¿Cuántas vidas son necesarias para curar un corazón roto? |
Y me fui a ver una película canadiense, o más concretamente de Québec. Dos historias paralelas basadas en el amor. Por una parte, el amor entre madre e hijo con síndrome de Down en el París de los años setenta. Por otra, el desamor por la mujer de toda la vida y la aparición de un nuevo amor que se cruza en el corazón de un famoso DJ en la actualidad.
Las historias van poco a poco descubriéndose ante nosotros, intercaladas. Los personajes van evolucionando. Y los amores van convirtiéndose en obsesiones enfermizas. Pero el amor no es obsesión. Ni posesión. La pregunta que nos hacemos al final es, ¿cuántas vidas son necesarias para curar un corazón roto?
Todo ello envuelto en el
magnifico poder evocador de la música: Pink Floid, The Cure, Sigur Ros, Mathew
Herbert…, se funden en magníficas escenas, que hacen de la cinta una historia
intima e intimista.
Las historias se terminan
fundiendo en un final…, tan sorprendente como que está un poco fuera de lugar
en mi opinión. Seguro que para Iker Jiménez la cosa es bastante más creible,
eso sí.
Director: Jean-Marc Vallée
Guión: Jean-Marc Vallée
Reparto: Vanessa Paradis, Kevin Parent, Hélène Florent, Evelyne Brochu, Alice Dubois, Michel Dumont,
Linda Smith
País: Canada .
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