Hace ya un par de años que
conocí a Alejandra Menassa, que es hija de Miguel Óscar Menassa, quien por éste
lago ya anduvo, o nadó. Lo puedes recordar pinchando AQUÍ. Alejandra; rubia, alta, delgada, camarada de ojos verdes, devoradora de
ensaladas, que quizá de ahí el color de ojos; es médica internista y
psicoanalista, dirige el Departamento de Medicina Psicoanalítica del Grupo
Cero, colabora en medios de comunicación, escribe poesía, pinta, hace el baile
de los siete velos, y, ahora, está aterrizando en el Departamento de Mujer de
la Universidad Complutense de Madrid. Acaba de publicar un libro que nos ayuda
a descubrir la situación de la mujer en la actualidad: La mujer del siglo XXI. (La foto de aquí abajo es de Fran Lorente, claro).
Me
explica Alejandra que siempre le ha interesado dar otro enfoque al maltrato
familiar ,diferente al que se le está dando, incluir el psicoanálisis para
pensar la situación y para salir de la situación de maltrato: “Pensamos, me
refiero a mí y a mis compañeras y compañeros
de Departamento en el EMUI en la Complutense, muchas de ellas son
psicoanalistas de Grupo Cero, que hay muchas cuestiones inconscientes en juego
en el maltrato, sometimientos no sólo a la pareja, sino, y sobre todo a una
manera de pensar la pareja nociva. A frases como que una mujer no es nada sin
un hombre, o a concepciones de la pareja dónde la mujer cree que le pertenece
al hombre, que es su propiedad. En fin, es muy complejo, pero llevamos muchos
años investigando el tema, y hemos participado en varios congresos
internacionales de psiquiatría y atendido muchas mujeres. Y maltratadores,
porque también ellos deben ser atendidos si queremos cortar el círculo de la
violencia. Y querríamos hacer un gran grupo de estudio con muchas mujeres en
esta situación, para investigar a gran escala la eficacia del psicoanálisis en
estos casos.
Alejandra
Menassa también está participando en el proyecto de la abogada italiana Marta
Vignola, Militantes de la memoria, sobre familiares de torturados en Chile y
Argentina durante las dictaduras. En alguno de los juicios sobre este tema ha
colaborado con el juez Garzón. Está llevando a cabo un proyecto donde se
recogen los testimonios de las mujeres, en este caso ciudadanas italianas, que perdieron algún familiar, algún hijo
sobre todo, en las dictaduras Chilena y Argentina. Ella se dio cuenta de que
estas mujeres enfermaban más que otras de enfermedades graves, cáncer por ejemplo,
y ahí es donde buscó su colaboración.
Y
es que Alejandra es especialista en enfermedades psicosomáticas: “Llevamos
mucho tiempo investigando la relación entre depresión y cáncer, no sólo
nosotras, a nivel mundial hay mucho interés en ello. La pérdida de un ser
amado, si se sigue de una depresión, puede asociarse después con el desarrollo
de enfermedades orgánicas graves, como el cáncer. Estas catástrofes
emocionales, pueden tener sus consecuencias orgánicas”.
Acaba
de publicar el libro, La mujer del siglo
XXI. Una aproximación psicoanalítica, en él se afirma que “un mundo que no
incluya lo femenino, es un mundo empobrecido. Lo que yo no sé es si vamos por
buen camino… “Vamos por buen camino, si no nos olvidamos que esto es un camino,
un trabajo continuo, que no hemos llegado a la meta. La mujer muchas veces
históricamente hizo grandes logros
sociales, accedió a altas cotas de poder y luego las perdió, porque Ella (La
Mujer) creyó que ya había llegado y el
hombre siempre está presto a volver a ganar el terreno perdido, eso también es
cierto. Nunca hay que creer que un objetivo está conseguido, hay que permanecer
en él. Y creo que la vía más poderosa para ello es producir una escritura que
incluya lo femenino. Que la mujer escriba o que los hombres que incluyen a la
mujer, escriban. Este mundo en que vivimos es resultado de una escritura
masculina. Por eso es tan importante este libro”.
El
tema fundamental es la mujer, también en el ámbito laboral y las dificultades
de acceso. Explica que trabajar implica pensar el dinero y eso está más
prohibido para la mujer que pensar el sexo… “Así es. Aunque nos quejemos de la
represión sexual a la que hemos sido sometidas, y a la que nosotras mismas nos
sometemos muchas veces, de la doble moral sexual, que siempre es más permisiva
con los deslices del hombre que con los de la mujer; el acceso a los lugares de
circulación de dinero y la producción de un pensamiento político económico,
está aun más vedado para la mujer que lo sexual. Hay que leer a Freud, para
poder liberarse de la represión sexual, y hay que leer también a Marx, para
tener un pensamiento económico. También es algo que está en nosotras, además de
partir de los hombres, incluso hay muchas mujeres que prefieren trabajar gratuitamente
a “mancharse” recibiendo dinero, para ella es más puro trabajar por amor. Hay
que poder deshacer estos prejuicios para acceder libremente al mundo laboral.
Al fin, el trabajo es la única posibilidad de transformar nuestra realidad. Este
tema está mucho más desarrollado en el libro La Mujer del Siglo XXI”.
Como
obstáculo laboral también reflexiona sobre el machismo inconsciente de la
mujer, un término que utiliza Nancy Hopkins, una genetista de renombre
internacional y una activista de la lucha por los derechos de la mujer, ella
hizo un estudio, se puso a medir el
espacio de laboratorios y despachos que tenían asignados los científicos y
científicas de su Universidad. Tras un extenso análisis, demostró que a
igualdad de cargo, los hombres siempre disponían de mucho más espacio que las
mujeres. No se había hecho conscientemente,
pero se había hecho, había pasado sin excepción, de manera inconsciente.
Alejandra
se refiere al machismo inconsciente en la mujer en el sentido de actitudes de
desprecio hacia lo femenino que las propias mujeres tienen sin darse cuenta: “Tenemos
que tener cuenta que la mujer, la madre, es transmisora de ideología, es la que
educa a sus hijos, y si los sigue educando como su abuela educó a su madre, y
como su madre la educó a ella, seguimos diseminando prejuicios y desigualdades
sociales. Por eso es tan importante averiguar cómo pensamos a la mujer nosotras
mismas”.
Sin duda, comento a Alejandra, una de las lacras fundamentales es la violencia machista…: “Sin duda. Insisto que en este momento es uno de los problemas que más nos preocupa. Ellas son víctimas de sus parejas, pero sobre todo, son víctimas de una manera de pensar el amor y la pareja que es alienante, que lleva al sometimiento, a la aceptación del maltrato. En ocasiones, hay un sentimiento de culpa inconsciente que en vez de permitirle huir del castigo, la hace permanecer allí, recibiendo los golpes, en muchos casos durante años. Hay que abandonar no sólo a los maridos maltratadores, sino también y sobre todo, los prejuicios sobre el amor”.
Caseta
266 de la Feria del Libro de Madrid este año. Teléfono 917581940, Editorial
Grupo Cero.
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