Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

martes, 29 de mayo de 2012

Alejandra Menassa y La mujer del siglo XXI

Hace ya un par de años que conocí a Alejandra Menassa, que es hija de Miguel Óscar Menassa, quien por éste lago ya anduvo, o nadó. Lo puedes recordar pinchando AQUÍ. Alejandra; rubia, alta, delgada, camarada de ojos verdes, devoradora de ensaladas, que quizá de ahí el color de ojos; es médica internista y psicoanalista, dirige el Departamento de Medicina Psicoanalítica del Grupo Cero, colabora en medios de comunicación, escribe poesía, pinta, hace el baile de los siete velos, y, ahora, está aterrizando en el Departamento de Mujer de la Universidad Complutense de Madrid. Acaba de publicar un libro que nos ayuda a descubrir la situación de la mujer en la actualidad: La mujer del siglo XXI. (La foto de aquí abajo es de Fran Lorente, claro).

Me explica Alejandra que siempre le ha interesado dar otro enfoque al maltrato familiar ,diferente al que se le está dando, incluir el psicoanálisis para pensar la situación y para salir de la situación de maltrato: “Pensamos, me refiero a mí y a mis compañeras y compañeros  de Departamento en el EMUI en la Complutense, muchas de ellas son psicoanalistas de Grupo Cero, que hay muchas cuestiones inconscientes en juego en el maltrato, sometimientos no sólo a la pareja, sino, y sobre todo a una manera de pensar la pareja nociva. A frases como que una mujer no es nada sin un hombre, o a concepciones de la pareja dónde la mujer cree que le pertenece al hombre, que es su propiedad. En fin, es muy complejo, pero llevamos muchos años investigando el tema, y hemos participado en varios congresos internacionales de psiquiatría y atendido muchas mujeres. Y maltratadores, porque también ellos deben ser atendidos si queremos cortar el círculo de la violencia. Y querríamos hacer un gran grupo de estudio con muchas mujeres en esta situación, para investigar a gran escala la eficacia del psicoanálisis en estos casos.

Alejandra Menassa también está participando en el proyecto de la abogada italiana Marta Vignola, Militantes de la memoria, sobre familiares de torturados en Chile y Argentina durante las dictaduras. En alguno de los juicios sobre este tema ha colaborado con el juez Garzón. Está llevando a cabo un proyecto donde se recogen los testimonios de las mujeres, en este caso ciudadanas italianas,  que perdieron algún familiar, algún hijo sobre todo, en las dictaduras Chilena y Argentina. Ella se dio cuenta de que estas mujeres enfermaban más que otras de enfermedades graves, cáncer por ejemplo, y ahí es donde buscó su colaboración.

Y es que Alejandra es especialista en enfermedades psicosomáticas: “Llevamos mucho tiempo investigando la relación entre depresión y cáncer, no sólo nosotras, a nivel mundial hay mucho interés en ello. La pérdida de un ser amado, si se sigue de una depresión, puede asociarse después con el desarrollo de enfermedades orgánicas graves, como el cáncer. Estas catástrofes emocionales, pueden tener sus consecuencias orgánicas”.

Acaba de publicar el libro, La mujer del siglo XXI. Una aproximación psicoanalítica, en él se afirma que “un mundo que no incluya lo femenino, es un mundo empobrecido. Lo que yo no sé es si vamos por buen camino… “Vamos por buen camino, si no nos olvidamos que esto es un camino, un trabajo continuo, que no hemos llegado a la meta. La mujer muchas veces históricamente  hizo grandes logros sociales, accedió a altas cotas de poder y luego las perdió, porque Ella (La Mujer)  creyó que ya había llegado y el hombre siempre está presto a volver a ganar el terreno perdido, eso también es cierto. Nunca hay que creer que un objetivo está conseguido, hay que permanecer en él. Y creo que la vía más poderosa para ello es producir una escritura que incluya lo femenino. Que la mujer escriba o que los hombres que incluyen a la mujer, escriban. Este mundo en que vivimos es resultado de una escritura masculina. Por eso es tan importante este libro”.

El tema fundamental es la mujer, también en el ámbito laboral y las dificultades de acceso. Explica que trabajar implica pensar el dinero y eso está más prohibido para la mujer que pensar el sexo… “Así es. Aunque nos quejemos de la represión sexual a la que hemos sido sometidas, y a la que nosotras mismas nos sometemos muchas veces, de la doble moral sexual, que siempre es más permisiva con los deslices del hombre que con los de la mujer; el acceso a los lugares de circulación de dinero y la producción de un pensamiento político económico, está aun más vedado para la mujer que lo sexual. Hay que leer a Freud, para poder liberarse de la represión sexual, y hay que leer también a Marx, para tener un pensamiento económico. También es algo que está en nosotras, además de partir de los hombres, incluso hay muchas mujeres que prefieren trabajar gratuitamente a “mancharse” recibiendo dinero, para ella es más puro trabajar por amor. Hay que poder deshacer estos prejuicios para acceder libremente al mundo laboral. Al fin, el trabajo es la única posibilidad de transformar nuestra realidad. Este tema está mucho más desarrollado en el libro La Mujer del Siglo XXI”.

Como obstáculo laboral también reflexiona sobre el machismo inconsciente de la mujer, un término que utiliza Nancy Hopkins, una genetista de renombre internacional y una activista de la lucha por los derechos de la mujer, ella hizo un estudio,  se puso a medir el espacio de laboratorios y despachos que tenían asignados los científicos y científicas de su Universidad. Tras un extenso análisis, demostró que a igualdad de cargo, los hombres siempre disponían de mucho más espacio que las mujeres. No se había hecho conscientemente,  pero se había hecho, había pasado sin excepción, de manera inconsciente.

Alejandra se refiere al machismo inconsciente en la mujer en el sentido de actitudes de desprecio hacia lo femenino que las propias mujeres tienen sin darse cuenta: “Tenemos que tener cuenta que la mujer, la madre, es transmisora de ideología, es la que educa a sus hijos, y si los sigue educando como su abuela educó a su madre, y como su madre la educó a ella, seguimos diseminando prejuicios y desigualdades sociales. Por eso es tan importante averiguar cómo pensamos a la mujer nosotras mismas”.


Sin duda, comento a Alejandra, una de las lacras fundamentales es la violencia machista…: “Sin duda. Insisto que en este momento es uno de los problemas que más nos preocupa. Ellas son víctimas de sus parejas, pero sobre todo, son víctimas de una manera de pensar el amor y la pareja que es alienante, que lleva  al sometimiento, a la aceptación del maltrato. En ocasiones, hay un sentimiento de culpa inconsciente que en vez de permitirle huir del castigo, la hace permanecer allí, recibiendo los golpes, en muchos casos durante años. Hay que abandonar no sólo a los maridos maltratadores, sino también y sobre todo, los prejuicios sobre el amor”.

Caseta 266 de la Feria del Libro de Madrid este año. Teléfono 917581940, Editorial Grupo Cero.

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