Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

domingo, 21 de enero de 2018

Los archivos del Pentágono (The Post)

¡Una peli de periodistas en la que salen bien parados los periodistas! Ha tenido que llegar el director de ET para enfrentarse claramente al catecismo Donald Trump en su increíble y cruenta guerra contra el oficio. 

Las personas más jóvenes que vean la peli se darán cuenta de que antes de Snowden, WikiLeaks y todas esas hiperfiltraciones del big data, el personal ya filtraba secretos de estado con medios técnicos bastante más rudimentarios. Eso sí. Creo que se puede concluir que actualmente vivimos desinformados por exceso de filtraciones cuyo impacto duran un par de días. Pero parece ser que es lo que toca.

También las personas más jóvenes pueden ver en esta peli, con olor a papel y tinta, que no hace tanto tiempo había máquinas de escribir, linotipias, linotipistas, tubos, rotativas que rugían en los sótanos de las redacciones. Había un sacrosanto planillo que, como los planos secretos de un arquitecto, incluían el dibujo de todo el periódico.

Había camiones, cientos de camiones que distribuían miles de periódicos de noche. Cada jornada, ocurriera lo que ocurriera. Y había imprescindibles jóvenes “meritorios” empapándose de experiencia y experiencias que incluso bordean la legalidad; adultos redactores y maduros directores que conocían todo el proceso. 

En el Post, hubo incluso una mujer a quien las circunstancias llevaron a ser dueña del periódico: Katherine Graham, interpretada por Meryl Streep. Una mujer que se lo juega todo, como Bradley, el director, interpretado por Tom Hanks.

Los papeles del Pentágono, protagonistas y verídicos de la historia, son documentos, miles de folios, que demostraban que los estadounidenses desconocían la verdad sobre la Guerra de Vietnam. Esa guerra eterna que estaba acabando con toda una generación de jóvenes. 

Es una historía de responsabilidad e integridad periodística, de unidad en el oficio para enfrentarse al poder político. Es una historia tan trepidante como la confección de un periódico diario, “¡oh Dios, cómo me gusta esto!”, exclama el personaje de Tom Hanks. O sea, cómo le gusta el lío, lo imprevisible, el crear algo diferente cada día sobre un proceso que debe funcionar al milímetro. Un proceso encorsetado por el tiempo -esa periodicidad que también ha desaparecido y es otro elemento que nos desinforma-; y el espacio, unas páginas -que también han desaparecido en el infinito mundo de internet- y que es otro elemento que nos desinforma paradójicamente con sobreinformación.

Sin hacer spoiler copio una frase fundamental dictada por el Tribunal Supremos de EEUU: “la prensa debe servir a los gobernados, no a los gobernantes”. Si ya has visto, Tres anuncios a las afueras, esta peli es una opción. Recuerda que en muchas salas, los miércoles son el día del espectador (y la espectadora).


País: Estados Unidos
Dirección: Steven Spielberg
Guion: Liz Hannah, Josh Singer
Reparto: Tom Hanks, Meryl Streep, Jesse Plemons, Bob Odenkirk, Matthew Rhys, Michael Stuhlbarg, Sarah Paulson, Alison Brie, Carrie Coon, David Cross, Bruce Greenwood, Tracy Letts, Bradley Whitford, Zack Woods


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