como con la política y la vida misma, no te puedes fiar de las apariencias (acordaros del tamayazo, que trauma).

Coraline no me ayudó mucho con el sentido de mi voto. Así pues durante la noche repasé mentalmente los grandes titulares de esta campaña. Votábamos Europa y no quería yo dejarme llevar por las pasiones nacionales.

Por mi mente pasó Obama y su histórico discurso del día 4 en busca de la paz en Oriente Medio. A Obama no le podía votar, pero podía no votar al del partido de Aznar, cuyo discurso y hechos nos metieron en una guerra y en el centrifugado del odio entre civilizaciones.

Luego, por mi mente pasaron las corrupciones y corruptelas de uno y otro partido y la mansión de Berlusconi con fiestas vergonzantes hasta para su antecesor en el trono, Calígula. Mujeres con pechos al aire y una erección de 90 grados (cosas de la edad) del ex ministro checo, Topolanek. Me quedé preocupado por si apareciera una erección de Aznar y los pechos de la Botella, grandes amigos del fascista. Pero parece que no. Parece que el fascista invita a cargo del Estado a amigos y amiguetes a orgías y similares. El Estado en Italia se desvanece Aquí, el PP monta en cólera porque Zapatero va en avión del Ejército a los actos del PSOE (¿querrán que el presidente del Gobierno vaya en bici en un alarde medioambiental?)

Entre fiestas, orgía y gastos pagos, mi subconsciente me llevó a los obispos, a Cañizares y su balanza divina en la que es mucho más pecado abortar que abusar de menores. Euromayor Oreja, de acuerdo. ¿Un trío con Berlusconi?

Aún quería más certeza en mi voto porque no encontraba razones para votar a unos, sino razones para no votar otros. En la Feria del Libro, miles de personas paseaban. Dos grandes colas para firmar libros me reconciliaron con el mundo: la de Ibáñez, con sus Mortadelos y la Gerónimo Stilton y sus ratonaventuras. Y sí, escritores y escritoras de renombre, y de menos renombre, regalando sonrisas y dedicatorias a seguidores a seguidoras. Como en la campaña.

Y veo que empiezan a dar los resultados. Y no entiendo nada. Bueno, sí. Si Esperanza Aguirre gana unas elecciones por mayoría absolutísima en Madrid. Todo es posible en Europa. Eso sí, quizá Obama lo tenga más complicado. Quizá nos quieran volver a meter las 65 horas. Quizá desde Europa marquen políticas antisociales. Así se escribe la historia. Me voy a leer mi Mortadelo y Filemón.

miércoles, 3 de junio de 2009

Miguel Pardeza y el Ardor guerrero

Nunca he sido excesivamente mitómano, cada vez menos, y menos con gente viva. Quizá por eso, la atención que le presté a aquel futbolista del Real Madrid que estaba en mi mismo pelotón, fue la de: "¡Ah!, Pardeza el del Madrí" (pues vale. Ahí andamos agachados por las esquinas en la foto. Uno con aspecto de futbolista y otro de corresponsal en Móstoles, que tiene sus riesgos).

La genética quiso que Pardeza estuviera detrás de mí en la formación, que subido uno encima de otro, todavía éramos más bajitos que el primero de la fila. Pero mucho mejor andábamos en la parte de atrás, que mientras a los de delante se les veía y oía, por atrás podíamos charlar y hacer el ganso.

Ahí descubrí a un tipo magnífico, de la Quinta del Buitre, que canturreaba La Albada, del abuelo Labordeta (estaba medio enamorado de Zaragoza), mientras nos ponían una y otra vez el Ardor Guerrero. Yo, respondía con La Internacional.

En aquellos días de cuartel en el campamento de instrucción, en Móstoles, Pardeza dejaba claro que era un tipo que sabía de dónde venía, de un pueblo de Huelva, en donde desde que nació le daba patadas a las latas vacías. Luego, con doce o catorce años, se vino a Madrid, al Madrí, donde, gracias al equipo, pudo hacer lo que le gustaba: jugar al fútbol y estudiar. Con sacrificio, creo recordar.

Ese buscarse la vida desde casi la infancia le otorgaba una madurez ausente en buena parte de los reclutas. Le recuerdo cabreado, negándose a usar las botas de deporte militares, porque el "comía con sus pies". Y le dejaron usar sus propias deportivas. Cuando se cabreaba, se le ponía cara de asco, como de mal olor. Se le levantaban las aletas de la nariz, la boca adquiría unas arrugas espantosas y hasta la claridad de su mirada se oscurecía.

Sí, incluso más bajito en centímetros que el que suscribe, pero esa cara de mala ostia tenía que acojonar a los porteros.

Y cuando se ponía a hablar: hablaba, hablaba y hablaba con un extraño acento y un tono inexistente en el pentagrama, pero con unas frases perfectamente construidas y vocalizadas. El tipo superaba con creces la media cultureta de aquel cuartel. Y yo creo que si hubiera encabezado un motín, aquello habría tenido éxito, que le veía yo un líder desperdiciado para la política.

Después del campamento a mi me mandaron a conducir a un Tecol. del Estado Mayor. A él le mandaron a otra compañía y ¡joé! algunas guardias se chupó, que yo le veía cuando me tocaba volver a guardar el negro automovil en las cocheras y él comprobaba, más o menos, que iba sin bomba lapa en los bajos.

Luego, de civil, Pardeza tuvo la amabilidad de concederme una entrevista que nunca fue publicada porque era una práctica para la Facultad. Por ahí debe andar la entrevista. Sí recuerdo la impresión de ir a buscarle a la Ciudad Deportiva y encontrarme rodeado de niños pidiendo autógrafos. Por supuesto alguno firmé, por no desilusionar a los críos.

Después, lógicamente, caminos distintos. Y una noche, hará algo más de un lustro, me lo encuentro en la pantalla de la televisión, en un programa de libros, entrevistado como un gran especialista en César González Ruano, curioso personaje, escritor e hiperactivo periodista muerto en el año de nuestra quinta. La memoria, que a veces me falla, me dice que Pardeza estudiaba Derecho, pero según este programa televisivo escampó por filología, o mi memoria me falla.

Desconozco la evolución personal de Pardeza, pero hace cosa de 25 años era un tipo tan estupendo que se ha colado en esa parte del cerebro que sólo quiere recordar cosas buenas de, por ejemplo, mi mili. Ahora veo que Florentino Pérez ha fichado a Pardeza como director deportivo del Madrí (muchos volvemos de cuando en cuando a casa), que debe ser la ostia el cargo. Entro poco en los bares, pero me batiría en duelo por defender en cualquier debate de barra de bar al recluta Pardeza, que era un buen tipo, emocionalmente inteligente, listo, a quien nadie le regaló nada, y a quien le gustaba el abuelo Labordeta:

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P.D. Sin ánimo de asesorar a Pardeza, diré que La Albada tiene un crescendo como el ya tan usado Nessum Dorma de Pavaroti, pero en aragonés. Apto para subidones deportivos. Ó séá, cón más ácéntó que diría mi amiga Áná, la madrileña de Zaragoza.