Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero
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viernes, 28 de marzo de 2014

Manifestaciones, adoquines y malestar social


En tiempos yo hacía fotos "problemáticas". Fran Lorente.., era pequeño.  

Los adoquines volaban abriéndose paso entre pelotas de goma y en medio de la niebla lacrimógena policial. Coches volcados a modo de barricada, contenedores quemados, pasamontañas, pañuelos y bufandas contra cascos. En las manifestaciones estudiantiles de 1987 había mucha violencia.

Los antidisturbios; de marrón madera entonces, zurraban calentitos; con sospechoso olor en el aliento. Cargaban a caballo, disolvían con el botijo, herían de bala. Ese marrón policial, heredero reciente del gris franquista, consiguió que hasta hoy se llame maderos a los que van de azul. La marca policial tuvo tanta fuerza, u hoy tenemos tan poca imaginación, que el blanco de sus coches hace que actualmente llamemos lecheras a unas furgonetas azul oscuro casi negras.

En aquellos días gobernaba el PSOE y Maravall era el ministro de Educación, quien se reunió en multitud de ocasiones con los representantes de los estudiantes para debatir la reforma de aquel momento. Pero lo que más recordamos es al cojo manteca destrozando una cabina telefónica con su muleta. Seguro que algún manifestante de entonces hoy se sienta en algún consejo de administración.

Creo que entonces nadie se planteó que aquellos estudiantes hicieran tambalear la democracia o que detrás de los altercados hubiera una conspiración de Alianza Popular. El descontento social ha llevado a que en Madrid se hayan realizado siete mil manifestaciones en el último año, de las cuales sólo ha habido incidentes en quince. Es vergonzoso el intento de ocultar el malestar social y laboral anteponiendo desordenes públicos.

Es patético, tan patético como el tuitero, ciberborrokilla de café, topo del sistema, indignado porque en la pancarta de las manifas del 22-M, en euskera, ponía “duitasuna” en vez de “duintasuna”. Si las marchas del 22-M también han sido antieuskera…, mal vamos. Evidentemente, los árboles no nos dejan ver el bosque.

No os perdáis este video, especialmente los más jóvenes. Ya en abuelo cebolleta diré que a punto estoy de aparecer en el minuto 1:30, que es cuando tomé la foto de arriba:


domingo, 23 de marzo de 2014

22-M: Dignidad, dignidá, dignitat, dignidade, duintasuna


La manifestación de ayer, la confluencia de las marchas de la dignidad en Madrid, por la cantidad de personas y su pluralidad, recordaron a las celebradas por el “No a la guerra”. Por otra parte, todo siguió la hoja de ruta: Insultos previos por parte del presidente de la Comunidad de Madrid y su vocero Salvador Victoria, profetas de cómo acabó la cosa. Miles y miles de personas de toda edad y condición reivindicando en ambiente tranquilo y festivo. Posteriormente los reventadores y unos disturbios tremendos que grabó Fran Lorente y os invito a ver. Unos disturbios que comenzaron cuando todavía miles de personas estaban en la plaza de Colón, antes de la hora de finalización del acto. Y rápidamente la reacción de los medios de comunicación dando relevancia a la violencia.

Como en tiempos de Franco hoy ha sido día de ver qué decía la prensa internacional, que aquí, salvo por algunos medios digitales es imposible saber lo que pasa salvo que estés en primera persona. Lo de El País, un medio serio o de calidad que se decía en la facultad de Periodismo, ha sido gracioso: publica los datos de asistentes ofrecidos por la policía (35.000, que es que suena a chiste malo) e ilustra el artículo con una foto que muestra toda la plaza de Colón, Recoletos, Paseo del Prado hasta el infinito y más allá repleto de manifestantes. O sea, que si hubiera sido una misa de Rouco, del Papa o una concentración de la AVT o contra el aborto, ahí habría dos o tres millones de personas, que no las había, lógicamente.

La cosa es tan de Gila, como que hoy se han manifestado los policías de la UIP, vamos los antidisturbios, porque pasaron miedo. A ver, que aunque soy de letras, 35.000  personas que dicen que hubo (con niños, viejos, gente en silla de ruedas, incluso algunos pacíficos manifestantes agotados de andar…), dividido entre 1.600 antidisturbios con sus cascos, sus botas, sus chalecos, sus pelotas de goma, sus botes de humo, sus furgonetas, tocaban a menos de 29 manifestantes por antidisturbio. Lo mismo todo corresponde a otra hoja de ruta para comprar más material antidisturbio y endurecer la Ley mordaza, que un centenar de personas han salido en apoyo de la UIP. Cosas del ruedo ibérico, sin duda.

Evidentemente estuve en la manifestación. Aquello eran riadas y riadas de gentes con banderas y sin banderas. Mucha gente anónima. Por ahí andaba Cristina Almeida, poco sospechosa de ultra radical peligrosa, salvo para el Tribunal de Orden Público franquista. Y vi a mucha gente de CCOO, claro. Y mucha gente de partidos políticos, de IU y del PCE, claro. Y muchos socialistas anónimos y de pequeños partidos como Equo. Banderas de Andalucía, Extremadura, Asturias.. Y también estaban gentes venidas de Euskadi, de ELA, que normalmente no va donde va Comisiones. Y banderas de la CGT y la CNT. Y banderas arcoíris. Y muchas con los colores de la República de España. Eso sí, el grueso de la manifestación estaba compuesto por madrileños y madrileñas, del foro y aledaños. Gentes sin identidad madrileña, que es lo que tiene Madrid, “rompeolas de todas las Españas”, que decía Machado.

Os invito a pinchar para ver breves videos de las mujeres del carbón, de la dignidad a ritmo de batukada y de trabajadores de Coca-Cola.

Y Madrid, el pueblo de Madrid, ha vuelto a ser acogedor para el foráneo. La dignidad del madrileño va un poco por ahí. Acoger con brazos abiertos aunque te pongan a pingar por cien mil tópicos. Pero…, debemos ser distintos porque no nos tomamos a mal cuando nos critican que hablamos un mal castellano, que somos chulos, que somos unos fachas, que tal y tal... Supongo que aguantar tres años de bombardeos fascistas y luego el hambre, que me contaba mi madre, nos da un carácter especial.

Ayer la cosa terminó como el rosario de la Aurora , como aquellas manifestaciones de estudiantes del cojo manteca, con Twitter echando humo, con periodistas jugándosela, como Kike Rincón que terminó con la cara rota. O cómo mi amigo Fran Lorente, fotografiando y grabando una jornada histórica. Yo, que ya tengo una edad, mientras Fran (@frlorente) se la jugaba tomé el autobús de vuelta. Y por telegram iba viendo que parecía que estaba vivo.

“Dignidá”, “Duintasuna”

Madrid ardía literalmente y las redes sociales metafóricamente cuando me encontré en mi TL un tweet, sorprendente para mí en aquel momento, de Esteban Umerez un joven aunque relevante abogado que trabaja en Bilbao y que estaba indignado porque en la pancarta del acto de cierre, en vez de “Duintasuna” (dignidad en euskara), ponía “Duitasuna”. Vamos, que faltaba un “n”. Ahí pongo la foto del tuit donde dice: “No os hacéis una idea cuánto me toca los cojones que SISTEMÁTICAMENTE cometáis errores ortográficos en euskara”. Yo, que vivo entre textos con erratas y señores que hacen pancartas, quise quitar hierro al asunto, que veía que todavía le buscaba la ruina al señor que hizo la pancarta. La respuesta de Úmerez fue contundente “no tienes ni puta idea”.

Evidentemente no tengo ni idea de qué es no tener ni idea. Intenté disculparme por herir su sensibilidad y dudar que todo corresponda a no sé si una conspiración algo paranoica y ahí me quedé. Bueno. No pude enviarle un MD porque ya no me sigue, quizá porque me reí con Ocho apellidos vascos. Quien me conoce un poquito sabe que si aprecio a alguna tierra y a algún pueblo es al pueblo vasco. Si por twitter me han amenazado de muerte los voceros fascistas ha sido por decir que Otegi tiene que estar en libertad. Pero claro, de ahí a paralizar una revolución por una errata (que no etarra), o una falta de ortografía… Es que, con la que estaba cayendo ayer en Madrid, me pareció hasta una falta de respeto, incluso una falta de educación. Y eso de que los vascos son violentos, brutos y maleducados es un tópico. Os lo aseguro, por eso no me gusta cuando lo alimentan.

Más allá de lo sencillo que es manipular con sentimientos tribales, hay zonas grises y muchas, muchas veces las cosas no son como parecen, ni como queremos que parezcan. A veces las cosas son muy, muy simples. A mí me viene a la cabeza, con esto de la “n” ausente, aquella “h” presente en la peli Arriba Hazaña, de mi adolescencia.



viernes, 21 de marzo de 2014

Las marchas del 22-M y el ADN de CCOO


No me gusta utilizar las palabras de forma violenta, quizá por eso me vengo reprimiendo al escribir en esta vida desde el lago. Estoy enfadado. Es un enfado fronterizo con el asco hacia el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, que considera que quienes mañana se manifiesten en Madrid después de recorrer buena parte de la península son unos nazis. Seguro que lo que busca este tipo es precisamente eso, que sintamos asco y más. Busca provocar a quienes más fácilmente se dejan provocar, para que mañana sea una jornada que pueda ser denostada por todos los voceros ultras.

Esta gente del PP hace ya mucho que no gobierna, se limitan a provocar, que el lío, el griterío, el ruido mediático, es donde mejor se desenvuelven. Tengo un enfado fronterizo con el asco hacia este personal. Pero también tengo tristeza, disgusto, cuando veo cómo muchos alientan el cainismo entre quienes somos contrarios al rumbo ultra que padecemos en este país y en Europa. Nos quieren robar derechos y estado de bienestar y aquí nos atizamos entre nosotros, claro, que hay mucho topo y mucho desestabilizador.

Veo cómo sindicatos de corte nacionalista, anteponen su visión sindical corporativogeográfica a elementos en los que estamos todos de acuerdo: defender derechos laborales y sociales conquistados. Veo como leninistas de nuevo cuño, que no han leído a Lenin, no saben lo que son las “condiciones objetivas”, no se preguntan “¿qué hacer?” y rechazan la unidad. Piensan que la revolución son fuegos artificiales, no tienen ni idea de lo que es la correlación de fuerzas. Amantes de revueltillas que no llegan ni a kale borroka.

Las marchas del 22 de marzo que mañana confluyen en Madrid están apoyadas por multitud de organizaciones y plataformas. Organizaciones y plataformas cuyo grueso está compuesto por gentes de Comisiones Obreras porque…, en el ADN de las gentes de CCOO está el estar en todas partes, sin hegemonizar nada. En el ADN de las gentes de CCOO están escritas palabras como solidaridad, justicia y unidad. Por eso hay gentes de CCOO en asociaciones de vecinos, en plataformas culturales, en plataformas reivindicativas. La marea blanca, la marea, verde, la marea naranja…, todas las mareas no habrían sido igual sin gentes y gentes de CCOO.

También en el ADN de CCOO están las palabras dialogar, hablar, negociar. Y presionar para dialogar, hablar, negociar. En CCOO sí se sabe lo qué es la correlación de fuerzas, por eso en la llamada Transición aquí no hubo una guerra civil ni una insurrección violenta para proclamar una República, que llegará. Las armas la tenían los otros y habría sido un desastre mal medir los tempos.

CCOO no es una secta. Es más, las gentes de CCOO son bastante libertarias aunque sean las primeras y las que mejor se organizan cuando la situación lo requiere. Las gentes de CCOO tienen criterio, de ahí la pluralidad que siempre ha caracterizado al sindicato. Porque CCOO es eso, un sindicato de clase, un lugar en el que se dan cita trabajadores organizados para defender sus derechos.

Desde que las distintas marchas partieron para confluir mañana en Madrid, las gentes de CCOO han sido las primeras en recibirlas, en prestar locales, en ofrecer comidas. Y mañana en Madrid habrá miles de Comisiones, con pegata o sin pegata, con bandera o sin bandera. Del Madrid, del Athletic, del Atlético, del Barça... Ateos y cristianos. Comunistas, socialistas, socialdemócratas, ecologistas, descreídos de los políticos actuales... Mujeres, hombres, heterosexuales, homosexuales, jóvenes, viejos… Pero eso sí: gente luchadora que no se deja domesticar, pero por nadie; gente que si se cae se vuelve a levantar. Por eso nos temen.