Bilbaíno, nacido en 1925, fundó y dirigió el Departamento de Filosofía
de la Universidad
Autónoma de Madrid, allá desde1968 hasta 1992. Bueno, durante
un periodo del franquismo, su departamento fue clausurado y él destituido.
Acaba de publicar un libro, Ética radical,
que aboga por deconstruir la cultura, y mientras, se enfrenta a unos difíciles
momentos de la vida del Ateneo de Madrid, que está siendo ahogado
económicamente.
Carlos París una mente lúcida peleando para salvar al Ateneo de Madrid en una foto de Fran Lorente. |
Los recortes han llegado al
Ateneo de Madrid y ponen en peligro su continuidad. Las Cortes no han aprobado
la subvención de 300.000 euros, la
Comunidad de Madrid adeuda 279.000 y el Ayuntamiento de la
capital, 59.000…
El presidente de tan tradicional
institución madrileña me explica que la historia de las tres subvenciones es
diferente. La subvención que se pidió en las Cortes tiene el antecedente del
millón de euros que conseguí tras ser elegido presidente por segunda vez. “Y
hay que decir claramente que esa subvención se logró gracias a las gestiones de
Izquierda Unida y Gaspar Llamazares”, recalca. Con ese dinero se evitó una
situación precaria, porque la
Comunidad de Madrid había retirado una subvención bastante
importante. Con ella se pudieron finalizar las obras que se estaban realizando
en el edificio y regularizar nuestro funcionamiento. Hace una año, la
subvención se quedó en quinientos mil euros, y este año se pidieron, con el
apoyo también del PSOE y otros grupos, trescientos mil euros, teniendo en
cuenta que estamos en época de crisis.
Carlos París explica que “con que
el PP se hubiera abstenido en el Senado, esa subvención se habría aprobado. El
PP votó en contra y nos quedamos sin ese dinero. Las otras dos subvenciones, la
de la Comunidad
de Madrid y el Ayuntamiento, están aprobadas y en presupuestos, pero no llegan.
Si llegaran, la situación se aliviaría muchísimo. El otro día vino el Grupo
Municipal Socialista del Ayuntamiento. Su portavoz, Jaime Lissavetzky, exigió
públicamente que se nos conceda lo que está aprobado en los presupuestos. Esa
partida es verdaderamente crucial”.
Las cosas de Fraga
En casi doscientos años de historia,
los peores momentos del Ateneo siempre han venido en momentos de reacción… El
presidente hace un poquito de historia: “Hemos conmemorado el 170 aniversario
hace dos años. El Ateneo ha estado sometido a avatares de restricciones y
posibles cierres, sobre todo, al terminar la guerra civil y entrar las tropas
franquistas en Madrid, que sí fue cerrado. Durante esta etapa, siendo Manuel
Fraga ministro de Información y Turismo, se incautó de una serie de obras de
arte propias del Ateneo, que llevó a los paradores de turismo. Este patrimonio
no hemos podido recuperarlo y hay que tenerlo en cuenta cuando se habla de
subvenciones para el Ateneo”.
- Imaginemos que la situación se
soluciona, ¿cuál debería ser la fórmula para que no vuelva a suceder?
- Si tuviésemos tres veces más de socios y
llegáramos a los seis mil, el Ateneo no necesitaría subvenciones. Esta sería la
solución ideal. También estamos gestionando la posibilidad de lograr
aportaciones, incluso de entidades privadas, en la modalidad de mecenazgo, pero
hemos conseguido poco. Sí queremos insistir en una vía importante para lograr
financiación: el alquiler de salas para empresas e instituciones.
- ¿Qué gastos tiene el Ateneo?
- Tenemos unos gastos muy
importantes. En primer lugar, el gasto de personal, que es un problema
perentorio. Son treinta nóminas mensuales y, claro, nos preocupa ante todo
sacar adelante a los trabajadores. El número de trabajadores es necesario
porque tenemos una gran biblioteca. Es la segunda o tercera biblioteca de
España y requiere mucho servicio. Además de Secretaría y Administración. Es que
realizamos casi cien actos mensuales y eso requiere personas para organizarlos y
dar un servicio. Luego están los gastos normales de mantenimiento de este
magnífico edificio. Los gastos son elevados, pero completamente necesarios. No
hay gastos suntuosos.
París se me escapa un poco a la
pregunta de si está la crisis siendo utilizada como excusa para acabar con el
Ateneo. Al final responde claro y conciso: “Está siendo utilizada como excusa,
incluso por pequeños grupos de socios que están siempre en oposición a la
política que hace el Ateneo. Un grupo que aspira a dirigir el Ateneo y se
enfrentan a los resultados democráticos para promover un descontento
generalizado que deteriore la labor de la Junta de Gobierno actual en momentos en que lo
que sería necesario es la unión y colaboración de todos los socios para sacar
adelante al Ateneo en momentos difíciles.”
El sentido del Ateneo
Evidentemente, el Ateneo tiene
vida, pero, ¿cuál es el sentido del Ateneo en la actualidad? Parece que transmite
la imagen de algo trasnochado… Al presidente le gusta comparar la misión de los
ateneos en el siglo XIX y en la actualidad. En el siglo XIX, los ateneos tenían
la misión de difundir la cultura; y pensaban, con las ideas de la Ilustración , que a
través del desarrollo de la cultura se podía transformar y mejorar la sociedad.
Hoy día, evidentemente, la difusión de la cultura ha aumentado. Han crecido las
instituciones y universidades. También los medios de comunicación y el
desarrollo tecnológico hacen que la cultura tenga más posibilidades de ser
difundida, pero… “¿qué cultura se está llevando a las gentes?”, se pregunta Carlos
París.
Ahí es donde entra la función de
los ateneos “porque la cultura que se está difundiendo es una cultura
mercantilista, manejada. La industria cultural está en manos de los grandes
poderes económicos y políticos conservadores, y esto hace que la función de los
ateneos sea una función de crítica y de creatividad. Hoy día se utiliza la
cultura para domesticar y hacer conformistas a las masas. No hay más que ver la
influencia de la televisión y la forma en que se deforma la realidad. La
función de los ateneos es recuperar una cultura auténtica, crítica y creadora”,
proclama.
- La cultura es el tema de su último libro, La ética radical…
- Sí. En él insisto en la importancia que tiene
el manejo de los medios de comunicación dentro de toda la tecnología de la
información y la necesidad de una transformación radical de esta situación.
- Si entiendo bien, la solución pasa por la
“deconstrucción” de la actual cultura…
- Hay que deconstruir para
construir una cultura que esté al servicio del pueblo y no de unas masas
domesticadas, sino de unas masas creadoras que sean capaces de establecer una
nueva sociedad, más justa, en la que no sea el capitalismo enloquecido que nos
está gobernando el que dirija nuestros destinos. Ya en otro libro, El rapto de la cultura, abordé y
critiqué el asunto de cómo la cultura ha sido apropiada por una minoría cuando
es lo que más caracteriza a los seres humanos. El ser humano es un animal
cultural. Esta apropiación es la que ha deformado la cultura.
En opinión de Carlos París no
basta con la protesta, hay que organizarse y pasar a la acción. Considera
imprescindible, por una parte, un movimiento a nivel internacional, y por otra,
en España, un Frente Popular. ¿Qué sería ese Frente Popular? “Ese frente sería
la unión de todos los movimientos de protesta tanto de partidos, IU o el PSOE y
los que tampoco están de acuerdo con la política que el PSOE venía haciendo,
porque realmente la política de Zapatero fue desastrosa. Pero también otros
movimientos como el sindical, el feminista, o movimientos culturales y
profesionales. Con todo esto hay elementos suficientes como para organizarnos.”
- ¿Y los indignidados del 15-M que han tenido
acogida entre las paredes del Ateneo?
- También. Yo creo que tienen
recelos hacia la política, pero deben superarlos y pensar que no basta sólo con
expresar la indignación. Hay que pasar a la acción.
Amablemente nos despedimos y me
hago socio del Ateneo.
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