A pesar de los 125 años de 1º de Mayo, en nuestro país, manifestarse
para celebrar esta histórica fecha sólo ha sido legal en apenas cuarenta
ocasiones. Sólo durante la II República y desde 1978 ha sido posible
manifestarse sin restricciones.
1 de Mayo de 1931 en Madrid. Largo Caballero, Unamuno, Indalecio Prieto. |
Pero el 1º de Mayo es un triunfo internacional de la clase trabajadora
que atemorizó, y atemoriza, a los poderosos. La consecución de la jornada de
ocho horas fue la pelea de las organizaciones obreras en las postrimerías del
siglo XIX. El detonante, los violentos sucesos de Chicago de 1890, que
concluyeron con la farsa de un juicio que llevó a la horca a cinco anarquistas.
Aquel 1 de mayo de 1886 era la
fecha en que debería entrar en vigor la jornada de 8 horas en Estados Unidos.
En muchas ciudades, las empresas accedieron a esta petición sindical durante el
mes de abril. En otras, como en Chicago, la patronal se opuso frontalmente.
No quedó otra salida que la
huelga. En los primeros días de mayo, 40.000 personas dejaron sus puestos de
trabajo. Los anarquistas convocaron un mitin en la plaza Haymarket el 4 de mayo
por la tarde. Cerca de 15.000 personas se congregaron para escuchar a sus
líderes: August Spies, Albert Parsons y Samuel Fielden.
Al finalizar el mitin la policía
dispara sobre los asistentes. Entonces, alguien arrojó una bomba sobre las
fuerzas de seguridad. Los policías supervivientes, con refuerzos, inician un
tiroteo indiscriminado contra los manifestantes.
August Spies, Albert Parsons,
Samuel Fielden, Oscar Neebe, Adolf Fischer, Georg Engel, Michael Schawb y Louis
Linng son detenidos y, tras una farsa de juicio, condenados a la horca. Sólo
Schawb, Neebe y Bielden se libraron de morir al conmutarse su pena por quince
años de prisión.
1890, manifestación internacional
Entre el 14 y el 20 de junio de
1889 se celebraba en París el Congreso Internacional Obrero Socialista, al que
acudió Pablo Iglesias en representación de los socialistas españoles. En
aquella reunión se aprobó la resolución de celebrar una manifestación
internacionale el 1º de Mayo para reivindicar la jornada laboral de ocho horas.
La fecha conmemoraba los trágicos sucesos de 1886 ocurridos en Chicago.
En España, aquella primera manifestación
fue un rotundo éxito en Madrid, Barcelona y otras grandes ciudades. Los
socialistas, en su congreso nacional, deciden repetir la celebración en años
sucesivos. El Gobierno conservador de Cánovas, en 1891 prohíbe las
manifestaciones permitiendo sólo mítines en locales cerrados. Aquel mismo año,
el Congreso Internacional Obrero. Con presencia de quince naciones determina
que cada 1º de Mayo se realizará una manifestación.
En España se prohibirían hasta
1902, bajo el ministerio de Alfonso González y Lozano.
Prolongación del 14 de abril
A partir de 1903 y hasta 1931,
bajo el reinado de Alfonso XIII y la dictadura de Primo de Rivera, la
legalización de las marchas sufren vaivenes, también dependiendo de los
gobernadores. A partir de 1919 se prohíben, igual que bajo Primo de Rivera. Por
eso el 1º de Mayo de 1931, dos semanas después de proclamada la II República,las calles de España se llenan de libertad.
1936-1978
Tras el golpe de Estado de
Franco, se prohíbe la celebración del 1º de Mayo. Se obliga a celebrar el 18 de
julio, día del golpe de Estado, como fiesta de la exaltación del trabajo. Sin
embargo, desde la clandestinidad, las organizaciones obreras continúan
organizando actos de protesta.
Y aquí os dejo una versión animosa del himno del 1 de mayo por excelencia. Un himno que sólo entiende de la patria del trabajo:
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